You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Desarrollo</strong> <strong>social</strong> <strong>inclusivo</strong>: una nueva generación de políticas para superar la pobreza...<br />
En el Objetivo 10 también se hace referencia a las desigualdades entre países, especialmente entre los países<br />
en desarrollo y los países desarrollados. En particular, se destaca la importancia de incluir a los países en desarrollo<br />
en la toma de decisiones a nivel mundial. En los últimos años, la CEPAL ha reiterado un llamado en favor de un<br />
desarrollo basado en la equidad, junto con la generación de pactos por la igualdad que den sostenibilidad <strong>social</strong>,<br />
política y fiscal a dicho desarrollo. Este Objetivo constituye un paso más en esa dirección. A futuro, probablemente<br />
se requerirá la definición de metas específicas o adicionales para plantear el cierre de brechas entre los países, tanto<br />
a nivel mundial, como regional.<br />
Cabe señalar que en este Objetivo también se aborda el tema de la igualdad étnica y racial, que es de gran<br />
relevancia para la región y que posee conexiones con el resto de los Objetivos de <strong>Desarrollo</strong> Sostenible. Un vínculo<br />
acaso menos evidente con la desigualdad se establece en el Objetivo 11, relativo a “lograr que las ciudades y los<br />
asentamientos humanos sean <strong>inclusivo</strong>s, seguros, resilientes y sostenibles”, pues se plantea, entre otras metas, asegurar<br />
el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios<br />
marginales, así como proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para<br />
todos. En América Latina y el Caribe, la región más urbanizada del mundo en desarrollo, reducir las desigualdades<br />
en el acceso a servicios básicos de manera sostenible en las ciudades (y, en general, en el territorio) es una de las<br />
palancas para lograr mayor igualdad <strong>social</strong>.<br />
Todo lo anterior no implica solo aspectos positivos en todos los frentes. Mientras el Objetivo 10 es muy claro en su<br />
postulado (“reducir la desigualdad en los países y entre ellos”), las metas relativas a esta dimensión no necesariamente<br />
son tan ambiciosas. Por ejemplo, en materia de reducción de las desigualdades de ingreso dentro de los países,<br />
en la meta 10.1 se plantea lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre<br />
de la población a una tasa superior a la media nacional. Aunque este compromiso es bienvenido, también serían<br />
necesarios otros más ambiciosos, por ejemplo, limitar la concentración en el decil o percentil con ingresos más altos.<br />
Sin duda, las discusiones en torno al abatimiento de la desigualdad en los países y entre ellos se beneficiarán de las<br />
contribuciones y experiencias que se desarrollarán en la región en los años por venir.<br />
Finalmente, el Objetivo 10 representa un llamado a considerar que los países de la región aún tienen margen<br />
para actuar tanto en lo concerniente a políticas laborales y de protección <strong>social</strong>, que signifiquen avanzar en materia<br />
de impacto distributivo y acceso a bienes y servicios <strong>social</strong>es de calidad, como en lo relativo a las reformas fiscales<br />
en favor de mayor igualdad, que permitan una mejor redistribución de ingresos. También llama a examinar el margen<br />
de acción existente en los países en materia de la inclusión y la no discriminación en todas sus manifestaciones.<br />
B. La relevancia de los Objetivos de <strong>Desarrollo</strong> Sostenible<br />
para la agenda <strong>social</strong> y el desarrollo sostenible<br />
de América Latina y el Caribe<br />
Más allá de la ampliación de la agenda <strong>social</strong> que suponen los Objetivos de <strong>Desarrollo</strong> Sostenible, en comparación<br />
con el marco de los ODM, pueden apreciarse claras sinergias de dichos objetivos con la agenda de desarrollo<br />
de América Latina y el Caribe. En primer lugar, como se apuntó en el capítulo I, la pobreza —abordada en<br />
el Objetivo 1— sigue constituyendo un rasgo estructural característico de la región. Se ha proyectado que en<br />
2014 el 28,0% de la población regional vivía en situación de pobreza por ingresos y el 12,0% en situación<br />
de indigencia. En la población en esta condición se concentran en mayor medida niñas y niños, mujeres en<br />
edades productivas, indígenas y afrodescendientes. Las tasas de pobreza suelen ser más altas en las áreas rurales,<br />
aunque el número absoluto de personas en situación de pobreza se concentra cada vez más en zonas urbanas<br />
(CEPAL, 2014a). Además, persiste el desafío de sostener los avances logrados desde 1990 (cuando la pobreza y<br />
la indigencia por ingresos afectaban al 48,4% y el 22,6% de la población, respectivamente), pero estancados<br />
desde 2012, y asegurar mejoras sustanciales a futuro, en un contexto económico menos auspicioso que el de<br />
años recientes.<br />
Al mismo tiempo, la elevada vulnerabilidad <strong>social</strong>, así como las profundas carencias y desigualdades que aún<br />
persisten en la región en términos de acceso a servicios públicos de calidad y a mecanismos de protección <strong>social</strong><br />
Capítulo V<br />
169