12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL PADRENUESTRO Y EL CREDOlas <strong>de</strong>más Iglesias: ‘La resurrección <strong>de</strong> la carne’ dice ‘<strong>de</strong> esta carne’; es <strong>de</strong>cir,la carne <strong>de</strong> quien, al hacer la profesión <strong>de</strong> nuestra fe, la toca con la mano–mientras hace la señal <strong>de</strong> la cruz en la frente – a fin <strong>de</strong> que cada fi<strong>el</strong> sepaque su carne será ‘para uso noble’ 500 .Esta carne y no otra verá a Dios, porque Dios la ama. Si Dios amala carne, entonces, la vocación d<strong>el</strong> hombre es amarse a sí mismo, sin vergüenzaspor sus <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, sin ruborizarse porque muchas veces pa<strong>de</strong>ce,está enfermo o porque otras tantas ha caído.Valorar la vida, amar la historia es tocarse cada día y saberse hombreo mujer, saberse que hay que cuidarse, protegerse, alejarse <strong>de</strong> todo aqu<strong>el</strong>loque maltrata y hiere nuestra vida. Quien no cree que <strong>el</strong> hombre está llamadoa una Vida que perdura, terminará sin valorar la presente.* * *2. Actitud ante la muerte: ‘no tememos a la muerte.’ 501Existen muchas razones para conmoverse ante la muerte, si nos fiamos<strong>de</strong> lo que vemos sin ver lo que viene, terminará <strong>el</strong> hombre sepultandotambién su fe. ¿A quién no conmueve ver tanta b<strong>el</strong>leza y <strong>el</strong>egancia, a todo<strong>el</strong> hombre convertirse en polvo (…)? ¡No te asuste esto cristiano!: <strong>El</strong> hombrefue sembrado, no perdido. Pues, separándose <strong>el</strong> alma, ciertamente se vieneabajo su morada (cf. II Cor. 5,1): ¡No <strong>de</strong>viene inmediatamente la señora, quecuida <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> adobes y restaura sus ruinas! Se va, más bien, para comprarun Reino eterno con su gran premio. ¿Qué temes, oh alma? Has sidoconsagrada a Cristo Señor y, por don suyo, vives bien esforzándote por llegaral Reino <strong>de</strong> Dios. ¿Por qué temes <strong>el</strong> vehículo <strong>de</strong> la muerte?” 502Aunque la muerte entristece, <strong>el</strong> cristiano sabe que <strong>el</strong> hombre entraen la plenitud d<strong>el</strong> gozo con <strong>el</strong> ‘vehículo <strong>de</strong> la muerte’, plenitud d<strong>el</strong> gozo,don<strong>de</strong> se experimentan los beneficios <strong>de</strong> Dios. Así lo enseña <strong>el</strong> salmista:‘Vuélvete alma mía a tu <strong>de</strong>scanso, porque <strong>el</strong> Señor te ha beneficiado’ (Ps.114,7). La muerte <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser ya algo terrible y por eso los cristianos prefierenmorir antes que renegar <strong>de</strong> la fe en Cristo. Los creyentes saben, muybien, que al morir no perecen sino que viven y que la resurrección les haráincorruptibles: “Quien du<strong>de</strong> sobre la victoria <strong>de</strong> Cristo sobre la muerte, quereciba la fe en Él y se meta en su escu<strong>el</strong>a: ¡Verá entonces la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> lamuerte y la victoria lograda sobre <strong>el</strong>la!” 503Quien sabe vivir sabe también morir. De modo que si la vida esconsi<strong>de</strong>rada espantosa así será consi<strong>de</strong>rada la muerte; “que cada uno noacuse, por tanto, la herida <strong>de</strong> su propia conciencia, no la inf<strong>el</strong>icidad <strong>de</strong> laPropiedad <strong>de</strong> CENACAT500 Cf. Rufino <strong>de</strong> Aquileia, Expos. Symb.41.501 Justino II Apolog. 11,1.502 Quodvult<strong>de</strong>us, Serm III <strong>de</strong> Symbol. XI. Traducción <strong>de</strong> Santos Sabugal, <strong>El</strong> <strong>Credo</strong>. La Fe <strong>de</strong> laIglesia... op. cit., 1102503 Atanasio <strong>de</strong> Alejandría, De incarnat. Verbi 28.132

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!