12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Esta petición ha sido objeto <strong>de</strong> precisos comentarios por parte <strong>de</strong> los<strong>Padre</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia. Los comentarios mejor logrados son los <strong>de</strong> Orígenes.Dice <strong>el</strong> teólogo alejandrino:“Estas palabras pue<strong>de</strong>n dar a enten<strong>de</strong>r o que todavía no seha obtenido para sí aqu<strong>el</strong>lo por lo que se ora, o que se <strong>de</strong>bepedir la conversión <strong>de</strong> algo que no es permanente, es claro,en todo caso, que, según Mateo y Lucas, somos invitados a<strong>de</strong>cir “santificado sea tu nombre” como si realmente todavíano hubiera sido santificado <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios, como si nolo tuviera ya. Y preguntará alguien: ¿Cómo es estoposible?” 45 .Orígenes hace una brillante observación. Si se pi<strong>de</strong> que <strong>el</strong> nombre<strong>de</strong> Dios sea santificado es porque aún existe la triste constatación <strong>de</strong> que sunombre no es santificado en <strong>el</strong> mundo; que todavía se da la profanación 46o lo que es lo mismo <strong>de</strong>cir que se toma <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios en falso porquese aplica la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Dios a cosas totalmente impropias:“Pues <strong>el</strong> que aplica <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios a cosas que no conviene,toma <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios en vano” 47 .Esto significa que <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios no se pue<strong>de</strong> instrumentalizar,o usurpar <strong>el</strong> misterio sagrado d<strong>el</strong> Otro, que en este caso es <strong>el</strong> mismo Dios.Utilizar <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios para cosas que no nos convienen es preten<strong>de</strong>rmanipularlo a Él. Dios es cercano al hombre, pero no se pue<strong>de</strong> encerrar enestructuras sociales o r<strong>el</strong>igiosas, ni tampoco se pue<strong>de</strong> reducir a meros conceptosacadémicos.Santificar a Dios es amarlo por ser Él quien es y no por lo que nospue<strong>de</strong> servir. Por eso <strong>el</strong> hombre santifica a Dios no sólo cuando sabe reconocerlos beneficios con los que Dios lo enriquece 48 , sino también cuandollega a obtener “una i<strong>de</strong>a verda<strong>de</strong>ra y sublime <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s divinas’’ 49 .Así lo enseña san Agustín cuando, en sus homilías sobre <strong>el</strong> Sermón <strong>de</strong> laMontaña, dice que santificar <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios es conocerlo a Él y conociéndololo puedan amar y evitar ofen<strong>de</strong>rle 50 .Cuando <strong>el</strong> creyente sabe que Dios es santificado, respetado, confiesa<strong>el</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> santificar a todas las personas, las cosas, las institu-Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS45 Orígenes, De orat. 24,1.46 ‘‘Lo digamos o no lo digamos, santo es por naturaleza <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios. Pero ya que en losque pecan es profanado (...) suplicamos que en nosotros sea santificado <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios”.Cirilo <strong>de</strong> Jerusalén , Cateq. XXIV, 12.47 Orígenes, De orat. 24, 3.48 ‘‘Santificar <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios es reconocer, o que reconozcan los beneficios con los que Diosenriquece a todo hombre y que hace que se le <strong>de</strong>ba un reconocimiento en todos los lugares yen todos los momentos”. Tertulliano, De orat. III PL 1, 125849 Orígenes, De orat. 24, 5.50 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. in mont. II, V, 19.19

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!