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Situación de los Derechos Humanos en el Paraguay 2004
La Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) determinó a través de un
estudio con fotos satelitales que el cultivo de soja ocupa en la campaña de 2004 un total de 1.936.622,6
hectáreas. Estos datos señalan que el cultivo de este rubro tuvo un crecimiento de 386.622,6 hectáreas, ya
que en la campaña anterior se tenía que el área de cultivo de la soja abarcó 1.550.000 hectáreas.
Productores de soja de la zona de Repatriación expresaron su inquietud al entonces presidente del
Congreso, Carlos Mateo Balmelli, porque no pueden ejercer su derecho de propiedad. Hay un ambiente
enrarecido muy preocupante, señalaron y advirtieron que en la zona existe ausencia del Estado paraguayo.
El gobierno brasileño manifestó su preocupación por el anuncio campesino de expulsar a los extranjeros
que tienen grandes inversiones en tierras en el Paraguay. En noviembre del año pasado ya el canciller
brasileño, Celso Amorin, había advertido a la cancillería paraguaya de la tensión entre agricultores y
brasileños. La amenaza la hizo pública el dirigente campesino de San Pedro Elvio Benítez. Este
anunció que organizaciones campesinas impulsarán una campaña nacional para expulsar a extranjeros.
A principios de noviembre el nuevo embajador del vecino país, Valter Pecly Moreira, reiteró a las
autoridades paraguayas la preocupación de su gobierno por esa situación. A principios de junio se
publicaba el caso del asesinato de un brasiguayo y su guardia a escopetazos en Itakyry. La
información señalaba que un grupo de supuestos sintierras asesinó a sangre fía las dos personas y luego
quemó dos tractores, en tanto un maquinista huyó y salvó su vida. El hecho ocurrió en la localidad de
Ycúa Pora momentos en que el dueño del inmueble se encontraba abriendo un camino en el lindero de la
propiedad que los labriegos intentaron invadir casi un mes atrás del crimen. Las víctimas fueron
identificadas como Celso Pablo Lanzarín (42 años) y su custodio Albersio González (51). Tres integrantes
de una banda de supuestos sintierras sospechosos de haber ejecutado al colono y su custodio fueron
capturados por la Policía. Los detenidos fueron identificados como Alcides Ramoa Peralta, Juan Manuel
Brítez y Alcides Giménez Iriel. También fue detenido el cabecilla del grupo, Beato Giménez Escobar.
El gobierno del Brasil pidió castigo para los autores.
Productores nucleados en la Unión de Comunidades de Naranjito, departamento de Itapúa, reclamaron a las
autoridades seguridad para poder trabajar y producir tranquilos. Ante el creciente clima de inseguridad no
descartan recurrir a la defensa propia si son atacados y muchos piensan seriamente en vender sus chacras
y abandonar el país, para lo cual ya tomaron contacto con sus respectivas embajadas, según se
informaba por la prensa. Sostenían que la corrupción y la falta de interés del gobierno en atender la
problemática
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