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El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

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EL PADRENUESTRO Y EL CREDO<strong>el</strong> homicida sus crímenes, <strong>el</strong> injusto sus injusticias y que <strong>el</strong>impío se convierta en piadoso? Si no ha resucitado y estámuerto, ¿cómo pue<strong>de</strong> expulsar, perseguir y <strong>de</strong>rribar a los falsosdioses, así como a los <strong>de</strong>monios? Con sólo pronunciar <strong>el</strong>nombre <strong>de</strong> Cristo con fe, es <strong>de</strong>struida la idolatría, refutado <strong>el</strong>engaño <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios que no soportan oír su nombre yhuyen apenas lo oyen (Lc. 4,34; Mc. 5,7). Todo eso no es obra<strong>de</strong> un muerto, sino <strong>de</strong> un viviente…” 269En síntesis, ¿se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que está muerto quien suscita <strong>el</strong> <strong>de</strong>seod<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o en la tierra? ¿Por qué tantos llegan a conocer los misterios <strong>de</strong> Diosy a <strong>de</strong>struir las falsas imágenes <strong>de</strong> la idolatría? <strong>El</strong> ciego que no ve <strong>el</strong> sol, peroexperimenta su calor, cree en él y sabe que <strong>el</strong> sol existe, así la fe en laResurrección: Cristo está vivo porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Él se levantó <strong>de</strong> entre losmuertos, <strong>el</strong> mundo continúa experimentando <strong>el</strong> calor <strong>de</strong> la Resurrección yla fuerza <strong>de</strong> quienes lo experimentan vivo, cercano… presente. La fuerzaque levantó a Cristo <strong>de</strong> entre los muertos, lo levanta d<strong>el</strong> sepulcro.Recor<strong>de</strong>mos, sin embargo, que no se mostró a todo <strong>el</strong> pueblo a fin <strong>de</strong> que“la fe, <strong>de</strong>stinada a un no mediocre premio, se mantuviera firme en ladificultad” 270 .* * *¿Y por qué tuvo que esperar tres días <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> eterno <strong>Padre</strong> paramostrar la victoria sobre la muerte?: “Si la muerte y la Resurrección sehubiesen seguido sin intervalo alguno, la gloria <strong>de</strong> la incorruptibilidad nohabría sido evi<strong>de</strong>nte. Así, para mostrar, pues, que su cuerpo estaba realmentemuerto, <strong>el</strong> Verbo esperó hasta <strong>el</strong> tercer día y lo mostró a todos incorruptible.Resucitó al tercer día para mostrar la muerte en su cuerpo” 271 .Pedro Crisólogo ve en la figura <strong>de</strong> los tres días no sólo la confesión<strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra muerte <strong>de</strong> Cristo, sino también la posibilidad <strong>de</strong> contemplarla fuerza, <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>el</strong> beneficio “<strong>de</strong> toda la Trinidad”272. Hay en esto unamaravillosa confesión: la victoria <strong>de</strong> la Resurrección es la victoria <strong>de</strong> laTrinidad. Este es <strong>el</strong> triunfo <strong>de</strong> la vida divina, <strong>de</strong> la integración frente a ladispersión, <strong>de</strong> la vida frente a la muerte, <strong>de</strong> la comunidad frente al aislamiento.En efecto, si la muerte d<strong>el</strong> hombre es la separación, no solamented<strong>el</strong> alma d<strong>el</strong> cuerpo, sino también <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; si es la incapacidad <strong>de</strong>construir r<strong>el</strong>aciones constantes permanentes con los <strong>de</strong>más, la incapacidad<strong>de</strong> dar y recibir en actitud <strong>de</strong> amor compartido; la Resurrección es, por <strong>el</strong>contrario, la manifestación en la historia <strong>de</strong> un Dios que integra al hombrey, ahora <strong>de</strong>finitivamente, a la vida, a la comunicación, a la donación, a laentrega con los <strong>de</strong>más y consigo mismo.En Cristo contemplamos que ahora <strong>el</strong> hombre es objeto, en plenitud,<strong>de</strong> los dones que <strong>el</strong> <strong>Padre</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre ha entregado a su Hijo. LaPropiedad <strong>de</strong> CENACAT74269 Atanasio <strong>de</strong> Alejandría, De incarnat Verbi 30.270 Tertulliano, Apolog. 21,22.271 Atanasio <strong>de</strong> Alejandría, De incarnat. Verbi 26.272 Pedro Crisólogo, Sermón 62 PL 52, 375A.

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