Número Especial: FAEEBA 25 anos PPGEduC 10 anos - Uneb

icana los intereses pragmáticos y económicos, y en
la de España los políticos y culturales. El enfrentamiento
del pan-hispanismo y el panamericanismo
se constituyó así en un capítulo significativo de la
historia de América Latina. 25 La preocupación de
España se centraba en la conservación de Cuba
y Puerto Rico, cuya liberación de la dominación
hispánica era alentada desembozadamente desde
los Estados Unidos; por eso es que la diplomacia
española trabajó intensamente para lograr que el
istmo no quedase bajo el control norteamericano,
acción que desarrolló en especial sobre los gobiernos
latinoamericanos, tratando de que se sumasen
a sus propósitos. 26 Los representantes del gobierno
español en Colombia fueron los encargados de hacer
sentir los intereses de esa nación en el destino
del Canal. 27
Los esfuerzos españoles llegaron al extremo de
proyectar una concertación entre las naciones europeas
para internacionalizar el Canal, presidida por
España. El representante en Bogotá trató de obtener
el apoyo del gobierno de Colombia, para lo cual se
acercó a personajes de la política y de la economía
de ese país; cuando se formó una Asamblea para
reformar la Constitución colombiana, presentó a los
constituyentes un proyecto de artículo declarando al
futuro Canal de neutralidad internacional; redactó un
proyecto de Tratado en el mismo sentido, y lo hizo
conocer a las autoridades colombianas y a los representantes
de Inglaterra, Francia y Alemania; también
mantuvo tratos con el representante de Chile en Bogotá,
por considerar que era la nación latinoamericana
más interesada en la cuestión, y con lo cual el acuerdo
alcanzaría la dimensión de “universal”. 28
Asimismo, los diplomáticos españoles hicieron
gestiones ante la Unión Iberoamericana, que tenía
filiales en varios países latinoamericanos y que
procuraba acrecentar los intercambios comerciales
entre América Latina y la Península; en este caso el
objetivo era establecer una línea directa de vapores
entre España y el puerto de Colón, y realizar exposiciones
permanentes de productos comerciales en
Panamá y en Madrid. 29
Sin duda, dado el estado en que se encontraba
España por entonces, tanto en su situación
interior como en su ubicación política entre las
naciones europeas, eran sólo irrealizables sueños
de grandeza.
Revista da FAEEBA – Educação e Contemporaneidade, Salvador, número especial, p. 177-186, jul./dez. 2009
Edmundo Aníbal Heredia
5. Conclusiones. El Canal de Panamá y
el Mundo
1. El Canal completó la globalización y circunvalación
marítima del planeta, iniciada por
Magallanes cuatro siglos antes. Con su apertura
se abrió una nueva fase en la historia de las comunicaciones
mundiales y se produjo un avance
decisivo en el proceso hegemónico de los Estados
Unidos sobre los países latinoamericanos, a la vez
que afirmó su protagonismo en las comunicaciones
marítimas mundiales.
2. La comparación del paso panameño con otros
que comunican los mares del mundo resulta ilustrativa
en cuanto a sus connotaciones internacionales
y a las disputas entre las potencias por su control
y administración, pues muestran sus paralelismos
y similitudes.
3. Un repaso de la historia del istmo y del
Canal de Panamá, desde la visión bolivariana
hasta el predominio del panamericanismo, ayuda
25 V. nuestro libro La Guerra de los Congresos: el Pan-hispanismo
contra el Panamericanismo. Córdoba: Junta Provincial de Historia,
2008.
26 V. BECKER, Jerónimo. Historia de las relaciones exteriores de
España durante el siglo XIX (Apuntes para una Historia Diplomática).
Madrid: Establ. Tipog. de Jaime Ratés, 1924-1926.
27 Del Encargado de Negocios de España en Colombia, Bernardo
J. de Cólogan, al Ministro de Estado. Bogotá, 11 de setiembre de
1882. Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid (en adelante
AMAE). Política. Panamá, 2573. Decía Cólogan a su Ministro:
“[…] Si es evidente que con el Canal de Suez se relacionan grandes
intereses nacionales, políticos y comerciales, sería en mi humilde
sentir aventurado opinar que el de Panamá no revestirá para España
una importancia suma que, si no sobrepuja, cuando menos iguala la
del primero; y día llegará en que por él se conmueva la pública opinión
de nuestra patria. Basta fijarse en Cuba, en lo que nacionalmente
significa para nosotros, en la considerable base que con la cercanía
del próximo canal ofrecerá á las operaciones mercantiles del mundo,
y en la no menos valiosa que políticamente representará, sea como
arma que hubiésemos de esgrimir por nuestra propia cuenta, sea como
eficacísimo apoyo que brindásemos á cualquiera otra Potencia aliada
ó unida á nosotros por comunidad de fines; bastaría considerar que
nuestro porvenir de gran nación está no solo cifrado internacionalmente
en las costas africanas y en Filipinas, sino también en el desarrollo
progresivo de nuestros cambios con estos países á que hemos dado el
ser y hacia los cuales nos empuja cierta solidaridad de origen y aún tal
vez de análogos y acordes destinos, para confirmar mi anterior aserto
sobre el trascendental valor que para España adquiere el Canal de
Panamá, vínculo directo también entre nuestras provincias antillanas
y posesiones asiáticas…”
28 Del Ministro Residente de España en Colombia al Ministro de
Estado. Bogotá, 15 de junio de 1886. AMAE. Política. Colombia,
2333.
29 Del Cónsul de España en Panamá, S. Rizzo, al Delegado Ejecutivo
de la Sociedad “Unión Iberoamericana” de Madrid. Panamá,
18 de julio de 1886. AMAE. Política. Colombia, 2337.
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