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<strong>Desarrollo</strong> <strong>social</strong> <strong>inclusivo</strong>: una nueva generación de políticas para superar la pobreza...<br />
de 8 puntos porcentuales (del 19,3% al 11,3%), aunque su ritmo de disminución se ha frenado en los años recientes,<br />
principalmente por el aumento del costo de los alimentos, que fue superior a la inflación general 2 .<br />
Esos resultados positivos están asociados con diversos factores, entre los que se destacan un contexto económico<br />
favorable, notables mejorías del mercado de trabajo y diversas iniciativas en el ámbito de las políticas <strong>social</strong>es, como<br />
la expansión y redefinición de las políticas y programas dirigidos a la superación de la pobreza y la indigencia y a<br />
la promoción de la inclusión <strong>social</strong>, en un marco político en que esos temas pasan a ser priorizados en las agendas<br />
públicas y en las estrategias generales de desarrollo de varios países.<br />
En efecto, a partir de 2002 y hasta el estallido de la crisis financiera internacional (2008), la región fue capaz de<br />
retomar tasas de crecimiento similares a las de los años setenta. Entre 2003 y 2007 hubo un período de bonanza, que<br />
se reflejó en un elevado crecimiento anual del PIB (en torno del 5%) y del PIB per cápita (de un 3% durante casi cinco<br />
años consecutivos), en un contexto de saldos positivos de cuenta corriente, superávit fiscal y una acumulación de<br />
reservas internacionales sin precedentes. Esta combinación favorable de alto crecimiento con una holgada situación<br />
externa fue inédita en la historia reciente de la región, en buena medida impulsada por el boom de los precios de las<br />
materias primas. Al mismo tiempo, el desempleo registró una marcada disminución (del 11% al 7,4%) y el porcentaje<br />
de personas bajo la línea de la pobreza se redujo 10 puntos porcentuales (del 44% al 34%) (CEPAL, 2009).<br />
Gráfico I.2<br />
América Latina y el Caribe: PIB per cápita y tasas de indigencia y pobreza, 1990-2014<br />
(En índice 1990=100 y porcentajes de la población)<br />
150<br />
55<br />
PIB per cápita (1990=100)<br />
140<br />
130<br />
120<br />
110<br />
Crisis asiática y rusa<br />
Crisis financiera<br />
internacional y<br />
desaceleración de<br />
la economía china<br />
50<br />
45<br />
40<br />
35<br />
30<br />
25<br />
20<br />
Porcentaje de la población<br />
15<br />
100<br />
1990<br />
1991<br />
1992<br />
1993<br />
1994<br />
10<br />
Capítulo I<br />
1995<br />
1996<br />
1997<br />
1998<br />
1999<br />
2000<br />
2001<br />
2002<br />
2003<br />
2004<br />
2005<br />
2006<br />
2007<br />
2008<br />
2009<br />
2010<br />
2011<br />
2012<br />
2013<br />
2014<br />
PIB per cápita (1990=100) Indigencia Pobreza<br />
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), base de datos CEPALSTAT; y C. Aravena, L.E. Escobar y A. Hofman, “Fuentes del crecimiento<br />
económico y la productividad en América Latina y el Caribe, 1990-2013”, serie Macroeconomía del <strong>Desarrollo</strong>, N° 164 (LC/L.4024), Santiago, CEPAL, 2015.<br />
Este proceso fue afectado por la crisis financiera mundial de 2008 y 2009 que, sin embargo, tuvo un impacto<br />
negativo menos intenso en los niveles de pobreza e indigencia en comparación con crisis previas. En parte, esto se<br />
debió al carácter contracíclico que tuvo el gasto público <strong>social</strong> ante la crisis y, dentro de él, a la priorización de lo<br />
<strong>social</strong>. Esta tendencia se expresó tanto en el aumento del monto del gasto público <strong>social</strong> en el tiempo (hasta 2010,<br />
aumentaron en términos reales los recursos disponibles para financiar servicios <strong>social</strong>es y transferencias a los hogares)<br />
como en la composición del gasto público (mayor prioridad fiscal otorgada al gasto <strong>social</strong>). Por el contrario, hasta<br />
mediados de la década de 2000, la evolución del gasto público <strong>social</strong> había sido altamente procíclica. Así, en el<br />
segundo lustro de la década varios países se unieron al proceso de elevación del gasto <strong>social</strong>, con el fin de ampliar<br />
la cobertura de diversos programas <strong>social</strong>es, particularmente los orientados a la lucha contra la pobreza, que países<br />
como el Brasil y México habían iniciado a mediados de los años noventa (CEPAL, 2013d, pág. 34).<br />
En 2012 y 2013 se produjo un estancamiento del proceso de reducción de la pobreza (véase CEPAL, 2014a).<br />
Ello ocurrió en un contexto de bajo crecimiento económico mundial, fin del superciclo de los productos básicos,<br />
mayor presión inflacionaria y disminución de la capacidad de generación y formalización del empleo. En 2012<br />
la economía mundial se deterioró y se combinaron elementos como la recesión europea, particularmente en la<br />
2<br />
Según el Panorama Social de América Latina, en 2012 se registraron los niveles de pobreza e indigencia más bajos de las últimas tres<br />
décadas (CEPAL, 2013b).<br />
19