09.05.2013 Views

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

DESCARGAR entrevista con el vampiro - Soy un yonki

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Maris_Glz<br />

amor. Veo su poder en tus ojos. Veo tu sufrimiento, tu pena, <strong>el</strong> amor que no puedes ocultar.<br />

Da media vu<strong>el</strong>ta, haré que me mires <strong>con</strong> esos ojos que lo desean; te haré escuchar.<br />

»—Basta ya, no prosigas... No te abandonaré. Estoy obligado <strong>con</strong>tigo, ¿no lo ves? No puedo<br />

darte esa mujer.<br />

»—¡Pero estoy luchando por mi vida! ¡Dám<strong>el</strong>a para que <strong>el</strong>la pueda ocuparse de mí,<br />

completar <strong>el</strong> disfraz <strong>con</strong> que debo vivir! ¡Y él entonces podrá tenerte! ¡Estoy luchando por mi<br />

vida!<br />

»Yo me negué.<br />

—No, no, es <strong>un</strong>a locura, es <strong>un</strong>a brujería —dije, tratando de desafarla—. Eres tú quien no<br />

quieres compartirme <strong>con</strong> él; eres tú quien quiere todo ese amor. Si no de mí, entonces de<br />

<strong>el</strong>la. Él tiene más poder que tú, te deja a <strong>un</strong> lado y eres tú quien quieres que él muera d<strong>el</strong><br />

mismo modo que Lestat. Pues bien, no me harás cómplice de esa muerte. ¡Te lo digo, no de<br />

esa muerte! Yo no la <strong>con</strong>vertiré a <strong>el</strong>la en <strong>un</strong>o de nosotros. ¡No <strong>con</strong>denaré a las legiones de<br />

seres humanos que morirán en sus manos! ¡Tu poder sobre mí ha terminado! ¡No lo haré!<br />

»Oh, si <strong>el</strong>la pudiera haberme comprendido.<br />

»Ni por <strong>un</strong> instante pude creer realmente en sus palabras <strong>con</strong>tra Armand: que, de ese<br />

distanciamiento que estaba más allá de la venganza, él pudiera desear egoístamente su<br />

muerte. Pero eso no signifcaba nada para mí en ese momento. Algo mucho más terrible, que<br />

yo podía comprender, estaba sucediendo; algo que sólo yo empezaba a comprender, algo<br />

<strong>con</strong>tra lo cual mi furia no era más que <strong>un</strong>a burla, <strong>un</strong> intento vacío de oponerme a <strong>un</strong>a<br />

vol<strong>un</strong>tad tenaz. Ella me odiaba, me detestaba, como <strong>el</strong>la misma lo había <strong>con</strong>fesado, y se me<br />

había encogido <strong>el</strong> corazón como si, al negarme ese amor que me había sostenido toda <strong>un</strong>a<br />

vida, me hubiese dado <strong>un</strong> golpe mortal. El cuchillo estaba allí. Yo me moría por <strong>el</strong>la, me moría<br />

por ese amor tal como me habría muerto aqu<strong>el</strong>la primera noche en que Lestat me la había<br />

entregado, la había hecho fjarse en mí y le había dicho mi nombre; ese amor que me había<br />

abrigado en <strong>el</strong> odio que sentía por mí mismo, que me había permitido existir. ¡Oh, cómo lo<br />

había comprendido Lestat! Y esta noche, por último, su plan había fracasado.<br />

»Pero algo superaba eso, en algún ámbito d<strong>el</strong> que yo desaparecía mientras caminaba de<br />

<strong>un</strong> lado a otro, <strong>con</strong> las manos abriéndose y cerrándose a mis costados, sintiendo no sólo <strong>el</strong><br />

odio en sus ojos líquidos: era su dolor. ¡Ella me había mostrado su dolor! Darme la<br />

inmortalidad <strong>con</strong> este disfraz desesperado, <strong>con</strong> esta forma indefensa. Me tapé los oídos <strong>con</strong><br />

las manos como si aún estuviera pron<strong>un</strong>ciando <strong>el</strong>la esas palabras, y se me derramaron las<br />

lágrimas. ¡Porque durante todos esos años yo había dependido totalmente de su cru<strong>el</strong>dad, de<br />

su absoluta carencia de dolor! Y dolor era lo que ahora me mostraba, <strong>un</strong> dolor innegable. Oh,<br />

cómo se hubiera reído de nosotros Lestat. Por eso <strong>el</strong>la me había clavado ese cuchillo. Porque<br />

él se habría reído. Para destruirme por completo, <strong>el</strong>la sólo necesitaba mostrarme ese dolor. La<br />

niña que yo había <strong>con</strong>vertido en vampira sufría. Su sufrimiento era igual al mío.<br />

»Había <strong>un</strong> ataúd en la otra habitación, <strong>un</strong>a cama para Mad<strong>el</strong>eine, a la que se retiró<br />

Claudia para dejarme a solas <strong>con</strong> lo que yo no podía soportar. Y di la bienvenida al silencio. En<br />

algún momento durante las pocas horas que quedaban de noche, me en<strong>con</strong>tré ante la ventana<br />

abierta sintiendo la lenta bruma de la lluvia. Brillaba en las ramas de los h<strong>el</strong>echos, sobre las<br />

dulces fores blancas que se inclinaban, se agachaban y por último quebraban sus tallos. Una<br />

alfombra de fores llenaba <strong>el</strong> pequeño balcón, <strong>con</strong> los pétalos suavemente golpeados por la<br />

lluvia. Entonces me sentí débil y completamente solo. Lo que esa noche había pasado entre<br />

nosotros dos no tenía ya remedio. Y lo que yo le había hecho a Claudia no podía deshacerse<br />

jamás.<br />

»Pero, para mi propia sorpresa, estaba vacío de todo remordimiento. Quizá fue la noche, <strong>el</strong><br />

ci<strong>el</strong>o sin estr<strong>el</strong>las, las lámparas <strong>con</strong>g<strong>el</strong>adas en la bruma lo que me daba <strong>un</strong> bienestar que no<br />

había solicitado y que, en ese vacío y en esa soledad, no sabía cómo recibir. "Estoy solo —<br />

pensaba—. Estoy solo." Parecía justo, perfecto y, en <strong>con</strong>secuencia, tenía <strong>un</strong>a forma agradable<br />

e inevitable. Me imaginé solo para siempre, como si al ganar esa fortaleza de <strong>vampiro</strong> la<br />

noche de mi muerte, hubiera abandonado a Lestat y jamás hubiera vu<strong>el</strong>to la mirada<br />

buscándolo, más allá de la necesidad de tenerlo a él o a cualquier otro a mi lado. Era como si<br />

la noche me hubiera dicho: "Tú eres la noche y únicamente la noche te comprende y te<br />

138

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!