12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

eposado; creó la tierra no leo que haya <strong>de</strong>scansado; creó <strong>el</strong> sol y la luna ylas estr<strong>el</strong>las, ni siquiera leo se haya reposado. Pero leo que creó al hombrey entonces se reposó, teniendo en él a quien perdonar los pecados” 174 .Dios reposó en <strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong> hombre, <strong>de</strong> modo que “Aqu<strong>el</strong>, aquien ‘no contienen los ci<strong>el</strong>os’ (II Cron. 6,18), lo contiene la estrechez d<strong>el</strong>corazón humano” 175 .La creación d<strong>el</strong> hombre le permite a Dios buscar en todas las etapas<strong>de</strong> la historia humana la manera <strong>de</strong> entrar en comunicación con aqu<strong>el</strong>lacreatura humana para conquistarla plenamente para sí e integrarla en plenituda la perfecta comunión con Él, al interno <strong>de</strong> esta familia. Al involucrarseDios, por su sola misericordia, a la historia <strong>de</strong> salvación, se comprometía a:perdonar la(s) caída (s) d<strong>el</strong> hombre; acompañarlo durante toda la historia y atomar la carne que iba a <strong>el</strong>evar a la vida divina.* * *La búsqueda que Dios hace d<strong>el</strong> hombre se inicia ya en la etapamisma <strong>de</strong> su condición en <strong>el</strong> Paraíso. “<strong>El</strong> Jardín era tan b<strong>el</strong>lo y agradable que<strong>el</strong> Verbo <strong>de</strong> Dios se personaba con frecuencia en él; se paseaba y entreteníacon <strong>el</strong> hombre prefigurando lo que había <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r en <strong>el</strong> futuro; es <strong>de</strong>cir,<strong>el</strong> Verbo <strong>de</strong> Dios se haría conciudadano d<strong>el</strong> hombre y conversaría y habitaríacon los hombres enseñándoles la justicia” 176 .Digámoslo <strong>de</strong> nuevo, Dios esperaba <strong>el</strong> momento en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> hombrepudiera llegar a la madurez para <strong>el</strong> encuentro en la plenitud con Él. Sinembargo, <strong>el</strong> hombre se <strong>de</strong>jó seducir por <strong>el</strong> mal y <strong>de</strong>sconfió <strong>de</strong> lo que Diosle ofrecía y <strong>de</strong> lo que le pedía; a pesar <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo, la “fuente abundantísima ein<strong>de</strong>ficiente <strong>de</strong> todo bien, río <strong>de</strong> beneficios, luz eterna que brilla sin cesar,fuerza insuperable <strong>de</strong>stinada a nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s” 177 , no se echó atrás ensu proyecto.A Dios no le espantaron las acciones fallidas d<strong>el</strong> hombre, por eso,lo hizo “habitar entonces en <strong>el</strong> camino que conduce al jardín” 178 . <strong>El</strong> proyecto<strong>de</strong> Dios continuaba con toda la fragilidad con la que <strong>el</strong> hombre ahorase encontraba. Más que contemplar, entonces, la historia <strong>de</strong> la salvacióncomo ‘reconquista’ d<strong>el</strong> Paraíso perdido por <strong>el</strong> pecado, es la continuaciónd<strong>el</strong> proyecto <strong>de</strong> Dios que busca al hombre, <strong>el</strong> cual <strong>de</strong>be madurar paraencontrarse con Aquél que lo hizo para sí 179 . La omnipotencia divina no lepermite <strong>de</strong>jarse vencer, ni agotarse por nada, está claro… que ni siquierapor <strong>el</strong> pecado ni por la culpa.Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS174 Ambrosio <strong>de</strong> Milán, Hexameron VI, IX, 75-76 PL 14, 288.175 Quodvult<strong>de</strong>us, Serm. III <strong>de</strong> Symbolo II. Traducción <strong>de</strong> Santo Sabugal, <strong>El</strong> <strong>Credo</strong>. La fe <strong>de</strong> laiglesia... op. cit. 107.176 Ireneo <strong>de</strong> Lyon, Demostración <strong>de</strong> la predicación apostólica 12 (Introducción, traducción y notas–extractas <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Antonio Orbe – <strong>de</strong> Eugenio Romero Pose, Madrid, 1992).177 Cirilo <strong>de</strong> Jerasalén, Cateq. VI,9.178 Ireneo <strong>de</strong> Lyon, Demostración <strong>de</strong> la predicación apostólica, 16.179 “Con todo, quiere alabarte <strong>el</strong> hombre pequeño parte <strong>de</strong> tu creación. Tú mismo lo excita a <strong>el</strong>lo,haciendo que se d<strong>el</strong>eite en alabarte, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón estáinquieto hasta que <strong>de</strong>scanse en ti”. Agustín <strong>de</strong> Hipona, Confesiones I,1 (Edición crítica <strong>de</strong> Áng<strong>el</strong>Custodio Vega, Madrid, 1974).51

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!