EL PADRENUESTRO Y EL CREDOsión <strong>de</strong> fe en lo divino y en las obras que <strong>de</strong> Dios se <strong>de</strong>rivan. En efecto, nose pue<strong>de</strong> creer en las creaturas como si fuera Dios. Para él, <strong>el</strong> movimientoque <strong>el</strong> hombre hace para unirse a las verda<strong>de</strong>s absolutas <strong>de</strong>be dirigirse sóloa Dios. Por eso creemos en Dios <strong>Padre</strong>, en <strong>el</strong> Hijo y <strong>el</strong> Espíritu Santo. Sinembargo, cuando llegamos a la Iglesia y a los otros artículos hacemos laconfesión <strong>de</strong> que existe la Iglesia, <strong>el</strong> perdón, la resurrección y la vida eterna,sin proclamarla como objeto culminante <strong>de</strong> adoración. Es <strong>de</strong>cir, la confesamosno como si fuera Dios sino como obras realizadas por Él. De estemodo, a la vez que se distingue la Creatura d<strong>el</strong> Creador y lo divino <strong>de</strong> lohumano, se reconoce su mutua compenetración 341 .Lo anterior lo sintetiza <strong>el</strong> Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica 750 así:“Creer que la Iglesia es ‘Santa’ y ‘Católica’, y que es ‘Una’‘Apostólica’ (como aña<strong>de</strong> <strong>el</strong> Símbolo Nicenoconstantinopolitano)es inseparable <strong>de</strong> la fe en Dios, <strong>Padre</strong>, Hijo y Espíritu Santo. En<strong>el</strong> Símbolo <strong>de</strong> los Apóstoles, hacemos profesión <strong>de</strong> creer queexiste una Iglesia Santa (‘<strong>Credo</strong>... Ecclesiam’), y no <strong>de</strong> creer enla Iglesia para no confundir a Dios con sus obras y para atribuirclaramente a la bondad <strong>de</strong> Dios todos los dones que ha puestoen su Iglesia (cf. Catech. R. 1,10,22).”No <strong>de</strong>bemos creer en la Iglesia como si fuera Dios, pero sí <strong>de</strong>bemossituarla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las obras d<strong>el</strong> Espíritu Santo, lo que significa confesar que<strong>el</strong>la es <strong>el</strong> lugar ‘don<strong>de</strong> florece <strong>el</strong> Espíritu’ 342 . Por esto, la Iglesia <strong>de</strong>be sercreída, pues ‘<strong>el</strong> que cree en <strong>el</strong> Creador, cree también en la obra d<strong>el</strong>Creador’ 343 , según la misma advertencia d<strong>el</strong> Señor: ‘Si a mí no me creéis,creed al menos a mis obras’ (Jn. 10,38)La Iglesia es obra d<strong>el</strong> Espíritu y por ser su obra está marcada poraqu<strong>el</strong>lo que es propio d<strong>el</strong> Espíritu: <strong>el</strong> ser vínculo <strong>de</strong> caridad. La Iglesia es lacomunidad <strong>de</strong> hombres y mujeres que se han vinculado para entrar enaqu<strong>el</strong>las r<strong>el</strong>aciones divinas <strong>de</strong> generosidad, acogida y comunión; sus miembros,<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las limitaciones humanas, logran ser sacramento <strong>de</strong> laTrinidad. Por este motivo, con justa razón, se le llama a la Iglesia con las<strong>de</strong>nominaciones “Madre <strong>de</strong> todos nosotros” y “<strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo”.* * *Propiedad <strong>de</strong> CENACAT94341 “En efecto, los siguientes artículos d<strong>el</strong> símbolo (…) no dicen: ‘´En la Santa Iglesia’ (en latín: insanctam Ecclesiam) ni en <strong>el</strong> perdón <strong>de</strong> los pecados ‘ni en la resurrección <strong>de</strong> la carne’. Pues sihubiese añadido la preposición ‘en’, uno y <strong>el</strong> mismo habría sido <strong>el</strong> significado con los artículosprece<strong>de</strong>ntes. Por <strong>el</strong> contrario, mientras que en los artículos que tratan <strong>de</strong> la fe en la divinidad,se dice: ‘En Dios <strong>Padre</strong>’ (In Deo Pater) y ‘en Jesucristo su Hijo’ (in Jesu Christo Filio) y en <strong>el</strong>Espíritu Santo, en los referentes no a la divinidad sino a las creaturas y a los misterios <strong>de</strong>salvación, no se aña<strong>de</strong> la preposición ‘en’, para <strong>de</strong>cir ‘en la santa Iglesia’, sino que hay que creeren la Iglesia no como si fuera Dios sino como Iglesia congregada por Dios; así se <strong>de</strong>be creer ‘<strong>el</strong>perdón <strong>de</strong> los pecados’, no ‘en <strong>el</strong> <strong>de</strong> la carne’. Así, mediante esta preposición se distingue alCreador <strong>de</strong> las creaturas y lo divino se separa <strong>de</strong> lo humano”. Rufino <strong>de</strong> Aquileia, Exp. Symb.34342 Hipólito <strong>de</strong> Roma, La tradición apostólica 35 (Traducción hecha por <strong>el</strong> grupo <strong>de</strong> traductores d<strong>el</strong>a Editorial Lumen, Buenos Aires, 1990).343 Ambrosio <strong>de</strong> Milán, Expla. Symb. PL17,1195.
1. La Iglesia es <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> CristoLa figura d<strong>el</strong> Cuerpo para referirla a la Iglesia es bíblica: “las divinasletras dicen que la Iglesia entera es <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo”344. La expresiónnos ayuda a compren<strong>de</strong>r muchas verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la fe. La Iglesia es llamadaCuerpo por ser Misterio <strong>de</strong> la unidad; esto es, porque sus miembros estánunidos entre sí comunicándose vida y fuerza; no hay miembro que no tengaen la complejidad d<strong>el</strong> cuerpo <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> dar y <strong>de</strong> recibir: “No busquen <strong>el</strong>Espíritu Santo, sino <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo (…) <strong>El</strong> Pan es sacramento <strong>de</strong> la unidad,pues dice <strong>el</strong> Apóstol: ‘Porque aun siendo muchos, un solo pan y un cuerposomos ’ (1 Cor. 10,17). Sólo la Iglesia Católica es <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo, y Cristoes la cabeza y <strong>el</strong> Salvador <strong>de</strong> su Cuerpo. Fuera <strong>de</strong> este Cuerpo, a nadie vivifica<strong>el</strong> Espíritu Santo; ya que, como dice <strong>el</strong> mismo Apóstol: ‘La caridad <strong>de</strong>Dios se ha difundido en nuestros corazones por <strong>el</strong> Espíritu Santo, que nosha sido dado’ (Rom. 5,5). No será partícipe <strong>de</strong> la divina caridad, quien esenemigo <strong>de</strong> la unidad. Y así no tienen <strong>el</strong> Espíritu Santo, los que están fuera<strong>de</strong> la Iglesia (…) Luego, quien quiera tener <strong>el</strong> Espíritu Santo, que entre en laIglesia” 345 .La unidad <strong>de</strong> este Cuerpo está activada por la vida <strong>de</strong> CristoResucitado; y así como <strong>el</strong> alma vivifica y mueve al cuerpo “<strong>el</strong> cual por naturalezano pue<strong>de</strong> moverse por sí mismo <strong>de</strong> manera viva, así <strong>el</strong> Logos,moviendo y activando hacia <strong>el</strong> cumplimiento <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>beres <strong>el</strong> Cuerpoentero que es la Iglesia, mueve a cada uno <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> <strong>el</strong>la, loscuales nada hacen fuera d<strong>el</strong> Logos” 346 .Y <strong>de</strong>cimos que es <strong>el</strong> Logos quien vivifica <strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo, puesla Gracia (=Espíritu Santo) que se difundió en los labios d<strong>el</strong> Maestro se<strong>de</strong>rramó, a modo <strong>de</strong> herencia, en todos sus miembros 347 . Esta riqueza que<strong>de</strong>scien<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cabeza posibilita que aun cuando haya muchos hombres,hay un solo hombre; que aún cuando haya muchos cristianos, hay un soloCristo: “Estos cristianos, con su cabeza que subió al ci<strong>el</strong>o son un solo Cristo.No es uno y nosotros muchos, sino que, siendo muchos en Aquél que esuno, somos uno” 348 .Tertulliano explica esta unidad <strong>de</strong> la Iglesia como un cuerpo así:Propiedad <strong>de</strong> CENACAT“Los cristianos somos un cuerpo, por la conciencia <strong>de</strong> r<strong>el</strong>igión,por la unidad <strong>de</strong> disciplina y por la asociación <strong>de</strong> laesperanza” 349 .MEDITACIONES PARA CATEQUISTAS344 Orígenes, Contra C<strong>el</strong>so VI, 48.345 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Epístola a Bonifacio 185,50 en Obras completas <strong>de</strong> san Agustín XI (Ediciónpreparada por F. Lope Cilleru<strong>el</strong>o, Madrid, 1963)346 Orígenes, Contra C<strong>el</strong>so VI,48.347 Procopio <strong>de</strong> Gaza, Commentarium in Isaiam XI PG 87,2042.348 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Enarraciones sobre los salmos 127,3 en Obras completas <strong>de</strong> san AgustínXXII... op. cit.349 Tertulliano, Apolog. 39,1.95