12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

otro nombre (Ex. 3,13.14). A nosotros nos fue rev<strong>el</strong>ado en <strong>el</strong>Hijo. Pues antes d<strong>el</strong> Hijo no existe <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> <strong>Padre</strong>. “Yohe venido, dijo, en nombre <strong>de</strong> Mi <strong>Padre</strong>” (Jn. 5,43). Y <strong>de</strong>nuevo: “¡<strong>Padre</strong>, glorifica tu Nombre”! (Jn. 12,28)”22.<strong>El</strong> Antiguo Testamento había escuchado, en toda su trayectoria, <strong>el</strong>nombre <strong>de</strong> Yahveh. Esto es, oyó <strong>el</strong> “Yo Soy” o “Yo estoy aquí como”, perono fue capaz <strong>de</strong> ponerle un predicado <strong>de</strong>finitivo a esta frase; y, por estarazón se intentaron varios predicados justos: Yo soy <strong>el</strong> Señor, <strong>el</strong> Hacedor, <strong>el</strong>que soy, Fortaleza. Sin embargo, es sólo con la predicación <strong>de</strong> Jesús que <strong>el</strong>nombre “<strong>Padre</strong>” se convierte en <strong>el</strong> contenido <strong>de</strong> lo predicado. <strong>El</strong> “Yo soy”tiene ahora un predicado necesario para ser plenamente conocido: “Yo soy<strong>Padre</strong>”, “Yo estoy en medio <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s como <strong>Padre</strong>”.Cuando Jesús nos enseña a invocar a Dios como <strong>Padre</strong>, no sólo nosdice quién es Él 23 , sino también qué significa para nosotros que Dios seanuestro <strong>Padre</strong>. Según la exégesis <strong>de</strong> los <strong>Padre</strong>s, al llamar a Dios <strong>de</strong> estemodo, <strong>el</strong> cristiano que ha sido incorporado por Cristo al Misterio <strong>de</strong> la filiación24 está haciendo una verda<strong>de</strong>ra profesión <strong>de</strong> fe que lo afecta a él y a los<strong>de</strong>más.Confesar a Dios como <strong>Padre</strong> es reconocer ante todo que <strong>el</strong> hombrees <strong>el</strong> objeto <strong>de</strong> las preocupaciones por parte <strong>de</strong> quien lo creó. Al convertirloen objeto <strong>de</strong> especial atención, Dios ha conquistado al hombre para sí;por eso quien llama al Hacedor Abbá o se sabe hijo es consciente <strong>de</strong> quees hombre nuevo, un hombre restituido a Dios y, por tanto, regenerado 25 .De modo que <strong>el</strong> Señor traduce o expresa su amor en perdón.<strong>El</strong> genio <strong>de</strong> Migu<strong>el</strong> Áng<strong>el</strong> Buonarotti plasmó la dramática escena d<strong>el</strong>hombre caído, <strong>de</strong> Adán y Eva, <strong>de</strong>spués d<strong>el</strong> pecado. Los rostros <strong>de</strong> los primerospadres eran antes <strong>de</strong> la caída juveniles, inocentes e infantiles, niñossi se quiere; pero, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber probado <strong>el</strong> fruto prohibido, <strong>el</strong> hombreaparece dirigiendo la mirada a la tierra, ya no al ci<strong>el</strong>o, sus brazos semicaídosy sus rostros arruinados; <strong>el</strong> hombre aparece <strong>de</strong>smoronado y <strong>de</strong>struido;su rostro langui<strong>de</strong>cido, pues ha sido arruinado por <strong>el</strong> pecado. Pero, cuando<strong>el</strong> hombre no osaba volver <strong>el</strong> rostro al ci<strong>el</strong>o, cuando sólo tenía ojos para latierra, recibió la gracia <strong>de</strong> Cristo, le fueron perdonados los pecados y <strong>de</strong> malsiervo que era fue hecho buen hijo 26 .Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS22 Tertulliano, De orat. III PL 1, 1257-1258. También Orígenes en <strong>el</strong> De orat. 22, 1 (Introd., trad.y notas por T. H. - Martín, Salamanca 1991) indica: “Bien merece la pena examinar atentamente<strong>el</strong> Antiguo Testamento por ver si en él se encuentra alguna oración don<strong>de</strong> se llama a Dios ‘<strong>Padre</strong>’.Hasta ahora, aunque lo he buscado cuidadosamente, no he hallado nada. No quiero <strong>de</strong>cir quea Dios no se le llama <strong>Padre</strong> y que no se ha llamado hijos <strong>de</strong> Dios a cuantos creen en Él. Peroen ningún lugar he visto <strong>el</strong> atrevimiento confiado con que <strong>el</strong> Salvador invoca a Dios como<strong>Padre</strong>.” En algunas ocasiones preferimos la traducción <strong>de</strong> S. Sabugal, <strong>El</strong> <strong>Padre</strong>nuestro…23 ‘‘Asimismo, en <strong>el</strong> <strong>Padre</strong> es invocado <strong>el</strong> Hijo” Tertulliano, De orat. II PL 1, 1256.24 Cfr. Orígenes, De orat. 22,4.25 “<strong>Padre</strong>” dice en primer lugar <strong>el</strong> hombre nuevo, regenerado y restituido a su Dios por la gracia,porque ya ha empezado a ser hijo”. Cipriano, De dom orat. 9.26 ‘‘Hombre no osabas volver tu rostro al ci<strong>el</strong>o, dirigías tus ojos a la tierra y, súbitamente, recibiste15

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!