DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Maris_Glz<br />
<strong>un</strong>a festa no sea muy cómoda, ¿no te parece? En especial en <strong>un</strong> hot<strong>el</strong>.<br />
»Sentó a la muchacha rubia de modo que su cabeza reposó en <strong>el</strong> respaldo de damasco de<br />
la silla; y la mujer morena quedó <strong>con</strong> la cabeza sobre los pechos; había palidecido y sus<br />
facciones ya tenían <strong>un</strong> aspecto rígido, como si fuera <strong>un</strong>a de esas mujeres a las que <strong>el</strong> fuego<br />
de su personalidad las hace hermosas. Pero la otra sólo parecía dormitar, y no tenía la<br />
seguridad de que estuviera muerta. Lestat le había abierto dos heridas; <strong>un</strong>a en la garganta y<br />
otra arriba de su pecho izquierdo, y de ambas manaban sangre. Lestat le levantó <strong>un</strong>a muñeca<br />
y, cortándola <strong>con</strong> <strong>un</strong> cuchillo, llenó dos copas y me rogó que me sentara.<br />
»—Te voy a dejar —le dije de inmediato—. Quiero decírt<strong>el</strong>o ahora mismo.<br />
»—Ya lo pensé —dijo, apoyándose en <strong>el</strong> respaldo—. Y pensé que me harías <strong>un</strong> an<strong>un</strong>cio<br />
forido. Dime lo monstruoso que soy, lo vulgar y miserable.<br />
»—No emitiré juicios sobre ti. No me interesas. Ahora me interesa mi propia naturaleza y<br />
he llegado a creer que ya no puedo <strong>con</strong>far en que tú me digas la verdad sobre <strong>el</strong>la. Tú<br />
utilizas <strong>el</strong> <strong>con</strong>ocimiento para tu poder personal —le dije; y supongo que al igual que la gente<br />
que hace <strong>un</strong> an<strong>un</strong>cio semejante, no esperaba que me diera <strong>un</strong>a respuesta honesta; no lo<br />
esperaba de ningún modo.<br />
»Esencialmente, yo estaba escuchando mis propias palabras. Pero entonces vi que su rostro<br />
era <strong>el</strong> mismo <strong>con</strong> que me había dicho que hablaríamos. Me estaba escuchando. De pronto, me<br />
en<strong>con</strong>tré sin argumentos. Sentí <strong>con</strong> más dolor que n<strong>un</strong>ca <strong>el</strong> abismo que existía entre los dos.<br />
»—¿Por qué te <strong>con</strong>vertiste en <strong>un</strong> <strong>vampiro</strong>? —le espeté—. ¡Y qué <strong>vampiro</strong> eres! Vengativo y<br />
que goza <strong>con</strong> tomar la vida humana cuando ni la necesita. Esta chica..., ¿por qué la mataste<br />
cuando <strong>con</strong> <strong>un</strong>a sola ya era sufciente? ¿Y por qué la asustaste antes de matarla? ¿Y por qué<br />
la has tirado en esta postura grotesca, como si tentaras a los dioses para que te fulminaran<br />
por tu blasfemia?<br />
»Todo esto lo oyó sin pron<strong>un</strong>ciar palabra, y en la pausa siguiente me volví a sentir en<br />
desventaja. Era como si él vislumbrase la insinceridad, <strong>el</strong> despecho de todo <strong>el</strong>lo. Simplemente<br />
se quedó sentado mirándome <strong>con</strong> la misma expresión impávida. Entonces, yo declaré:<br />
»—Sé que después de dejarte, trataré de averiguarlo todo. Viajaré por todo <strong>el</strong> m<strong>un</strong>do, si<br />
tengo que hacerlo, para en<strong>con</strong>trar otros <strong>vampiro</strong>s. Sé que deben existir: no <strong>con</strong>ozco ning<strong>un</strong>a<br />
razón para que no existan en grandes cantidades. Y estoy seguro de que en<strong>con</strong>traré <strong>vampiro</strong>s<br />
<strong>con</strong> quienes tendré más en común que <strong>con</strong>tigo. Vampiros que entiendan <strong>el</strong> <strong>con</strong>ocimiento como<br />
yo y que hayan usado su superior naturaleza de <strong>vampiro</strong>s para aprender secretos que tú ni<br />
siquiera podrías imaginarte. Si tú no me lo dices todo, entonces yo mismo lo averiguaré o me<br />
lo dirán <strong>el</strong>los dondequiera que los encuentre.<br />
»El sacudió la cabeza.<br />
»—¡Louis —dijo—, tú estás enamorado de tu naturaleza humana! Buscas los fantasmas de<br />
tu ser interior. Freniere, tu hermana..., todo eso te representa imágenes de lo que eras y de<br />
lo que quisieras seguir siendo. Y, en tu romance <strong>con</strong> la vida mortal, ¡estás matando tu<br />
naturaleza de <strong>vampiro</strong>!<br />
»De inmediato, le objeté sus palabras.<br />
»—Mi naturaleza de <strong>vampiro</strong> ha sido la mayor aventura de mi vida; todo lo anterior fue<br />
<strong>con</strong>fuso, nublado; pasé por la vida mortal como <strong>un</strong> ciego que salta de <strong>un</strong> objeto a otro.<br />
Únicamente cuando me transformé en <strong>un</strong> <strong>vampiro</strong> sentí respeto por primera vez en mi vida.<br />
Jamás vi <strong>un</strong> ser humano vivo, palpitante, hasta que me <strong>con</strong>vertí en <strong>un</strong> <strong>vampiro</strong>; n<strong>un</strong>ca supe lo<br />
que era la vida hasta que se derramó en <strong>un</strong> trago rojo por mis labios y mis manos!<br />
»Me en<strong>con</strong>tré mirando a las mujeres; la morena ahora iba tomando <strong>un</strong> terrible color<br />
azulado. La rubia aún respiraba.<br />
»—¡No está muerta! —dije súbitamente.<br />
»—Lo sé. Déjala en paz —dijo. Le levantó la muñeca, le hizo otra herida y volvió a llenar<br />
las copas—. Todo lo que dices tiene sentido —<strong>con</strong>tinuó tomando <strong>un</strong> trago—. Eres <strong>un</strong> int<strong>el</strong>ectual.<br />
Yo n<strong>un</strong>ca lo he sido. Todo lo que sé lo he aprendido de escuchar hablar a los hombres, no de<br />
los libros. N<strong>un</strong>ca fui lo sufciente a la escu<strong>el</strong>a. Pero no soy ningún estúpido y debes<br />
escucharme, porque estás en p<strong>el</strong>igro. Tú no <strong>con</strong>oces tu naturaleza de <strong>vampiro</strong>. Eres como <strong>un</strong><br />
adulto que al recordar su infancia se da cuenta de que n<strong>un</strong>ca la ha apreciado. Como hombre,<br />
43