EL PADRENUESTRO Y EL CREDOporque en medio <strong>de</strong> las lenguas <strong>de</strong> carne existe una sola en la fe d<strong>el</strong> corazón”366 . “Un solo hombre hablaba las lenguas <strong>de</strong> todos los pueblos: heaquí simbolizada la unidad en los idiomas <strong>de</strong> todas las naciones. Tambiénaquí se nos intima la unidad <strong>de</strong> la Iglesia Católica difusa por todo <strong>el</strong>orbe!” 367La unidad, entonces, en la Iglesia no es uniformidad; pues, “en ladiversidad <strong>de</strong> las lenguas <strong>de</strong> carne existe una sola en la fe d<strong>el</strong> corazón.” Poresta razón, <strong>el</strong> gozo <strong>de</strong> la Iglesia es saberse madre <strong>de</strong> los hombres que vienen<strong>de</strong> diversas partes; con sus formas <strong>de</strong> expresarse, <strong>de</strong> reaccionar y <strong>de</strong> c<strong>el</strong>ebrar.Todo esto enriquece y favorece: “Ovejas multicolores eran <strong>el</strong> salario <strong>de</strong>Jacob (Gén. 30,32); y salario <strong>de</strong> Cristo, los hombres <strong>de</strong> abigarradas y diferentesnaciones se congregan en único redil <strong>de</strong> la fe; según se lo prometió<strong>el</strong> <strong>Padre</strong> al <strong>de</strong>cir: ‘Pí<strong>de</strong>me y te daré las naciones por herencia tuya y los confines<strong>de</strong> la tierra por dominio tuyo’ (Ps. 2,8)” 368 .3. Unidad cultual.La Iglesia congregada manifiesta que es un solo corazón y una solaalma en <strong>el</strong> culto a Dios: “Porque la Iglesia es una y uno <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> Cristo,no hay sacrificio legítimo ni agrada a Dios si no se hace en la Iglesia” 369 .“(En la noche <strong>de</strong> Pascua) cada familia toma una oveja y los participantes sereúnen por tribus en una casa. También nosotros, como divididos por subsistiren una naturaleza individual, nos reunimos en Cristo en una unida<strong>de</strong>spiritual: ¡Tenemos una sola alma y un solo corazón! (Cfr. Act. 4,32)” 370 .* * *En este artículo <strong>de</strong> nuestra fe proclamamos, a<strong>de</strong>más, que la unida<strong>de</strong>clesial está promovida, orientada y garantizada por cada uno <strong>de</strong> los miembros<strong>de</strong> esta comunidad.1. Por la persona d<strong>el</strong> Papa y <strong>de</strong> los ObisposLos principales responsables <strong>de</strong> congregar a la comunidad son aqu<strong>el</strong>losasignados por Dios para ser principio <strong>de</strong> unidad. Principio que se hacevisible en la figura <strong>de</strong> Pedro: “Las palabras d<strong>el</strong> Señor a Pedro (cfr. Mt. 16,18s)(…Muestran, que Cristo) edifica su Iglesia sobre uno, encomendándole queapaciente sus ovejas. Y aunque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la resurrección confiere <strong>el</strong>mismo po<strong>de</strong>r a todos los apóstoles (cfr. Jn. 20,21-23) (…); sin embargo, paramanifestar la unidad (estableció una cátedra y ) <strong>de</strong>cidió con su autoridad,que <strong>el</strong> origen <strong>de</strong> la unidad proviniese <strong>de</strong> uno solo. Cierto que los <strong>de</strong>másapóstoles eran lo que era Pedro: estaban dotados como Pedro <strong>de</strong> la mismaPropiedad <strong>de</strong> CENACAT366 Augstín <strong>de</strong> Hipona, Enarraciones sobre los Salmos 54,11-12.367 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. 268,1 en Obras completas <strong>de</strong> san Agustín XXIV... op. cit.368 Ireneo <strong>de</strong> Lyon. Adv. Haer. IV, 21,3.369 Cirilo <strong>de</strong> Alejandría, De adoratione in spiritu et veritate Lib. XIII, PG 68, 879B.370 Cirilo <strong>de</strong> Alejandría, De adoratione in spiritu et veritate Lib. XVII, PG 68, 1067B.100
dignidad y po<strong>de</strong>r. Pero <strong>el</strong> principio nace <strong>de</strong> la unidad y la cátedra <strong>de</strong>Jesucristo (…). Esta unidad <strong>de</strong> la Iglesia está prefigurada por <strong>el</strong> Espíritu Santo,cuando dice: ‘una sola es mi paloma, mi hermosa es única <strong>de</strong> su madre, la <strong>el</strong>egida<strong>de</strong> <strong>el</strong>la.’ (Cant. 6,8) Quien no guarda esta unidad <strong>de</strong> la Iglesia, ¿va a creerque guarda la fe? Quien resiste obstinadamente a la Iglesia, quien abandonala cátedra <strong>de</strong> Pedro sobre la cual está cimentada la Iglesia, ¿pue<strong>de</strong> confiarque está en la Iglesia?” 371La principal y suprema función <strong>de</strong> Pedro está en ser un signo <strong>de</strong>unidad. Confirmar a la Iglesia como una familia, capaz <strong>de</strong> superar divisionesy separaciones; convocar a los hombres para que no llamen impuro lo queDios ha santificado 372 . Junto a esta función <strong>de</strong> unificar a la familia cristiana,Pedro representa en su persona la comunión <strong>de</strong> la Iglesia y su pluralidad; él<strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> que sus posiciones no se vean parcializadas, perjudicandola unidad <strong>de</strong> la comunidad cristiana:“<strong>El</strong> r<strong>el</strong>ato evangélico (…) sobre <strong>el</strong> Señor caminando sobre lasaguas d<strong>el</strong> mar y sobre Pedro caminando sobre las mismas, <strong>el</strong>cual, temiendo, vaciló, hundiéndose por <strong>de</strong>sconfiar, salió aflote por confesar (cf. Mt. 14,22-33), nos invita a enten<strong>de</strong>rpor <strong>el</strong> mar <strong>el</strong> mundo presente, viendo más bien en Pedro ala figura <strong>de</strong> la Iglesia única. Pues, <strong>el</strong> mismo Pedro, primeroen la jerarquía <strong>de</strong> los apóstoles y prontísimo en <strong>el</strong> amor <strong>de</strong>Cristo, respon<strong>de</strong> muchas veces él solo por todos. Preguntando<strong>el</strong> Señor Jesucristo por quién le tenían los hombres, y respondiendolos discípulos las variadas respuestas <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>los,interrogó <strong>de</strong> nuevo <strong>el</strong> Señor: ‘Y vosotros, ¿quién <strong>de</strong>cís que soyyo?’ Pedro contestó: ‘Tú eres <strong>el</strong> Mesías, <strong>el</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios vivo’; élsolo respon<strong>de</strong> en nombre <strong>de</strong> todos. La unidad en la pluralidad(…) Pedro es <strong>el</strong> pueblo cristiano” 373 .Pedro une en la medida que él sea figura <strong>de</strong> los fuertes y <strong>de</strong> los débiles;<strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>los que confían, y <strong>de</strong> los que tiemblan, <strong>de</strong> los que flaquean y<strong>de</strong> los que no temen a la muerte. En todo caso, ser un signo <strong>de</strong> quienesencuentran en Cristo la Piedra sobre la cual fundamentar su propia vida ysu historia: “…y añadió <strong>de</strong>spués: ‘Yo te digo…’ como diciendo: Por habermedicho: ‘Tú eres <strong>el</strong> Mesías, <strong>el</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios vivo’. Yo a mi vez te digo: ‘ Tú eresPedro’ antes se llamaba Simón, dándole <strong>el</strong> Señor <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> ‘Pedro’, paraque pudiera figurar y representar a la Iglesia; porque Cristo es la ‘Piedra’ (cfr.Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS371 Cipriano, De la unidad <strong>de</strong> la Iglesia 4.372 “¿Quieres ver ahora una casa bien amueblada? Sigue a Pedro, que se dirige a la parte alta <strong>de</strong> lacasa, cuando siente hambre (cfr. Act. 10,9-10). Allí conoció <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> laIglesia, con lo que entendió que no era inmundo, como él creía, aqu<strong>el</strong> pueblo gentil, al que lafe pue<strong>de</strong> limpiar <strong>de</strong> toda mancha”. Ambrosio <strong>de</strong> Milán, Tratado sobre <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> san LucasVIII, 42.373 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. 76. Traducción <strong>de</strong> Santos Sabugal, <strong>El</strong> <strong>Credo</strong>. La fe la Iglesia... op. cit.910. También se encuentra <strong>el</strong> texto en Obras completas <strong>de</strong> san Agustín X (Edición preparada porAmador d<strong>el</strong> Fueyo, Madrid, 1952).101