EL PADRENUESTRO Y EL CREDOgénero humano y restableció en su integridad la naturaleza antes perdida;en Él fue suprimida toda <strong>de</strong>bilidad y toda herida fue curada 248 .En fin, en la Cruz fue <strong>de</strong>struido todo egoísmo que no nos ayuda aabrirnos a lo que Dios y los hombres nos puedan comunicar y a lo quenosotros po<strong>de</strong>mos dar.Si ha sido fundamentalmente <strong>el</strong> gesto <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Cristo <strong>el</strong> quenos ha <strong>de</strong>mostrado lo que significa la vida divina, la Cruz, en vez <strong>de</strong> avergonzarnos,es motivo <strong>de</strong> orgullo. Por esto, “nuestros <strong>de</strong>dos graban atrevidamentesu s<strong>el</strong>lo en la frente (y hacemos) su señal en toda circunstancia: sobre<strong>el</strong> pan que comemos y la bebida que bebemos, al entrar en casa y al salir,antes <strong>de</strong> morir, acostados y levantados, al viajar y durante <strong>el</strong> reposo. La Cruz(<strong>de</strong> Cristo) es gran <strong>de</strong>fensa: gratuita para los pobres y ligera para los débiles.La fuerza <strong>de</strong> la Cruz viene <strong>de</strong> Dios. Es señal <strong>de</strong> los creyentes y terror <strong>de</strong> los<strong>de</strong>monios. Por medio <strong>de</strong> <strong>el</strong>la, en efecto, los <strong>de</strong>rrotó Cristo, exhibiéndolospúblicamente” 249 .Des<strong>de</strong> que Cristo fue clavado en la Cruz, la Cruz se <strong>el</strong>evó entrenosotros para que con nosotros estuviera, caminara y viviera. Agustín <strong>de</strong>Hipona ha señalado esta verdad en pocas palabras cuando dice: “Él, queentonces fue crucificado por un solo pueblo, está ahora clavado en los corazones<strong>de</strong> todos los pueblos” 250 .2. Fue sepultado.* * *Junto a la confesión, “Fue crucificado, muerto” añadimos ‘Fue sepultado’.¿Qué estamos confesando cuando hablamos <strong>de</strong> su sepultura? Agustín <strong>de</strong>Hipona lo explica así:“Si alguien te <strong>de</strong>sgarra <strong>el</strong> vestido te agravia aunque no te hiera enla carne; y no le reprocharías diciendo: ‘Has <strong>de</strong>sgarrado mi ropa’sino: ‘¡Me has hecho jirones!’, diciendo la verdad a pesar <strong>de</strong> estarileso en tus miembros. De modo análogo fue crucificado nuestroSeñor Jesucristo: es <strong>el</strong> Señor, Unigénito d<strong>el</strong> <strong>Padre</strong> Salvador nuestroy Señor <strong>de</strong> la gloria; sin embargo, ‘fue crucificado’ en su carne;‘fue sepultado’ sólo en su carne; pues ni cuando lo sepultaron nien <strong>el</strong> sepulcro lo acompañaba su alma yaciendo en la sepulturapor su carne y solamente. Sin embargo, en <strong>el</strong>la reconoces tú a‘Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor…’: ¡Él fue crucificado ysepultado! ¡Cómo! – dirá alguien – ¿Cómo yace allí su carne ydices que es nuestro Señor? Lo digo y lo proclamo, pues aunquemis ojos no vean más que la vestidura, yo adoro a quien la lleva.Propiedad <strong>de</strong> CENACATop. cit., 480.248 León Magno, Hom. 57,4.249 Cirilo <strong>de</strong> Jerusalén,Cateq. XIII, 36.250 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. 215,5 en Obras completas <strong>de</strong> san Agustín XXIV… op. cit.68
Vestidura suya fue su carne, porque ‘teniendo naturaleza <strong>de</strong> Dios,sin juzgar una usurpación <strong>el</strong> igualarse a Dios, Él se anonadótomando naturaleza <strong>de</strong> esclavo; sin per<strong>de</strong>r su naturaleza divina y‘se hizo semejante a los hombres, siendo en lo exterior consi<strong>de</strong>radocomo un hombre’ (cf. Filip. 2, 6-7)” 251 .¿Cómo es esto, veo a un muerto y lo adoro? La muerte es llevada porla Vida. No nos engañemos, Dios no se avergüenza <strong>de</strong> haber llevado sobresí y <strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como un fracasado. Pero si no hubo ningún momento<strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Cristo que no fuera salvífico: ¿Cómo <strong>de</strong>cir que <strong>el</strong> cuerpomuerto transmite salvación? He aquí lo paradójico… lo que nos es difícilenten<strong>de</strong>r, pero lo que es fundamental y lo sublime: Dios transmite la Vidaaun cuando <strong>el</strong> hombre contemple muerte; Dios está en Jesucristo; <strong>el</strong> Hijono ha abandonado <strong>el</strong> Cuerpo muerto y está con Él y en Él viviendo la separación,la soledad, <strong>el</strong> abandono: la muerte.Por esta razón, cuando te preguntes: ‘¿cómo es posible que <strong>el</strong> Señorestuvo a la vez en <strong>el</strong> sepulcro, en los Infiernos y en <strong>el</strong> Paraíso?’ “Respon<strong>de</strong>mos,diciendo que no hay lugar alejado o inaccesible al Dios, en quien todo tieneconsistencia. Otra respuesta: Dios, que había cambiado a todo <strong>el</strong> Hombreen su naturaleza divina uniéndolo a Él, no se alejó durante su muerte <strong>de</strong>quien asumió, –pues nunca se arrepiente <strong>de</strong> sus dones (cf. Rom. 11,29) –; laDivinidad separó voluntariamente –es cierto – <strong>el</strong> alma d<strong>el</strong> cuerpo, pero mostrópermanecer en ambos: pues, por medio d<strong>el</strong> cuerpo que no conoció lacorrupción (cf. Act. 2,37.31; 13,35-37), <strong>de</strong>struyó ‘a quien (<strong>el</strong> diablo) tenía <strong>el</strong>señorío <strong>de</strong> la muerte’ (Hebr. 2,14); y mediante <strong>el</strong> alma dio al ladrón accesoal paraíso. Realizó, pues ambas cosas al mismo tiempo” 252 . En <strong>el</strong> momento<strong>de</strong> la muerte, la carne muerta la lleva <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> Eterno <strong>Padre</strong>, lo mismo que<strong>el</strong> alma en su <strong>de</strong>scenso a los infiernos.Al Señor no lo sepultaron sus discípulos sino sus admiradores queterminan siendo testigos. <strong>El</strong> Sepulcro no era d<strong>el</strong> Maestro, pues ni en estopensó <strong>el</strong> Señor para sí mismo. A pesar <strong>de</strong> no poseerlo como propio, eranuevo, pues José, su dueño, no había hecho uso <strong>de</strong> éste. “Y es que Cristono tenía un lugar propio para <strong>de</strong>scansar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, pues latumba es algo propio <strong>de</strong> quienes, por ley, están sujetos a la muerte; <strong>el</strong> vencedor<strong>de</strong> la muerte, por consiguiente, no pue<strong>de</strong> tener tumba propia” 253 . Suvida humana se inicia en <strong>el</strong> seno <strong>de</strong> una Virgen y su humanidad nació parasiempre en <strong>el</strong> ‘nuevo sepulcro’ (Mt. 27, 60) 254 . Aqu<strong>el</strong> sepulcro tambiénanunciará como lo anunció <strong>el</strong> seno virginal <strong>de</strong> María que <strong>el</strong> que <strong>de</strong> él iba amanifestarse era <strong>el</strong> Enmanu<strong>el</strong>, ‘<strong>el</strong> Dios con nosotros’.Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS251 Agustín <strong>de</strong> Hipona, Serm. 213, 4. Traducción <strong>de</strong> Santos <strong>de</strong> Sabugal, <strong>El</strong> <strong>Credo</strong>. La fe <strong>de</strong> la Iglesia…op. cit. pp. 473-474.252 Gregorio <strong>de</strong> Nisa, In Christi Resurrectionem Oratio I PG 46, 615D.618A.253 Ambrosio <strong>de</strong> Milán, Tratado sobre <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> san Lucas X,140.254 “Cuando creemos en ser sepultado, eso nos trae a la memoria <strong>el</strong> sepulcro nuevo, que daríatestimonio <strong>de</strong> que había resucitado a una vida nueva d<strong>el</strong> mismo modo que había nacido <strong>de</strong> unseno virginal”. Agustín <strong>de</strong> Hipona, La fe y <strong>el</strong> símbolo <strong>de</strong> los Apóstoles V,11.69