Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

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6.1.8.4 Variaciones estacionales en la incidencia
Las condiciones climáticas tienen una enorme influencia sobre la vida del mosquito
vector y sobre el desarrollo de los parásitos del paludismo; por tanto, generalmente, la
incidencia de esta enfermedad presenta un marcado carácter estacional.
Los factores más importantes son la temperatura y la humedad. Los plasmodios dejan
de desarrollarse en el interior del mosquito cuando la temperatura está por debajo de los
16ºC. Las condiciones ideales para el desarrollo de los parásitos se dan cuando la
temperatura está entre 20 y 30º C y la humedad relativa es al menos del 60% (Gilles
1993a). Además, temperaturas favorables aumentan la actividad procreadora de los
mosquitos Anopheles y aumenta su longevidad en el verano y otoño.
Dados estos requerimientos, la mayor incidencia de paludismo se espera que se de en
verano. Esto es así para todos los tipos de paludismo salvo para el causado por algunas
cepas de P. vivax que son, y sobre todo, fueron más comunes en climas templados.
En la mayor parte de las zonas templadas o subtropicales, la incidencia de paludismo
por P. vivax presenta una curva bimodal, con un pico en la primavera y otro en el verano.
El primer pico se compone de las recaídas de largo plazo o de los ataques primarios
retrasados de las infecciones contraídas en el verano anterior. El segundo pico consiste en
los ataques primarios de infecciones recientes.
Existe una tercera modalidad de patrón estacional, y es el que presenta tan sólo un
periodo de máximo, pero situado en la primavera en lugar de a finales del verano. Este
era el patrón más común en los brotes de paludismo endémico en el norte de Europa y
estaba causado por cepas más septentrionales de P. vivax.
En los ambientes templados además, algunas especies de Anopheles pueden hibernar,
principalmente las hembras, de modo que pueden producir algunos contagios tras el
invierno (Service 1993). Esto podría explicar algunos casos de paludismo primaveral,
aunque la mayor parte de los mismos se deben a las cepas de P. vivax anteriormente
mencionadas.
6.1.9 Transmisión
El vector del paludismo, esto es, el mosquito Anopheles, es el elemento más importante
en la transmisión de la enfermedad. La presencia de las especies o subespecies que
transmiten las diferentes clases de parásitos del paludismo, son la base sobre la que las
condiciones climáticas modularán el grado de transmisión de la enfermedad.
Dos características del vector anofelino son fundamentales en la transmisión, su grado
de antropofília y su longevidad.
La antropofília es el grado de preferencia por humanos que el mosquito tiene a la hora
de alimentarse. Se sabe que en África, donde la estabilidad de la transmisión del
paludismo es muy alta, los mosquitos tienen una alta preferencia por alimentarse en
humanos (entre el 80 y el 100%) y unos hábitos altamente domésticos. En cualquier otra
parte, ya sea en áreas tropicales, subtropicales o templadas, las hembras de Anopheles
tienen mayor preferencia por animales que por humanos (con un índice antropofílico en