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Situación de los Derechos Humanos en el Paraguay 2004
Según informe de la Dirección General de Migraciones hasta el 14 de octubre registró el ingreso de
1.685 solicitudes de admisión permanente y 460 solicitudes de admisión temporaria y sus prórrogas.
Se otorgaron un total de 2.407 admisiones permanentes y 429 admisiones temporarias y prórrogas.
SITUACIÓN DE PENITENCIARÍAS
A mediados de mayo la prensa publicaba datos sobre el número de reclusos en la principal cárcel del país,
Tacumbú. En ese penal había en ese tiempo 2.674 reclusos, de los cuales solo 513 tienen condena firme.
De los 2.674 reclusos, el 55 por ciento son reincidentes. De ese porcentaje, el 45 por ciento de los casos
corresponden a delitos contra el patrimonio. Agrega el informe que en Tacumbú hay 1.331 personas
recluidas por delitos contra el patrimonio (robo, asalto, abigeato, etc.), 493 detenidos por delitos contra
la integridad física (homicidio y lesión corporal), 183 presos por delitos contra la autonomía sexual y
169 recluidos por tráfico de drogas. Los demás internos soportan procesos por estafa, lesión de
confianza, producción de documentos no auténticos y extradición.
La cárcel de Tacumbú cuenta con cuatro pabellones de 400 celdas cada uno; son más de 2.600 los internos, un
promedio de 20 presos por celda. El penal cuenta con 90 guardias. Una fábrica de baldosa fue convertida en
dormitorio; una carpintería también fue convertida en una habitación, y una cancha de vóley también es
utilizada como dormitorio a cielo abierto.
No es una cuestión nueva afirmar que la cárcel de Tacumbú es un depósito humano donde los internos
viven como animales hacinados en una situación que multiplica el malestar o nerviosismo, elementos
propios para la generación de violencia. Esta prisión fue construida para albergar a 1.200 internos, pero a
principios de noviembre albergaba a 3.109 presos, en medio de un hacinamiento que es favorable para
transmisión de enfermedades y la generación de otros tipos de males como la violencia. El entonces
titular del centro penitenciario Julián Bemardet, comentaba que la solución del problema de
hacinamiento está en manos de los jueces, quienes son los verdaderos encargados de ordenar el lugar de
reclusión de los procesados. Señalaba que la mora judicial o la lentitud que se registran en los procesos
penales es otra de las causas del hacinamiento.
De un total de 486 presos entrevistados en Tacumbú por funcionarios del Ministerio de Justicia y
Trabajo, 127 reclusos están olvidados porque no tienen defensores públicos, ni conocen la situación de
sus respectivos procesos.
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