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<strong>Desarrollo</strong> <strong>social</strong> <strong>inclusivo</strong>: una nueva generación de políticas para superar la pobreza...<br />
por parte de los 15 países de la región que lo han ratificado. Es necesario también fortalecer los mecanismos de<br />
protección de los derechos de los pueblos indígenas implementados en el sistema de las Naciones Unidas, con<br />
miras a la aplicación efectiva del conjunto de recomendaciones existentes y el monitoreo del cumplimiento de los<br />
estándares internacionales. En el plano nacional, si bien se reconocen importantes progresos, estos continúan siendo<br />
insuficientes y las desigualdades étnicas aún son profundas. En un contexto de mayores dificultades económicas, la<br />
consolidación de estos avances requiere voluntad política y que los Estados redoblen los esfuerzos, especialmente<br />
para promover la participación y respetar la autonomía de los pueblos indígenas (CEPAL, 2014b).<br />
La población afrodescendiente de América Latina también sufre una exclusión y discriminación estructural que<br />
se sigue reproduciendo en diversos ámbitos de la vida económica, <strong>social</strong> y política. Para enfrentar esta situación de<br />
desventaja, los afrodescendientes han actuado colectivamente exigiendo el respeto de sus derechos y el cumplimiento<br />
de los compromisos adquiridos en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia<br />
y las Formas Conexas de Intolerancia, que obliga a los Estados a reducir la exclusión, la discriminación y la pobreza<br />
en que viven sus pueblos como consecuencia del racismo (CEPAL, 2009).<br />
Se requiere avanzar hacia nuevas formas de ciudadanía, basadas en el combate a todas las formas de discriminación<br />
y en la implementación de políticas activas de promoción de la igualdad de oportunidades y de trato. En los<br />
últimos años, los Estados, los organismos internacionales y la sociedad civil han realizado grandes esfuerzos en ese<br />
sentido, pero el avance es desigual en los distintos países. Mientras unos han creado cuerpos legales y organismos<br />
para la promoción de la igualdad racial o han implementado políticas de acción afirmativa de diversos tipos, otros<br />
aún se encuentran en una fase de reconocimiento o exploración de la problemática. En cada país, los ritmos de<br />
implementación de políticas, instituciones, programas y acciones han dependido de diversos factores, entre los que<br />
se cuenta la voluntad política, la capacidad estatal, el desarrollo de la democracia y, sobre todo, la capacidad de los<br />
grupos afectados para posicionar la temática en la opinión pública y en la agenda <strong>social</strong> (CEPAL, 2009).<br />
Tanto en el caso de los pueblos indígenas como en el de los afrodescendientes, es necesario redoblar los<br />
esfuerzos para fomentar programas de promoción de la igualdad y mejoramiento de las condiciones de vida, entre<br />
los que se encuentran los programas de transferencias de ingreso y las políticas de empleo y acceso a trabajo<br />
decente, educación y vivienda, así como de acceso a tierras y demás recursos productivos que incluyan la gestión<br />
y el resguardo de los recursos naturales y la biodiversidad. Se requiere, además, la implementación de programas<br />
de salud integrales, destinados a esas poblaciones en áreas rurales y urbanas, y modelos educativos con vocación<br />
multicultural. Transformar las condiciones que permiten la discriminación incluye el acceso a mejores condiciones<br />
de vida, pero también la participación y la toma de decisiones en las estructuras de poder y en los órganos de<br />
representación popular (CEPAL, 2009; Hopenhayn, Bello y Miranda, 2006).<br />
E. Reducir las desigualdades territoriales<br />
La desigualdad regional y la heterogeneidad entre las entidades territoriales subnacionales en cuanto a sus niveles<br />
de ingresos, pobreza, productividad, acceso al bienestar y dotación de recursos naturales, ha sido un rasgo histórico<br />
y estructural de varios países de América Latina y el Caribe (CEPAL, 2012c). Las desigualdades territoriales limitan<br />
a la población el ejercicio de sus derechos, lo que adquiere mayor intensidad y un significado particular en el caso<br />
de los pueblos indígenas, ya que el territorio es fundamental en la definición de su identidad 27 .<br />
Para lograr una mayor igualdad es indispensable reducir las brechas entre los territorios —tomando especialmente<br />
en cuenta las condiciones del medio rural— y adoptar políticas públicas que contemplen no solo la convergencia<br />
productiva, sino también la convergencia espacial (CEPAL, 2010a) (véanse el recuadro IV.5 y el recuadro IV.6).<br />
27<br />
Si bien la legalización de los territorios indígenas constituye una condición imprescindible del derecho territorial, junto con ello<br />
se requieren otras medidas efectivas que permitan garantizar logros tangibles en el mejoramiento de las condiciones económicas y<br />
<strong>social</strong>es de estos pueblos (CEPAL, 2014c).<br />
Capítulo IV<br />
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