12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

* * *En este artículo <strong>de</strong> fe hay una doble confesión. Por un lado, se proclamaabiertamente que cada hombre, individualmente, será juzgado porDios y, por otra parte, la humanidad, en juicio universal, también será juzgada.EL PADRENUESTRO Y EL CREDO1. <strong>El</strong> Hijo humanado vendrá a juzgar a cada hombre: juicio particular.“Entre las verda<strong>de</strong>s que <strong>de</strong> modo claro han sido transmitidas (…) que<strong>el</strong> alma, dotada <strong>de</strong> sustancia y vida propia, cuando sea alejada <strong>de</strong> estemundo, será retribuida según sus méritos: obtendrá <strong>el</strong> premio prometido d<strong>el</strong>a vida eterna y f<strong>el</strong>icidad, si lo han merecido sus acciones; pero será entregadaal fuego eterno y a los suplicios, si a <strong>el</strong>lo la ha impulsado la culpa <strong>de</strong>sus d<strong>el</strong>itos” 299 .También nosotros seremos “arrebatados sobre las nubes” (I Tes.4,15); es <strong>de</strong>cir, tendremos la experiencia <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong> la subida al ci<strong>el</strong>o.<strong>El</strong> subir al ci<strong>el</strong>o no <strong>de</strong>be entristecer a nadie. Lo que nos <strong>de</strong>be hacer llorar esper<strong>de</strong>r los bienes eternos por no habernos empeñado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora en la vidacristiana:“¿O es que soy sólo a quien eso pasa, y vosotros os alegráis<strong>de</strong> oírlo? Porque a mí, cierto, cuando esto digo, un estremecimientome entra por todo mi ser y amargamente m<strong>el</strong>amento y suspiro <strong>de</strong> lo más profundo <strong>de</strong> mi corazón. Porquepoco me importa todo esto; lo que me hace temblar es loque luego sigue en <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io: la parábola <strong>de</strong> las vírgenes(cfr. Mt. 25,1-13), la d<strong>el</strong> que enterró <strong>el</strong> talento (cfr. Mt. 25,14-30) y la d<strong>el</strong> mayordomo malo (cfr. Mt. 2,45-51). Lo que mehace llorar es cuánta gloria y cuánta esperanza <strong>de</strong> bienes, yeso eternamente y para siempre, vamos a per<strong>de</strong>r para siempre,por no poner ahora un poco <strong>de</strong> empeño” 300 .Quien ahora no pone un poco <strong>de</strong> empeño en <strong>el</strong> seguimiento, per<strong>de</strong>rá<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya la gloria y la esperanza. Alguno pue<strong>de</strong> sentir miedo cuandoescucha <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Juez. Para evitar este temor <strong>de</strong>bemos confesarlo ahoracomo Salvador, para no temerle entonces como Juez: “Quien ahora cree enÉl, cumple sus preceptos, no temerá cuando venga a juzgar a los vivos y alos muertos (cfr. 2 Tim. 4,1; 1Ped. 4,5; cfr. Mt. 24,31; 25,31-46); no sólotemerá sino que <strong>de</strong>seará que venga. ¿Hay cosa que nos haga más f<strong>el</strong>iz qu<strong>el</strong>a llegada <strong>de</strong> Aqu<strong>el</strong> que <strong>de</strong>seamos y a quien amamos? Pero temamos, puestoque será nuestro Juez quien ahora es nuestro ‘Abogado’ (1Jn. 2,1; cfr.Hebr. 7,25; 9,24) (…) Si tuvieses que sostener algún pleito ante un juez y tePropiedad <strong>de</strong> CENACATantes en la humildad <strong>de</strong> su condición humana”. Tertulliano, Adv. Marc. III, 7, 8.299 Orígenes, De princip. I Proef. 5.300 Juan Crisóstomo, Homil. sobre san Mateo 76,4.82

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!