El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
y limpie tu pecado con sus lágrimas! ¡Ojalá te vea Cristo entristecido y diga:‘Bienaventurados los que lloráis porque os alegraréis’ (Lc. 6,21). Le agrada a Élque muchos rueguen por uno. En <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io, movido por las lágrimas d<strong>el</strong>a viuda, pues muchos lloraban por <strong>el</strong>la, resucitó a su hijo (Lc 7,12-13)” 425 .* * *EL PADRENUESTRO Y EL CREDOLa Iglesia se siente reconciliada cuando reconcilia.La Iglesia es, por vocación, una comunidad reconciliada y reconciliadora.Está llamada por Dios a procurar que sus hijos, engendrados por <strong>el</strong>bautismo, estén reconciliados con <strong>el</strong>la y entre <strong>el</strong>los. Porque su vocación esreconciliar, <strong>el</strong>la consi<strong>de</strong>ra un <strong>de</strong>recho la corrección <strong>de</strong> sus miembros: “Queno se imaginen que tienen razón los que dicen: ‘ ¡A mí qué! ¡Qué meimporta a mí si <strong>el</strong> vecino se porta mal !’ Sería igual que si la cabeza dijeraa los pies: ‘¡qué me importa si mis pies están mal y sufren!’ (...) Así obranquienes presi<strong>de</strong>n las Iglesias y no piensan que formamos un solo Cuerpolos creyentes en un solo Dios, Cristo, que nos une y mantiene en la unidad(Col.1,17). Tú, que presi<strong>de</strong>s la asamblea, eres <strong>el</strong> ojo d<strong>el</strong> Cuerpo <strong>de</strong> Cristo,función que recibiste para mirar en <strong>de</strong>rredor (episcopos) examinando todo ypreviendo lo que pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r. Tú eres <strong>el</strong> Pastor. Ves las ovejas d<strong>el</strong> Señor,inconscientes d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro, precipitarse hacia <strong>el</strong> precipicio, ¿y no acu<strong>de</strong>s?¿No las haces volver? ¿No gritas al menos por <strong>de</strong>tenerlas? ¿Perdiste lamemoria hasta <strong>el</strong> punto <strong>de</strong> olvidarte d<strong>el</strong> misterio d<strong>el</strong> Señor? De este modoolvidas <strong>el</strong> misterio d<strong>el</strong> Señor que <strong>de</strong>jó en los ci<strong>el</strong>os noventa y nueve por unasola <strong>de</strong>scarriada, <strong>de</strong>scendió sobre la tierra y encontrada la cargó sobre sushombros (Mt. 18,12) y se la llevó al ci<strong>el</strong>o” 426 .De este modo, la Iglesia reconcilia al hombre que no pue<strong>de</strong> levantarse.<strong>El</strong>la respon<strong>de</strong> por <strong>el</strong> hombre pecador; pone la cara por aqu<strong>el</strong> que ante<strong>el</strong> mundo no da testimonio <strong>de</strong> las riquezas que ha recibido <strong>de</strong> Dios. Ant<strong>el</strong>os pueblos <strong>de</strong> la tierra, <strong>el</strong>la no <strong>de</strong>sconoce a sus hijos que le han fallado yno solamente los reconoce, sino que les limpia <strong>el</strong> rostro que se ha manchadocon la ingratitud d<strong>el</strong> pecado. Más aún, <strong>de</strong>posita en él la fuerza para quepueda transformar su culpa en paz y en libertad: “...toda la Iglesia recibe <strong>el</strong>peso d<strong>el</strong> pecador, a quien compa<strong>de</strong>ce con llanto, oración y dolor, y se <strong>de</strong>jainvadir como <strong>de</strong> su propio fermento, para que por medio <strong>de</strong> todos se purifiquenlas cosas superfluas que existen en <strong>el</strong> que hace penitencia, como poruna mezcla corporativa <strong>de</strong> compasión y viril misericordia; ya sea porqueintroduce <strong>el</strong> fermento en la harina, hasta que fermente por completo, comonos muestra aqu<strong>el</strong>la mujer d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io (Mt. 13,33; Lc. 20,21), figura <strong>de</strong> laIglesia, para que todo se tome puro. <strong>El</strong> Reino <strong>de</strong> los ci<strong>el</strong>os es la re<strong>de</strong>nciónPropiedad <strong>de</strong> CENACAT114425 Ambrosio <strong>de</strong> Milán, La penitencia II, X, 91-92 (Traducción, introducción-notas <strong>de</strong> Manu<strong>el</strong>426Garrido Bonaño, Madrid, 1993)..Orígenes, Om<strong>el</strong>ie su Giosuè VII,6 (Traduzione, introduzione e note a cura <strong>de</strong> RosarioScognamiglio e Maria Ignazia Dani<strong>el</strong>i, Roma, 1993).