09.05.2013 Views

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Maris_Glz<br />

»—Sin embargo, <strong>el</strong>los creen que tú eres <strong>el</strong> jefe, ¿no es así? A Santiago ya me lo has<br />

quitado dos veces de encima.<br />

»—<strong>Soy</strong> más fuerte que Santiago, más viejo. Santiago es más joven que tú —dijo. Su voz<br />

fue simple, desprovista de orgullo. Recalcaba los hechos, simplemente.<br />

»—Nosotros no queremos <strong>con</strong>fictos <strong>con</strong> vosotros.<br />

»—Ya han empezado. Pero no <strong>con</strong>migo. Con los de arriba.<br />

»—¿Pero qué razón tienen para sospechar de nosotros?<br />

»Pareció pensar, <strong>con</strong> los ojos entornados y <strong>el</strong> mentón descansando en <strong>el</strong> puño. Después de<br />

<strong>un</strong>os seg<strong>un</strong>dos que me parecieron interminables, levantó la mirada y dijo:<br />

»—Te podría dar razones: que son demasiado callados; que los <strong>vampiro</strong>s d<strong>el</strong> m<strong>un</strong>do son muy<br />

pocos y viven aterrorizados, p<strong>el</strong>eándose entre <strong>el</strong>los, <strong>el</strong>igiendo <strong>con</strong> cuidado sus pares,<br />

asegurándose de que respetan mucho a los demás <strong>vampiro</strong>s. En esta casa hay quince <strong>vampiro</strong>s<br />

y ese número es cuidado <strong>con</strong> meticulosidad. Se teme mucho a los <strong>vampiro</strong>s débiles; te lo debo<br />

decir. Es obvio que tú eres imperfecto para <strong>el</strong>los: piensas demasiado, sientes demasiado. Como<br />

tú mismo dijiste, la frialdad d<strong>el</strong> <strong>vampiro</strong> te tiene sin cuidado. Y luego está esa niña<br />

misteriosa: <strong>un</strong>a niña que no puede crecer, que jamás puede bastarse a sí misma. Yo ahora no<br />

transformaría a este chico en <strong>vampiro</strong> a<strong>un</strong>que su vida, que para mí tiene mucho valor,<br />

estuviera en serio p<strong>el</strong>igro. Porque es demasiado joven, sus miembros no tienen la fuerza<br />

sufciente; apenas ha saboreado su copa mortal. ¿Qué clase de <strong>vampiro</strong> la creó a <strong>el</strong>la?, se<br />

preg<strong>un</strong>tan. Por tanto, ¿ves?, llevas <strong>con</strong>tigo esos fallos y ese misterio y, sin embargo, te<br />

mantienes en completo silencio. En <strong>con</strong>secuencia, no se puede <strong>con</strong>far en ti. Santiago está<br />

buscando <strong>un</strong>a excusa. Pero hay otra razón más cercana a la verdad que todas las que te<br />

acabo de enumerar. Y es la siguiente: cuando tú en<strong>con</strong>traste por primera vez a Santiago en<br />

<strong>el</strong> Barrio Latino, tú, por desgracia..., le dijiste que era <strong>un</strong> bufón.<br />

»—Aaaah —exclamé.<br />

»—Quizás hubiera sido mucho mejor que te hubieses callado —dijo; y sonrió para ver si yo<br />

comprendía la ironía de sus palabras.<br />

»Me recosté en <strong>el</strong> respaldo, meditando acerca de lo que acababa de decirme, y lo que más<br />

sopesé fueron las admoniciones que me había hecho Claudia: que este joven de ojos<br />

generosos le había dicho: "Muere". Aparte, sentí que en mí se acumulaba cada vez más <strong>el</strong><br />

disgusto <strong>con</strong>tra los <strong>vampiro</strong>s de arriba.<br />

»Sentí <strong>un</strong> deseo abrumador de sincerarme <strong>con</strong> él y <strong>con</strong>tarle todas estas cosas. D<strong>el</strong> miedo<br />

de Claudia, no, todavía no; a<strong>un</strong>que no pude creer, cuando lo miré a los ojos, que hubiese<br />

tratado de ejercitar ese poder <strong>con</strong> <strong>el</strong>la. Sus ojos decían: vive. Sus ojos decían: aprende. Y, ah,<br />

cuánto deseé <strong>con</strong>farle todo lo que yo no llegaba a comprender; lo que me había<br />

escandalizado que, después de tantos años de búsqueda, esos <strong>vampiro</strong>s de arriba hubieran<br />

hecho de la inmortalidad <strong>un</strong> círculo de diversiones y de <strong>con</strong>formismo baratos. Empero, a<br />

través de esta tristeza, de esta <strong>con</strong>clusión, me di cuenta <strong>con</strong> claridad de todo: ¿por qué<br />

habría de ser de otra manera? ¿Qué había esperado? ¿Qué derecho tenía para estar tan<br />

amargamente desilusionado <strong>con</strong> Lestat hasta <strong>el</strong> p<strong>un</strong>to de dejarlo morir? ¿Por qué no me había<br />

mostrado lo que debía en<strong>con</strong>trar en mí mismo? Las palabras de Armand, ¿cuáles habían sido?:<br />

El único poder existente está dentro de nosotros mismos...<br />

»—Escúchame —dijo entonces—. Debes alejarte de <strong>el</strong>los. Tu rostro no es<strong>con</strong>de nada. Tú te<br />

sincerarías si yo te hiciera <strong>un</strong>a preg<strong>un</strong>ta. Mírame a los ojos.<br />

»No lo hice. Fijé la mirada en <strong>un</strong>a de esas pequeñas pinturas encima d<strong>el</strong> escritorio, hasta<br />

que cesó de ser la Virgen y <strong>el</strong> Niño y se <strong>con</strong>virtió en <strong>un</strong>a armonía de línea y color. Porque yo<br />

sabía que lo que él me decía era verdad.<br />

»—Detenlos si quieres; diles que no pensamos hacer ningún mal. ¿Por qué no puedes hacer<br />

eso? Tú mismo dijiste que no somos sus enemigos, pese a cualquier cosa que hayamos hecho...<br />

»Le pude oír suspirar levemente.<br />

»—Los he detenido por <strong>el</strong> momento —dijo—. Pero no tengo todo <strong>el</strong> poder que sería<br />

necesario para detenerlos por completo. Porque, si yo ejercitara semejante poder, entonces<br />

tendría que protegerte. Me haría de enemigos. Y tendría que lidiar <strong>con</strong> esos enemigos cuando<br />

lo único que deseo aquí es cierta paz; determinada paz. Si no, no estaría aquí. Acepto la<br />

131

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!