09.05.2013 Views

El Rey del Invierno. - Gran Fratervidad Tao Gnóstica Espiritual

El Rey del Invierno. - Gran Fratervidad Tao Gnóstica Espiritual

El Rey del Invierno. - Gran Fratervidad Tao Gnóstica Espiritual

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CORNWELL, BERNARD CRÓNICAS DEL SEÑOR DE LA GUERRA, vol 1<br />

EL REY DEL INVIERNO<br />

-¿Y lo es? -inquirió la princesa con preocupación comprensible, pues al día siguiente su esposo<br />

partiría hacia el sur para enfrentarse al enemigo.<br />

-Desgraciadamente, señora, eso parece.<br />

-Y todo por causa de Arturo -comentó la princesa en tono firme, y las tías corroboraron sus<br />

palabras enérgicamente.<br />

-Creo que Arturo estaría de acuerdo con vos, señora -dije-, y lo lamenta.<br />

-Entonces, ¿por qué lucha contra nosotros?<br />

-Porque ha jurado mantener a Mordred en el trono, señora.<br />

-Mi suegro jamás usurparía el trono <strong>del</strong> heredero de Uter - con ardor.<br />

-Lord Derfel estuvo a punto de perder la cabeza esta mañana cuando mantenía una<br />

terció Ceinwyn maliciosamente.<br />

-Lord Derfel -intervino Galahad levantando la mirada, una vez concluida la última cacería <strong>del</strong><br />

zorro- no perdió la cabeza porque es amado por sus dioses.<br />

-¿Por los vuestros no, lord príncipe? -inquirió Helledd con agudeza.<br />

-Mi dios ama a todos, señora.<br />

-¿Queréis decir que no discrimina? -<br />

Comimos ganso, pollo, liebre y venado, y nos sirvieron un vino peleón que debía de haber<br />

permanecido mucho tiempo almacenado desde que lo trajeran a Britania. Tras la cena nos<br />

sentamos en mullidos asientos y una arpista nos <strong>del</strong>eitó con su música. Aquellos asientos<br />

blandos, propios de los salones de las damas, semejaban lechos bajos y tanto Galahad como yo<br />

nos sentíamos incómodos en aquellas camas bajas y blandas, pero me alegré de tener ocasión<br />

de sentarme aliado de Ceinwyn. Al principio me senté muy tieso, pero después me apoyé en un<br />

codo para hablar con ella en voz baja. La felicité por su compromiso con Gundleus y ella miró<br />

con ojos de risa.<br />

-Habláis como un cortesano -comento.<br />

-A veces tengo que comportarme como un cortesano, señora-. ¿Os complacería que me<br />

mostrara como un guerrero?<br />

<strong>El</strong>la también se apoyó en un codo, de modo que hablábamos sin interrumpir la música; su<br />

proximidad me producía la sensacion de estar flotando en humo.<br />

-Mi señor Gundleus -dijo en voz baja- exigió mi mano a cambio <strong>del</strong> apoyo de su ejército en la<br />

- 308 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!