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El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

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EL PADRENUESTRO Y EL CREDOdos <strong>de</strong> todo lo material que se refiera al alimento, bien sea al vestido, biensea a todo lo que exigen las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada día” 390 .La sangre, finalmente, <strong>de</strong>rramada por los mártires es <strong>el</strong> testimonioque posee la Iglesia <strong>de</strong> que vivir bajo los valores supremos y no bajo losvicios <strong>de</strong> la historia. Al mártir, mejor que a nadie, le <strong>de</strong>bemos <strong>el</strong> habernos<strong>de</strong>jado la prueba <strong>de</strong> que es posible vencer todo <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n hedonista en lasr<strong>el</strong>aciones humanas, vencer la avaricia y preferir la ayuda a cometer abiertasinjusticias, vencer la soberbia que margina al pobre y al necesitado y optarpor la compasión que nos lleva a dar testimonio, no sólo con las palabras,sino con los hechos (Mt. 7,21; Jn. 12,49) 391 .Mejor será <strong>el</strong> servicio si al mundo se le habla con la verdad. Cuandose le anuncia que vivir diferente (= santamente) no es una victoria ya adquirida,sino una lucha que tiene asegurada su victoria. Pues aun cuando seprocura vivir en la perfecta comunión y familiaridad, siempre se presentan en<strong>el</strong> seno <strong>de</strong> esta comunidad situaciones dolorosas <strong>de</strong> dispersión, <strong>de</strong> ruptura…<strong>de</strong> pecado: “Quienes (…) por su mala voluntad aña<strong>de</strong>n a sus antiguos pecadosotros aún más graves, se les tolera, en verdad, en <strong>el</strong> campo d<strong>el</strong> Señor y s<strong>el</strong>es <strong>de</strong>ja crecer con las buenas semillas, hasta que llegue <strong>el</strong> tiempo <strong>de</strong> separarla cizaña d<strong>el</strong> grano bueno (cf. Mt. 13,40-43). O si por <strong>el</strong> nombre cristianosque llevan se les pue<strong>de</strong> asemejar a la paja más que a las espinas, no tardaráen llegar <strong>el</strong> que limpia la era, y entonces separará la paja d<strong>el</strong> grano (cfr. Mt.3,12 par), y a cada parte dará lo que merece con suma equidad” 392 .No po<strong>de</strong>mos negar que “es necesario, por tanto, que en la red <strong>de</strong>toda la Iglesia haya (cristianos) buenos y malos;” 393 que en la Iglesia terrestreuno es trigo y otro es paja; ciertamente allí la paja no lo es por su propiavoluntad como tampoco <strong>el</strong> trigo lo es por su libre albedrío, mientras queaquí <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti ser trigo o paja. Todo esto <strong>de</strong>be enseñarnos por lo <strong>de</strong>más,que nadie <strong>de</strong>be escandalizarse al ver a un pecador en nuestras congregaciones,diciendo:“¡Un pecador en la congregación santa!; si esto está permitido,si es lícito esto, ¿por qué no voy a pecar yo? Mientrasestamos en <strong>el</strong> siglo presente, en la era y en la red (<strong>de</strong> laIglesia) existen buenos y malos teniendo lugar la separacióncuando venga Cristo” 394 .Propiedad <strong>de</strong> CENACATSin embargo, aún cuando seamos conscientes <strong>de</strong> que en la “Iglesiahay cizaña, (…) nuestra fe y caridad no <strong>de</strong>ben estar tan cohibidas”, 395 nipara separarnos <strong>de</strong> la Iglesia ni para creer y confesar que sea imposible crearuna comunión en la que los criterios <strong>de</strong> la familia divina sean absolutamente106390 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Costumbres <strong>de</strong> la Iglesia Católica I,31,67.391 Ambrosio <strong>de</strong> Milán, Expositio in Psalmum CXVIII, 20 PL 15,1341.392 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Costumbres <strong>de</strong> la Iglesia Católica 76.393 Orígenes, Om<strong>el</strong>ie su Ezechi<strong>el</strong>e I, 11 (Traduzione, introduzione e note a cura di Normando394Antoniono, Roma, 1987).Orígenes, Om<strong>el</strong>ie su Ezechi<strong>el</strong>e I, 11.395 Cipriano, Epístola a Máximo 54,III,1 en Obras <strong>de</strong> san Cipriano... op. cit.

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