Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

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Si bien, a primera vista, la evolución de la viruela parecía independiente de eventos
perturbadores de la población, tales como catástrofes o fallos en las cosechas, al analizar
el comportamiento de la enfermedad en momentos de crisis, es posible ver cómo, tanto la
Guerra de Finlandia como la hambruna de 1833 parecen ir acompañadas de picos de
muerte por esta causa. No sucede lo mismo para la Guerra de Gustavo III.
En cierto modo es lógico que una situación de crisis en una población, con el aumento
en la movilidad de las personas y el debilitamiento general que conlleva, produzca un
aumento en la incidencia de casi todas las enfermedades infecciosas, principalmente de
aquellas que no precisan de un vector para su transmisión demasiado exigente en
términos ambientales.
Quizá los movimientos de tropas o de sectores más empobrecidos de la población, en
busca de trabajo o comida, hicieron más vulnerables al contagio de la viruela poblaciones
que, en condiciones normales se mantenían más aisladas y protegidas.
La Guerra de Gustavo III es diferente a las otras dos grandes crisis de subsistencia del
periodo de estudio, pues estuvo tan localizada geográficamente en el sureste del país que
probablemente no influyó de manera importante en expansión e incidencia de esta
enfermedad.
El caso del paludismo es diferente, su evolución no parece guardar relación con
sucesos tales como guerras o hambrunas, sino que es posible que esté más relacionada
con elementos climáticos, como se expuso anteriormente. No obstante, algunos años
después de las dos guerras, se aprecian pequeños picos de muerte por esta enfermedad.
Podría ser que, como sucedió tras la Segunda Guerra Mundial en Finlandia, los soldados,
que habían estado en zonas afectadas de paludismo, regresaron a sus casas enfermando
allí y a su vez contribuyendo a la expansión de la enfermedad (von Bonsdorff 1975).
Conviene recordar en este sentido que la cepa responsable de la mayor parte de los casos
en Finlandia presentaba largos periodos de hibernación en el hígado de los pacientes y
por tanto se manifestaba varios meses después de haberse contraído.
En cualquier caso, la evolución de esta causa de muerte es mucho más independiente
de que la de las otras dos.