Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

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Observando las Figura 35 y Figura 36 se aprecia cómo este tipo de distribución por
edades se mantiene, a grandes rasgos, para todos los periodos.
No obstante, dos periodos se diferencian de este patrón general. Son los picos de
1789-1792 y 1808-1809, que como se ha visto anteriormente, corresponden a las dos
guerras vividas en el territorio finlandés durante el periodo de estudio. Para estos dos
periodos la edad media de muerte es mayor que para los demás (entre 17 y 20 años); la
proporción de mayores de 15 años entre las muertes por gastroenteritis aguda está en
torno al 35%, mientras que para el resto de periodos está entre el 20-25%.
El pico de 1831-1834 es un caso intermedio entre estos picos de guerra y el resto del
periodo. Tiene una proporción de adultos ligeramente superior a los periodos de valle y
una edad media de muerte superior a los 14 años.
Observando estos resultados, fundamentalmente los referentes a las guerras, podría
pensarse que las muertes de los soldados están elevando las medias de edad y la
proporción de adultos en las categorías de muerte. Sin embargo, parece ser que las
muertes de los soldados no se incluían en los registros parroquiales que se estudian en
este trabajo (Pitkänen & Mielke 1993). Por tanto, dentro de las muertes estarían tan sólo
las de la población civil.
Esta sobremortalidad adulta en periodos de guerra o crisis grave de hambruna, como
en 1831-1834, puede en parte relacionarse con los fenómenos migratorios. De hecho,
algunos autores piensan que en estos periodos de crisis, las migraciones temporales
aumentaban los niveles ya elevados de mortalidad, y afectaban principalmente a los
sectores más móviles de la población (Pitkänen 1993).
En los periodos de guerra, además, las muertes entre los adultos civiles aumentaban en
proporción, debido al estrechamiento del contacto entre civiles y militares y a otras
formas de desorden social relacionado con las guerras. La población civil debía colaborar
con las tropas ayudando en el transporte de bienes y soldados (incluso enfermos) y
realizando otra serie de tareas (Pitkänen 1993).
De este modo la población civil se contagiaría fácilmente de las enfermedades que
afectasen a las tropas. Es posible imaginar un escenario en el que soldados, enfermos de
shigelosis, muy común en las guerras, contagiarían la enfermedad a civiles adultos en
estrecho contacto con ellos, puesto que la baja dosis infectiva de shigellas necesaria
permite el contagio persona a persona.
Resulta interesante analizar aquellos periodos que, al ser descritos, fueron catalogados
como de secuelas de guerra, especialmente aquellos de 1811 y 1813. En ellos, los
menores de 15 años son los grandes protagonistas de la mortalidad. Es decir, no se
aprecian diferencias particulares respecto a los periodos de valle. Es posible que en estos
años, los fenómenos migratorios ya no tuviesen tanta importancia, y que la principal
causa de la sobremortalidad fuese que los soldados, al marcharse, dejasen las zonas
contaminadas y en los años siguientes los niños sufriesen las consecuencias
principalmente.
Las conclusiones que pueden extraerse de este análisis son que, durante los periodos
en los que la gastroenteritis aguda no causaba grandes crisis de mortalidad, esta se
restringía principalmente a los niños y secundariamente a los ancianos. Durante los
periodos de guerra, los niños, como siempre, siguen siendo los principales protagonistas.
No obstante, la proporción entre los fallecidos de edad adulta aumenta.