DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Maris_Glz<br />
autoridad que me han <strong>con</strong>ferido, pero no para gobernarlos sino únicamente para mantenerlos<br />
a distancia.<br />
»—Tendría que haberlo sabido —dije, <strong>con</strong> los ojos aún fjos en la pintura.<br />
»—Por tanto, debes mantenerte alejado. C<strong>el</strong>este tiene mucho poder, por ser <strong>un</strong>a de las más<br />
viejas, y siente c<strong>el</strong>os de la b<strong>el</strong>leza de la niña. Y Santiago sólo está esperando que aparezca<br />
<strong>un</strong>a mínima pista que os señale como malhechores.<br />
»Me di la vu<strong>el</strong>ta lentamente y lo volví a mirar, allí sentado <strong>con</strong> su fantasmagórica<br />
inmovilidad de <strong>vampiro</strong>, como si en realidad no tuviera la menor vida. El momento se alargó.<br />
Oí sus palabras como si las estuviese repitiendo: "Lo único que deseo aquí es cierta paz,<br />
determinada paz. Si no, no estaría aquí". Y sentí tal atracción que me costó refrenarla y<br />
poderme quedar allí sentado mirándolo, simplemente. Yo quería que las cosas fueran de la<br />
siguiente manera: Claudia a salvo de algún modo entre estos <strong>vampiro</strong>s, inocente de cualquier<br />
crimen que le pudieran llegar a imputar, de modo que yo quedase en libertad, en libertad<br />
para permanecer para siempre en esa habitación, todo <strong>el</strong> tiempo en que fuera bienvenido,<br />
incluso tolerado, permitido bajo la <strong>con</strong>dición que fuera.<br />
»Pude volver a <strong>con</strong>templar a ese chico mortal como si no estuviera dormido en la cama<br />
sino de rodillas al lado de Armand, <strong>con</strong> los brazos alrededor de su cu<strong>el</strong>lo. Para mí, era <strong>un</strong>a<br />
imagen d<strong>el</strong> amor. El amor que yo sentía. No <strong>el</strong> amor físico, como debes comprender. No hablo<br />
de ning<strong>un</strong>a manera de eso, a<strong>un</strong>que Armand era hermoso y simple y ning<strong>un</strong>a intimidad <strong>con</strong> él<br />
podría haber sido rep<strong>el</strong>ente. Para los <strong>vampiro</strong>s, <strong>el</strong> amor físico culmina y es saciado <strong>con</strong> <strong>un</strong>a<br />
sola cosa: la muerte. Hablo de otra clase de amor que jamás había sido Lestat. Armand jamás<br />
es<strong>con</strong>dería <strong>el</strong> <strong>con</strong>ocimiento y yo lo sabía. Pasaba por él como por <strong>un</strong>a vitrina de cristal, de<br />
modo que yo me podía aproximar y absorberlo y crecer. Pensé que le oí hablar, tan bajo que<br />
no pude estar seguro. Pareció decir:<br />
»—¿Sabes por qué estoy aquí?<br />
» Volví a levantar la mirada preg<strong>un</strong>tándome si él <strong>con</strong>ocía mis pensamientos, si podía leerlos<br />
en realidad, si ésa podía ser <strong>con</strong>cebiblemente la extensión de sus poderes. Ahora, después de<br />
tantos años, puedo perdonarle a Lestat <strong>el</strong> haber sido solamente <strong>un</strong>a criatura mediocre que no<br />
pudo enseñarme <strong>el</strong> uso de mis poderes. Pero aún ansiaba tenerlos, caer en <strong>el</strong>los sin la menor<br />
resistencia. Una tristeza lo invadía todo; tristeza por mi propia debilidad y por mi propio<br />
dilema espantoso. Claudia me esperaba. Claudia, que era mi hija y mi amor.<br />
»—¿Qué voy a hacer? —murmuré—. ¿Alejarme de <strong>el</strong>los, alejarme de ti? Después de todos<br />
estos años...<br />
»—Ellos no te importan —dijo él.<br />
»Yo sonreí y asentí <strong>con</strong> la cabeza.<br />
»—¿Qué es lo que quieres hacer? —me preg<strong>un</strong>tó. Y su voz asumió ese tono afectuoso,<br />
diferente.<br />
»—¿No lo sabes tú? ¿No tienes <strong>el</strong> poder? —preg<strong>un</strong>té—. ¿Acaso no puedes leer mis<br />
pensamientos como si fueran palabras?<br />
»Él sacudió la cabeza.<br />
»—No como tú te crees. Lo único que sé es que <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro en que están tú y la criatura es<br />
real porque es real para ti. Y sé que tu soledad, pese a tu amor, es casi más terrible de lo<br />
que puedes soportar.<br />
»Entonces me puse de pie. Parecería algo fácil de hacer, levantarse, ir a la puerta,<br />
apresurarme por <strong>el</strong> corredor. Y, sin embargo, necesité de todas mis fuerzas, cada pizca de<br />
esa cosa tan curiosa que yo llamaba distanciamiento.<br />
»—Te pido que los mantengas alejados de nosotros —le dije cuando llegué a la puerta, pero<br />
no pude volver la mirada; ni siquiera quise la suave intrusión de su voz.<br />
»—No te vayas —dijo.<br />
»—No tengo otra posibilidad.<br />
»Yo ya estaba en <strong>el</strong> pasillo cuando lo sentí tan próximo a mí que me quedé atónito. Estaba<br />
a mi lado, sus ojos a la altura de mis ojos y en su mano tenía <strong>un</strong>a llave que puso en la mía.<br />
»—Aquí hay <strong>un</strong>a puerta —dijo, señalando <strong>el</strong> fondo a oscuras que yo pensaba que era nada<br />
más que <strong>un</strong>a pared—. Y <strong>un</strong>a escalera que da a la calle lateral que sólo uso yo. Vete por aquí y<br />
132