12.07.2015 Views

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

El Padre Nuestro y el Credo - Centro Nacional de Catequesis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

menos bueno, porque Dios lo es tanto! Sin embargo, si alguien incurre enla necesidad <strong>de</strong> la segunda penitencia, que no se abata ni se abandone a la<strong>de</strong>sesperación. Que no se avergüence <strong>de</strong> haber pecado <strong>de</strong> nuevo, pero no<strong>de</strong> levantarse nuevamente” 435 .La reconciliación es vida y es la tabla <strong>de</strong> la salvación que <strong>el</strong> penitente<strong>de</strong>be tomar para que la tempestad d<strong>el</strong> mundo no lo hunda: ¡Agarra yabraza esta penitencia, como un náufrago a una tabla! ¡<strong>El</strong>la (...) te conduciráhasta <strong>el</strong> puerto <strong>de</strong> la clemencia divina! Aprovecha la ocasión <strong>de</strong> unainesperada f<strong>el</strong>icidad...” 436 * * *D<strong>el</strong> siguiente modo po<strong>de</strong>mos enumerar las características <strong>de</strong> lareconciliación: 1. la actitud d<strong>el</strong> penitente. 2. la confesión <strong>de</strong> los pecados. 3.la actitud d<strong>el</strong> confesor.1. La actitud d<strong>el</strong> penitente.a. Humildad y arrepentimiento.Ante todo, vengamos al penitente. Dos condiciones concretas senecesitan en la reconciliación: un reconocimiento humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> la culpa y unarrepentimiento sincero. “También cuentas con otro camino para la conversión¿Cuál? Lamentarse por <strong>el</strong> pecado. ¿Pecaste? Laméntate y absu<strong>el</strong>ve <strong>el</strong>pecado. ¿Te resulta fatigoso? No te pido atravieses los mares, ni <strong>de</strong>sembarcaren un puerto, ni hacer viajes, ni exten<strong>de</strong>rte por caminos infinitos, ni <strong>de</strong>spilfarrardinero, ni explorar agitados oleajes. ¿Qué es lo que te pido? Que t<strong>el</strong>amentes por tu pecado” 437 . También <strong>el</strong> mismo Crisóstomo aña<strong>de</strong> la humildadcomo medio necesario para alcanzar <strong>el</strong> perdón: “Sé humil<strong>de</strong> y te liberarás<strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas d<strong>el</strong> pecado. Tienes la <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> esto en lasEscrituras, don<strong>de</strong> se lee la narración d<strong>el</strong> fariseo y <strong>el</strong> publicano (cf. Lc. 19,9-14) (...). Humillándose, <strong>el</strong> publicano llegó a ser justificado” 438 . “La conversiónes fácil. No hay en <strong>el</strong>la nada que abrume. ¿Eres pecador? Entra en laIglesia. Di ‘¡He pecado!’ y te has librado ya d<strong>el</strong> pecado” 439 .La Escritura nos pone a disposición verda<strong>de</strong>ros mod<strong>el</strong>os <strong>de</strong> penitencia:“David ofendió a Dios, pues mientras se paseaba por la azotea <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> la siesta, miró sin cuidado y sucedió una aventura humana (cf. 2 Sam.11,2-27); cometió <strong>el</strong> pecado, pero conservó la sinceridad <strong>de</strong> confesarsepecador (...) Y por <strong>el</strong>lo recibió al instante <strong>el</strong> perdón (cf. 2 Sam. 12,1-13) (...)Sin embargo, David no olvidó hacer penitencia (cf. 2 Sam. 12,16-17) (...)Salomón cayó (cf. 2 Rey. 11,4), pero ‘<strong>de</strong>spués hizo penitencia’ (Prov. 24,32),Ajab, rey <strong>de</strong> Samaria, <strong>de</strong>vino en <strong>el</strong> peor <strong>de</strong> los idólatras, injusto, profeticida,impío, codicioso <strong>de</strong> campos y viñas ajenas (cf. 1 Rey. 16, 30-34; 20,42-2);Propiedad <strong>de</strong> CENACATMEDITACIONES PARA CATEQUISTAS435 Tertulliano, De poenitentia VII PL 1,1351AB.436 Tertulliano, De poenitentia IV PL1, 1343B.437 Juan Crisóstomo, Hom. II,3 en La verda<strong>de</strong>ra conversión (Traducción, introducción-notas <strong>de</strong>Manu<strong>el</strong> Garrido Bonaño, Madrid, 1993).438 Juan Crisóstomo, Hom. II,4. en La verda<strong>de</strong>ra conversión.439 Juan Crisóstomo, Hom.III,1 en La verda<strong>de</strong>ra conversión.117

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!