El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
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EL PADRENUESTRO Y EL CREDOtación 124 . Por esta razón, <strong>de</strong>bemos orar no para estar libres <strong>de</strong> tentaciones,lo cual es imposible, “si no para que en la tentación no caigamos comosuce<strong>de</strong> a quienes son vencidos y quedan atrapados en <strong>el</strong>la” 125 . La respuesta<strong>de</strong> Dios ante la súplica: “no nos <strong>de</strong>jes caer en la tentación y líbranos d<strong>el</strong> mal”,es la ayuda que se experimenta para no abatirnos en medio <strong>de</strong> la tribulación;pues “estar en tribulación según la fórmula hebrea, significa un estadoque sobreviene in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la voluntad, mientras que <strong>el</strong> abatimientose dice <strong>de</strong> quien ce<strong>de</strong> espontáneamente ante la tribulación, <strong>de</strong>jándonosvencer por <strong>el</strong>los” 126 .Finalmente, al pedir al Señor que nos libre <strong>de</strong> caer en la tentaciónnos enseña que quien no está dispuesto a combatir, a luchar 127 , a resistir, nose atreva a salir al escenario <strong>de</strong> la historia, don<strong>de</strong> vencen los que por graciareconocen a Dios como su fuerza y sobre todo como aquél que <strong>de</strong>be seramado por encima <strong>de</strong> lo que nos pue<strong>de</strong> ser más querido.* * *A modo <strong>de</strong> conclusiónLa Iglesia se sabe Madre, y no sólo porque genera hijos sino tambiénporque enseña a los hombres a reconocer a Dios como <strong>el</strong> <strong>Padre</strong> <strong>de</strong> todos(LG 65) 1281 . La <strong>Catequesis</strong>, en este sentido, es un acto maternal <strong>de</strong> la comunidadcristiana; esta acción <strong>de</strong> la Iglesia va dirigida con especial atención alos adultos.Ser adulto es una vocación, y la realización <strong>de</strong> esta llamada, muchasveces se ve obstaculizada por las diversas oscurida<strong>de</strong>s d<strong>el</strong> hombre y <strong>de</strong> lasociedad. De modo general, po<strong>de</strong>mos indicar algunas <strong>de</strong> <strong>el</strong>las como la“enorme <strong>de</strong>sigualdad en <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la tierra, <strong>el</strong> <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> lafamilia, <strong>el</strong> insuficiente aprecio <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> la mujer, la incapacidad oimposibilidad <strong>de</strong> que las masas enteras participen en las <strong>de</strong>cisionespúblicas.” 1292Con <strong>el</strong> fin <strong>de</strong> iluminar estas realida<strong>de</strong>s se hace cada vez más urgente“avanzar más <strong>de</strong>cididamente hacia una catequesis <strong>de</strong> adultos más diversificadaen razón <strong>de</strong> distintas mentalida<strong>de</strong>s sociales. Es preciso promover laacción catequizadora con adultos en esos gran<strong>de</strong>s ámbitos humanos en losque la Iglesia está menos presente: <strong>el</strong> mundo obrero, <strong>el</strong> <strong>de</strong> la marginación,Propiedad <strong>de</strong> CENACAT34124 ‘‘Mas una cosa es ser tentado y otra consentir en la tentación”. Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. inmont II, IX, 30.125 Orígenes, De orat. 29,11126 Orígenes, De orat. 30,1.127 ‘‘Aquí nos instruye claramente <strong>el</strong> Señor sobre nuestra miseria y reprime nuestra hinchazónenseñándonos que si no hemos <strong>de</strong> rehuir los combates tampoco hemos <strong>de</strong> saltar espontáneamentea la arena”. Juan Crisóstomo, Hom. sobre Mat. 19,5.128 1 «Los párvulos son presentados para que reciban la gracia espiritual; pero, en realidad, no sonpresentados tanto por aqu<strong>el</strong>los que les sostienen en sus manos (aunque también por <strong>el</strong>los si sonbuenos fi<strong>el</strong>es), como por toda la sociedad <strong>de</strong> los santos y fi<strong>el</strong>es... Es la Iglesia Madre, presenteen los Santos, la que hace esto, porque es toda la Iglesia la que engendra a los cristianos y a cadauno <strong>de</strong> <strong>el</strong>los». Agustín <strong>de</strong> Hipona, Epist. 98, 2 PL 33, 623.129 2 Consejo Internacional para la <strong>Catequesis</strong>, La catequesis <strong>de</strong> adultos en la comunidad cristiana 11,Valencia, 1990.