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Comité de Iglesias
Paiva, su hijo Víctor Daniel Paiva, cuatro guardias de seguridad y con el cargo de homicidio de auxilio contra
Humberto Casaccia. "Se constató negligencia en el mantenimiento de la chimenea y del sistema de
alarma contra incendio", expresaba igualmente parte de la conclusión de la Fiscalía.
Esta tragedia desnudó también la situación de inseguridad en que se encuentran la gran mayoría de los
supermercados de la zona metropolitana, así como de edificios donde alberga a importante número de
personas. Recién a partir de este luctuoso suceso la Municipalidad se decidió a realizar el trabajo que
siempre debió haber hecho y por el cual venía cobrando millonaria suma de dinero en concepto de canon por
revisión y fiscalización de los sistemas de seguridad de edificios y centros comerciales año tras año.
El proyectista del edificio que albergaba al supermercado Ycua Bolaños Botánico asegura que el sistema de
salidas de emergencia funcionó, pero que se convirtió en una trampa mortal porque las puertas estaban
cerradas. El arquitecto Bernardo Ismachowiez aseguró que el sistema de provisión de gas, en el patio de
comidas, se instaló siguiendo patrones de seguridad aceptables.
Como consecuencia de la tragedia los centros hospitalarios se llenaron de pacientes, tanto del sector
público como privado. Llegaron muestras de solidaridad de todos los sectores de la sociedad y de varios
países extranjeros, especialmente costosos insumes para los cientos de heridos graves que generó el
siniestro.
En el barrio Trinidad, aledaño al local comercial siniestrado, el luto envolvió a mucha gente. La mayoría de las
víctimas fatales fueron de esa zona. En algunos locales escolares también se sintió la pérdida de alumnos,
incluso de profesores. Según el relevamiento realizado por el Ministerio de Educación y Cultura, fueron unas
treinta y cinco, entre escuelas y colegios, las instituciones educativas afectadas directamente por la tragedia en
el supermercado. Eso significa que tuvieron pérdidas de alumnos, docentes o padres y hermanos.
Donaciones de medicamentos se recibieron de varios países para atender el costoso y largo tratamiento
a los heridos del siniestro. En el manejo de las donaciones no podía ser que todo sea trasparente, pues se
denunciaron malos manejos en las donaciones de dinero que generó la tragedia. Familiares de víctimas se
quejaron de eso en varias ocasiones. También se detectó en una farmacia la comercialización de
medicamentos costosos que se habían donado para las víctimas del incendio.
La tragedia del 1 de agosto dejó un total de 132 niños huérfanos, 1.071 hogares afectados y 66 adultos
desempleados inmediatos, según cifras reveladas por el Consejo de Emergencia Nacional tres semanas
después del incendio. En ese tiempo se dieron a conocer algunas
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