Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

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referirse a un aumento estacional, o de otro tipo, de los casos clínicos de paludismo, en
un área en la que la enfermedad era moderadamente endémica (Gilles 1993a).
Según Russell (1952, citado en Gilles 1993a), en el origen de una epidemia de
paludismo pueden intervenir al menos cuatro factores:
− Un aumento en la susceptibilidad de las poblaciones humanas, generalmente debida a
la introducción de individuos no inmunes en un área endémica.
− Un aumento en el reservorio infectivo de la población.
− Un aumento en los contactos entre humanos y mosquitos Anopheles.
− Un aumento en la efectividad de transmitir el parásito en las poblaciones locales de
Anopheles.
Las causas exactas de una epidemia de paludismo suelen ser difíciles de determinar. Las
epidemias pueden ser estacionales, generalmente relacionadas con cambios en el clima
que aumentan la actividad de cría y la supervivencia de los mosquitos.
En cualquier caso, algunas epidemias pueden darse a comienzos de la primavera, y se
deben a infecciones con P. vivax, que se produjeron en el verano anterior. Este fue el
patrón estacional de brotes de paludismo que se daba típicamente en el norte de Europa.
6.1.8.3 Fatalidad entre los casos
La fatalidad entre los casos depende del parásito implicado, del estado fisiológico del
individuo afectado y del grado de endemicidad del paludismo en la región, pues esta
determinará el grado de inmunidad del individuo.
De entre los cuatro parásitos del paludismo en humanos, P. falciparum es el que tiene una
mayor mortalidad asociada. Un único ataque no tratado de P. falciparum en un individuo
no inmune conlleva un riesgo de muerte que puede alcanzar entre el 20 y el 30%,
dependiendo de las circunstancias (Carter & Mendis 2002).
En aquellas zonas de paludismo endémico, los niños, especialmente los menores de 4
ó 5 años son muy vulnerables y muchos de ellos mueren de malaria cerebral.
En áreas de baja endemicidad, con transmisión inestable del paludismo, los adultos
pueden verse afectados de manera grave. Durante las epidemias todos los grupos de edad
sufren de paludismo (Nájera y Hempel 1996).
Algunos estados fisiológicos especiales hacen a los individuos más vulnerables al
paludismo, y especialmente a la anemia derivada de la infección. En aquellas partes de
los trópicos en las que la transmisión del paludismo es inestable y las mujeres jóvenes
tienen un bajo nivel de inmunidad adquirida, ésta enfermedad es una de las causas más
importantes de muerte materna, aborto, partos prematuros y bajo peso al nacer (Warrell
1993).
A pesar de no producir la muerte necesariamente, la infección y reinfección continua
por paludismo tiene efectos devastadores sobre las condiciones mentales, físicas, sociales
y económicas de individuos y comunidades afectadas. La anemia producida por la
destrucción masiva de glóbulos rojos debilita a los individuos, predisponiéndolos
predispone a los individuos afectados a sufrir de otras enfermedades, como infecciones
respiratorias y malnutrición (Carter & Mendis 2002).