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Situación de los Derechos Humanos en el Paraguay 2004
El obispo de San Pedro, Mons. Femando Lugo, advirtió en ese tiempo que "se viene un nuevo marzo
paraguayo", con relación a la crisis social que azota al país y que cada vez se percibe un mayor agravamiento.
El obispo dijo que el presidente de la República debe tomar la iniciativa de convocar urgentemente a un pacto
social entre todos los sectores. "Debería darse cuenta (Nicanor) de que si persiste esta situación, el gran
perdedor será él". Agregaba que el clima social de zozobra y de alta temperatura en el país está instaurado, y si
el presidente no convoca de manera urgente para lograr un pacto social entre todos los sectores, se viene un
nuevo marzo paraguayo. Insistía en que la mafia se metió por atrás, y puede aprovecharlo para otros objetivos si
el Jefe de Estado no toma las medidas urgentes y correctas.
El sacerdote Félix Miranda aseguró a través de medios de prensa que la actividad de los delincuentes es
continua y que tendría la protección de poderosos "padrinos" vinculados al poder político. Según el
titular de las parroquias del sur del Ñeembucú, existiría complicidad de representantes de organismos
de control de Paraguay y Argentina que no son capaces de ver lo que todo el mundo ve en la frontera.
Incluso se menciona que las pistas ubicadas en lugares casi inaccesibles podrían ser utilizadas como
aguantadero de los secuestradores. La agilidad con que se desplazan los delincuentes en la zona, utilizando
aviones y veloces embarcaciones, facilita el "trabajo" de traslado de las víctimas de plagios y su permanente
"rotación" para evitar su localización. Precisamente una de las víctimas de secuestro, María Mercedes
Elizeche, había sido rescatada al note del departamento del Ñeembucú. El sacerdote lamenta la inacción de
las fuerzas de control que aparentemente estarían protegiendo las acciones ilícitas en el Ñeembucú y
que de la misma manera obrarían las autoridades argentinas.
La Conferencia Episcopal Paraguaya realizó a principios de noviembre su 172° asamblea. Concluyó
realizando severas críticas al Poder Ejecutivo por su incoherencia frente a importantes temas
relacionados con la vida del país y con el Poder Judicial, que se ve salpicado por continuos escándalos
de corrupción, nepotismo, tráfico de influencias, extorsión y otros vicios. Los obispos reclamaron
mayor seguridad para la población y la recuperación de las tierras mal habidas.
La situación que perciben es la siguiente: sigue siendo dramático y doloroso el vía crucis por el que
atraviesa la nación como consecuencia del aumento de la pobreza y la miseria, del aumento de la
violencia y la criminalidad que dejan en situación de vulnerabilidad, inseguridad y sin defensa a la
ciudadanía; la inseguridad se instaló no solamente en el ámbito social, sino sobre todo en la sicología, la
violencia pasó a formar parte de nuestra vida cotidiana; la incoherencia del Poder Ejecutivo confunde y
crea desconfianza hacia las intenciones y las acciones del Gobierno; el Poder Legislativo debe asumir una
actitud mucho más responsable y activa para proponer proyectos de leyes que den respuestas a las
necesidades y aspiraciones de la sociedad; los cambios en el Poder Judicial no han
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