Importancia de la viruela, gastroenteritis aguda y paludismo ... - Oulu

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5.1.6.3 Tasa de fatalidad entre los casos
Documentos históricos sugieren que una alta fatalidad entre los casos prevaleció en todo
el mundo a lo largo de muchos siglos. En los años previos a su erradicación se observó
que la tasa de Variola major asiática estaba en torno al 20% o más entre individuos sin
vacunar. Se observó asimismo una mayor tasa de fatalidad entre los casos en las ciudades
que en las regiones rurales. Puede pensarse que epidemias en poblaciones sin exposición
previa y con una economía agrícola de subsistencia, es causarían mortalidades mucho
más elevadas que las vistas para Asia, principalmente debido a que traerían como
consecuencia una disrupción social y consecuente hambruna (Fenner et al. 1988).
El virus Variola afectaba a personas de todas las edades. Las cifras para la viruela son
consistentes con el patrón general de susceptibilidad a la muerte ligada a la edad de
enfermedades infecciosas agudas. La mortalidad era muy alta, normalmente por encima
del 40% en niños menores de un año; caía a su nivel más bajo para niños algo mayores y
a partir de entonces aumentaba al incrementarse la edad. En aquellas zonas más aisladas,
con poblaciones rurales y dispersas, la distribución por edades de las muertes seguía de
manera cercana a la distribución por edad de la población. Por otro lado, en aquellas
poblaciones más densas, la viruela era predominantemente una enfermedad infantil.
Es aceptado universalmente que la viruela era más severa en mujeres embarazadas que
en mujeres no embarazadas o en hombres, sin relación con su estatus de vacunación. De
hecho, cerca de un cuarto de los casos de viruela en mujeres embarazadas era del tipo
hemorrágico, generalmente fatal (Fenner et al. 1988).
5.1.6.4 Variaciones estacionales en la incidencia
La mayoría de las enfermedades infecciosas muestran variaciones estacionales de
incidencia características, la viruela también. La estacionalidad de la viruela era similar a
la del sarampión o la varicela, es decir, invernal o primaveral.
Estas observaciones modernas coinciden con informaciones provenientes de viejos
registros de países europeos que muestran cómo la viruela también era una enfermedad
fundamentalmente invernal. De entre ellos destaca el estudio realizado a partir de datos
provenientes del Archipiélago de Åland, en Finlandia (Mielke et al. 1984).
Los factores que podrían haber tenido alguna influencia sobre la incidencia estacional
de la viruela son:
− Viabilidad del virus en estado infeccioso.
− Factores sociales.
− Susceptibilidad fisiológica del hospedador.
Diversos experimentos demostraron que la viabilidad de los virus Variola y Vaccinia era
menos prolongada a altas que a bajas temperaturas y a alta que a baja humedad (una
breve descripción de estos experimentos se encuentra en Fenner et al. (1988), siendo las
fuentes originales Huq (1976), McCallum & McDonlad (1957), Harper (1961)).
Una correlación entre baja temperatura y humedad y alta incidencia de viruela fue
observada en países diferentes, sugiriendo que el efecto de las condiciones ambientales