Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

66
A comienzos del periodo de estudio, Finlandia venía recuperándose de lo que se
conoce como El Gran Odio. Con ocasión de la Gran Guerra del Norte, que comenzó en
1700, Rusia ocupó, en 1710, toda Finlandia hasta las Islas Åland. La invasión terminó en
1720, con la paz de Uusikaupunki (Klinge 1997). Estos diez años de ocupación marcaron
fuertemente a la población finlandesa, pues Rusia devastó profundamente el país para
impedir que desde él se enviasen recursos a Suecia. Se estima que se dio un gran
descenso de la población en este periodo, durante el cual el Rey de Suecia instigaba a los
finlandeses para que resistieran al invasor mediante una guerra de guerrillas.
Tras algunos años de paz, en 1741 Suecia declara la guerra a Rusia, para intentar
modificar los resultados de la paz de Uusikaupunki. Como consecuencia Rusia invade
nuevamente Finlandia en lo que se conoce como el Pequeño Odio o la Guerra de los
sombreros. Mediante la paz de Turku, firmada en 1743, Rusia salió de Finlandia, pero
tomó otro pedazo de territorio finlandés, en la frontera oriental.
En 1749, año en el que comienza el periodo analizado en el presente estudio, reinaba
en Suecia Frederick I, su reinado termina en 1751, cuando le sucede Adolf Frederick, que
a su vez reina entre 1751 y 1771.
Desde que se aboliera la monarquía absolutista en 1720, se vive en Suecia un periodo
que se conoce cómo Edad de la Libertad, en el que se enmarca el reinado de Adolf
Frederick. Durante su regencia la nobleza tenía un gran peso en el manejo del reino
(Klinge 1997).
Entre los hechos más destacados para Finlandia del reinado de este rey está el cambio
en la política de exportaciones del Reino. Como parte de una política mercantilista, las
ciudades del Golfo de Finlandia y del Golfo Báltico no tenían derecho a comerciar con el
exterior directamente, sino que todo el comercio estaba centralizado a través de
Estocolmo. A partir de 1765, las ciudades de Ostrobotnia fueron ganando, una a una, el
derecho a comerciar libremente con tierras extranjeras. Esto fue muy beneficioso para las
exportaciones de brea, uno de los principales productos y fuente de riqueza de la zona
(Jutikkala & Pirinen 1996).
En 1771 Adolf Frederick muere y es sucedido por Gustavo III de Suecia, que reinaría
entre 1771 y 1792. Este rey tenía la intención de reinstaurar el poder absolutista, y lo hace
mediante un golpe de estado, que triunfa en 1772. Esto genera un cierto malestar entre los
nobles, que va aumentando con el tiempo.
La primera década de su reinado fue más o menos tranquila y durante la misma se
hicieron algunas reformas que concernían a Finlandia. Se estableció por ejemplo un
programa de colonización de tierras (Jutikkala & Pirinen 1996), en un periodo que
coincide con aquel de condiciones excepcionalmente buenas para la agricultura
mencionado en el apartado del clima. Algunas oficinas administrativas se mueven a
Finlandia y se comienza la construcción de algunas carreteras en el interior del país, hasta
entonces prácticamente sin caminos.
En 1788, Suecia declara la guerra a Rusia con la intención de recuperar los territorios
perdidos en las paces de Uusikaupunki y de Turku. Esta guerra fue declarada casi
prácticamente por el rey de manera independiente, sin consultar a los estamentos, lo que
generó malestar entre los nobles y los oficiales, especialmente los finlandeses.
Durante la guerra, que se luchó principalmente en la zona oriental de Finlandia, se dio
el motín de algunos oficiales finlandeses, que formaron lo que se conoce como la Liga de
Anjala. Ellos no querían ver Finlandia convertida una vez más en un campo de batalla, y