Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

Agradecimientos
Creo que es muy difícil escribir unos agradecimientos de este tipo sin ponerse
sentimental, así que ni siquiera intentaré evitarlo. Escribir la tesis no ha sido, como bien
me advirtió Milton Núñez al comienzo, un camino de rosas. Ha sido difícil, solitario,
angustioso y descorazonador en ocasiones, pero en otras emocionante, divertido,
apasionante y gratificante.
Me resulta casi imposible saber por dónde comenzar a agradecer, así que me dejaré
guiar por el orden cronológico. De este modo debería dar las gracias a mi familia en
primer lugar, pero sería injusto restringirles mi gratitud al principio de este texto, con lo
cual, quede aquí patente que les agradezco su apoyo, cariño y paciencia de principio a fin.
La siguiente parada en los agradecimientos cronológicos nos sitúa en mi primer año de
doctorado, el cual pasé, gracias al apoyo de Consuelo Prado Martínez y de la Comisión
Europea, en el Instituto de Antropología de Florencia (Italia) colaborando en mi primer
encuentro con la Demografía Histórica. El Profesor Brunetto Chiarelli me acogió en un
proyecto de investigación sobre el cólera en Sicilia en el siglo XIX y codo con codo con
Sara Tulumello, pude probar los placeres y los suplicios de la investigación. De aquella
experiencia saqué una pasión por el estudio de las enfermedades en el pasado y una
excelente amiga.
Al regresar a España, tuve la oportunidad de conocer, en uno de los cursos de verano
organizados en la Universidad de Granada (España) por el eminente D. Miguel Botella, a
Milton Núñez Garcés, que cometió el error de proponerme trabajar juntos en un proyecto
de investigación, probablemente por que no sospechaba que aceptaría. Rehice la maleta y
lo seguí a Finlandia. Esto marcaría el inicio de unos cinco años en los que trabajamos
duramente sobre los datos, compartimos ideas y largas y enriquecedoras conversaciones
en las que aprendí mucho, y no sólo de ciencia. Debo agradecerle a Milton especialmente
su fe en mí, que fue en ocasiones mayor que la mía propia.
Ursula Ojanen y Jukka Kiviharju me enseñaron mucho más finés del que conseguí
aprender y considero una gran suerte haber podido asistir a sus clases.
El apoyo financiero de CIMO, en colaboración con el Ministerio de Asuntos
Exteriores de España, me acercó a Finlandia por primera vez y el de la Fundación
Finlandesa para la Cultura (Suomen Kulttuurirahasto) durante tres años, hizo posible la
realización de este trabajo. El dinero no lo es todo en la vida, pero en investigación es