12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL PADRENUESTRO Y EL CREDO<strong>de</strong> Cristo mismo. En Él, Dios busca que la historia se encuentre en movimiento,en <strong>el</strong> dinamismo <strong>de</strong> la vida divina. Dios mismo ha podido experimentarque las r<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong> los hombres no se mueven <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese ritmo<strong>de</strong> perfección. Los hombres y las mujeres poseen los límites propios <strong>de</strong> lahistoria; la introducción d<strong>el</strong> pecado por <strong>el</strong> primer hombre <strong>de</strong>jó a la humanida<strong>de</strong>n esta condición.Al introducir al hombre en un nuevo ritmo, la vida humana se tieneque liberar <strong>de</strong> todas aqu<strong>el</strong>las manifestaciones egoístas, a niv<strong>el</strong> social, r<strong>el</strong>igiosoy personal, que hacen al hombre un esclavo <strong>de</strong> sí mismo, un incapaz<strong>de</strong> dar y <strong>de</strong> recibir, un esclavo <strong>de</strong> lo inmóvil (=contrario al dinamismo divino),y <strong>de</strong> la impotencia (=contraria a la fuerza <strong>de</strong> Dios) 218 . La esclavitud d<strong>el</strong>a que <strong>el</strong> hombre es rescatado es <strong>el</strong> pecado <strong>de</strong> querer someterlo todo a símismo; <strong>el</strong> impulso d<strong>el</strong> egoísmo que lo hace actuar contra lo que significa <strong>el</strong>amor compartido.Las r<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong> los hombres con Dios y <strong>de</strong> los hombres entre sí sealteraron por la avaricia, la ira, la impiedad; esto produjo heridas profundasen <strong>el</strong> hombre y entre los hombres. <strong>El</strong> pecado enfermó al hombre y sus r<strong>el</strong>acionesse <strong>de</strong>sviaron pues no había quién obrara <strong>el</strong> bien (Ps. 13,2; Rom.3,12): “¡Gravísima era la herida <strong>de</strong> la humanidad, toda <strong>el</strong>la enferma y sina<strong>de</strong>cuada medicina! De ahí la voz <strong>de</strong> los profetas: ¿Quién traerá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Siónla Salvación? (Ps. 13,7); y otra vez ‘ ¡Que tu mano esté sobre <strong>el</strong> varón <strong>de</strong> tudiestra y sobre <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> hombre, a quien fortaleciste para no nos apartemos<strong>de</strong> ti !’ (Ps. 79,18), otro profeta clamaba: ‘¡Inclina los ci<strong>el</strong>os, Señor, ybaja!’ (Ps. 143,5). Como las heridas <strong>de</strong> la humanidad supuraban todos nuestrosremedios (…) <strong>el</strong> Señor oyó las súplicas <strong>de</strong> los profetas. <strong>El</strong> <strong>Padre</strong> no<strong>de</strong>spreció nuestra raza perdida sino que envió al mundo a su propio Hijocomo médico y Señor…” 219Jesús ha introducido al hombre en la vida según Dios: curándolo,sanándolo <strong>de</strong> todo lo que enferma al hombre, <strong>de</strong> lo que mengua y lo hacemenos capaz <strong>de</strong> Dios pues es menos capaz <strong>de</strong> sí mismo: “¡Para eso <strong>el</strong> Hijo<strong>de</strong> Dios asumió al hombre y en Él pa<strong>de</strong>ció los achaques humanos! Estamedicina <strong>de</strong> los hombres es tan alta, que no po<strong>de</strong>mos ni imaginarla. ¿Quéorgullo podrá curarse si no se cura con la humildad d<strong>el</strong> Dios? ¿Qué avariciapodrá curarse, si no se cura con la pobreza d<strong>el</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios? ¿Qué iracundiapodrá curarse si no se cura con la paciencia d<strong>el</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios ? ¿Quéimpiedad podrá curarse si no se cura con la caridad d<strong>el</strong> Hijo <strong>de</strong> Dios? (…)Propiedad <strong>de</strong> CENACAT218 “Quien, pues, <strong>de</strong>bía matar <strong>el</strong> pecado y redimir al hombre, –reo <strong>de</strong> muerte –, tenía que <strong>de</strong>venirlo que era <strong>el</strong> hombre –reducido a la esclavitud por <strong>el</strong> pecado y sometido al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la muerte –,a fin que <strong>el</strong> pecado fuese matado por <strong>el</strong> hombre y éste fuese librado (cf. Gál. 5,15; Rom. 8,13;Hebr. 2,14) Como por la <strong>de</strong>sobediencia <strong>de</strong> un solo hombre –quien fue plasmado al principio d<strong>el</strong>a tierra virgen (cfr. Gén. 2, 5.7) – <strong>de</strong>vinieron muchos pecadores, así, por la obediencia <strong>de</strong> un soloHombre –quien al principio fue engendrado <strong>de</strong> la tierra virgen, <strong>de</strong>bían muchos ser justificadosy recibir la salvación”. Ireneo <strong>de</strong> Lyon, Adv. Haer . III, 18,7 PG 7, 938. Hay traducción en españolIreneo <strong>de</strong> Lyon, Contra las herejías (Traducción <strong>de</strong> Jesús Garitaonandia Ch., Sevilla, sin fecha)219 Cirilo <strong>de</strong> Jerusalén, Cateq. XII, 7-8.60

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!