El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
EL PADRENUESTRO Y EL CREDO¿Qué pecados <strong>de</strong>be confesar <strong>el</strong> penitente? “Si <strong>el</strong> enfermo se avergüenza<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir su llaga al médico –enseña Jerónimo –, la medicina no cura loque ignora” 449 . Es, por tanto, necesario distinguir entre aqu<strong>el</strong>los pecadoscarnales-corporales y los otros que son espirituales “pues estando integrado<strong>el</strong> hombre por dos sustancias peca con las dos cosas <strong>de</strong> que está compuesto(y...puesto que tanto <strong>el</strong> cuerpo como <strong>el</strong> alma pertenecen igualmente al Señor,cualquiera <strong>de</strong> los dos que peque ofen<strong>de</strong> d<strong>el</strong> mismo modo (...) Los pecados s<strong>el</strong>laman corporales y espirituales porque todo pecado realizado con un actoque, como <strong>el</strong> cuerpo, se pue<strong>de</strong> ver y tocar; espiritual es <strong>el</strong> pecado efectuadoen la mente, pues <strong>el</strong> espíritu no se ve ni se toca” 450 .<strong>El</strong> pecado no es sólo un alejamiento o abandono que <strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong>hombre hace <strong>de</strong> los caminos <strong>de</strong> Dios, <strong>el</strong> pecado es también <strong>el</strong> conjunto <strong>de</strong>acciones externas, sociales que implican <strong>el</strong> ejercicio <strong>de</strong> las diferentes maneras<strong>de</strong> violencia, que conducen a la <strong>de</strong>sorientación d<strong>el</strong> mundo y <strong>de</strong> la socieda<strong>de</strong>n la que la vivimos.“Sin ser estrictamente necesaria la confesión <strong>de</strong> los pecados veniales,sin embargo, se recomienda vivamente por la Iglesia (Cf. Concilio <strong>de</strong>Trento DS 1680; CIC 988,2). En efecto, la confesión habitual <strong>de</strong> los pecadosveniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones,a <strong>de</strong>jarse curar por Cristo, a progresar en la vida d<strong>el</strong> Espíritu.” (Catec.Igles. Catol. 1458).¿Cuándo confesarse? La gran mayoría <strong>de</strong> cristianos que reconocensu culpa <strong>el</strong>u<strong>de</strong>n esta responsabilidad, “o por no exponerse a la infamia, ladifieren <strong>de</strong> día en día, más preocupados <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>stia que <strong>de</strong> lasalvación.” 451 La confesión <strong>de</strong> los pecados graves ha <strong>de</strong> hacerse sin postergandoa los tiempos fuertes litúrgicos. Es bueno, sin embargo, aprovechar“los tiempos y los días <strong>de</strong> penitencia a lo largo d<strong>el</strong> año litúrgico (<strong>el</strong> tiempo<strong>de</strong> cuaresma, cada viernes en memoria <strong>de</strong> la muerte d<strong>el</strong> Señor) son momentosfuertes <strong>de</strong> la práctica penitencial <strong>de</strong> la Iglesia (cf. SC 109-110; CIC 1249-1253; CCEO 880-883). Estos tiempos son particularmente apropiados paralos ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinacionescomo signo <strong>de</strong> penitencia, las privaciones voluntarias como <strong>el</strong> ayuno y lalimosna, la comunicación cristiana <strong>de</strong> bienes (obras caritativas y misioneras)”(Catec. Igles. Catol. 1438).* * *Propiedad <strong>de</strong> CENACAT3. Actitud d<strong>el</strong> ministro en la Reconciliación d<strong>el</strong> penitente.a. Hay quienes rechazan que un hombre (=Obispo) perdone lospecados y, sin embargo, no rechaza que lo bauticen. Bautismoque es perdón <strong>de</strong> los pecados 452449 Jerónimo, Commentarius in Eclesiasten 10,11 PL 23, 1096B.450 Tertulliano, De poenitentia III PL1, 1341-1342.451 Tertulliano, De poenitentia IX PL1, 1355AB.452 “¿Por qué bautizáis si no es lícito a los hombres perdonar los pecados? Ciertamente se perdonan120