12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL PADRENUESTRO Y EL CREDOLa renuncia al pecado se hace, entonces, por la profesión <strong>de</strong> fe enla comunión divina. Con justa razón dice Ireneo <strong>de</strong> Lyon: “Hemos recibido<strong>el</strong> bautismo para <strong>el</strong> perdón <strong>de</strong> los pecados en <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Dios <strong>Padre</strong> y en<strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Jesucristo, Hijo <strong>de</strong> Dios encarnado, muerto y resucitado –y en<strong>el</strong> d<strong>el</strong> Espíritu Santo <strong>de</strong> Dios” 407 . Al acercarse a algo tan simple, <strong>el</strong> hombr<strong>el</strong>ava la suciedad que ha manchado y ha <strong>de</strong>svirtuado <strong>el</strong> recto or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lascosas; corrige las inclinaciones egoístas que han mancillado <strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong>hombre y al ensuciarlo han llevado al cuerpo a favorecer la ejecución: “Así,habiendo recibido las aguas una virtud medicinal por la intervención <strong>de</strong> unáng<strong>el</strong>, <strong>el</strong> alma es lavada por intermedio d<strong>el</strong> cuerpo y la carne es purificadapor medio d<strong>el</strong> espíritu” 408 .A la comunidad eclesial se entra con la conciencia <strong>de</strong> querer entraren esta comunión. Por <strong>el</strong>lo, “No somos bautizados a fin <strong>de</strong> que podamoscesar <strong>de</strong> pecar, sino porque hemos cesado <strong>de</strong> pecar” 409 . Esta voluntad libre,por tanto, ha manifestado su <strong>de</strong>sagrado <strong>de</strong> una vida en la que se preten<strong>de</strong>ser hombre distante <strong>de</strong> Dios. Por esta razón, vivirá más intensa, más honda,más gozosamente su pertenencia a la Iglesia aqu<strong>el</strong> que le agrada abstenerse<strong>de</strong> pecar y no a quien se le or<strong>de</strong>na hacerlo: “Porque si ninguno <strong>de</strong> los quese han entregado al Señor <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> pecar, a no ser cuando está ligado por <strong>el</strong>bautismo, entonces no retiramos la mano d<strong>el</strong> hurto sino impedidos por lascerraduras d<strong>el</strong> hierro, ni frenamos los ojos d<strong>el</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la lujuria sino impedidospor quien custodia nuestro cuerpo. Si alguien lo piensa así, no sé si<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido bautizado, será más gran<strong>de</strong> en él la tristeza <strong>de</strong> haberrenunciado al pecado, que la alegría <strong>de</strong> haber sido liberado <strong>de</strong> él” 410 .Según lo anterior, <strong>el</strong> bautismo <strong>de</strong> los niños se presenta como la máshermosa <strong>de</strong> las invitaciones que Dios hace al hombre a experimentar <strong>el</strong> don<strong>de</strong> una vida según Él. <strong>El</strong> bautizado cuando es un niño misteriosamentepue<strong>de</strong> experimentar en su vida aqu<strong>el</strong> estado d<strong>el</strong> hombre reconciliado y encomunión con Dios y con los <strong>de</strong>más. Esto que <strong>el</strong> Señor ofrece lo da suponiendosiempre la libertad d<strong>el</strong> hombre; y sin violentar tal libertad habla alcorazón <strong>de</strong> quien es bautizado para conducirlo a la comunión con Él.Tanto en <strong>el</strong> bautismo <strong>de</strong> niños como en <strong>el</strong> <strong>de</strong> adultos, <strong>el</strong> hombretiene siempre abierta las puertas a la posibilidad <strong>de</strong> vivir una vida nueva,edificando así su vida y la historia. Es la libertad la que hace posible rompercon la comunión <strong>de</strong> esta vida según <strong>el</strong> Espíritu. Al <strong>el</strong>egir libremente <strong>el</strong> mal,<strong>el</strong> hombre comete un pecado grave: “Alguien preguntará, ¿qué es <strong>el</strong> pecado?¿Es un áng<strong>el</strong> o <strong>de</strong>monio? ¿Cuál es su fuente? No es un enemigo, queexteriormente ataca sino un brote malo, producido por ti... Cuando teolvidas <strong>de</strong> Dios, entonces empiezas a pensar y obrar mal. Y, sin embargo,Propiedad <strong>de</strong> CENACAT407 Ireneo <strong>de</strong> Lyon, Demostración <strong>de</strong> la predicación apostólica 3.408 Tertulliano, Tratado d<strong>el</strong> Bautismo 4 en <strong>El</strong> Bautismo según los <strong>Padre</strong>s (Traducción <strong>de</strong> SusanaB<strong>el</strong>martino, Buenos Aires, 1978).409 Tertulliano, De poenitentia VI, PL 1,1349.410 Tertulliano, De poenitentia VI, PL 1,1350.110

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!