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Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)<br />
Con relación a las normativas nacionales y considerando las distintas funciones del área <strong>social</strong>, se observa que<br />
en más de la mitad de los países de América Latina y el Caribe se mencionan en la constitución los derechos a la<br />
salud y a la educación, ámbitos de política en los que a su vez se cuenta con legislación específica. En un tercio de<br />
los países, se considera en la constitución la protección al trabajo y el derecho a la seguridad <strong>social</strong>, y en la misma<br />
cantidad se consigna el derecho a la vivienda, en tanto que en 21 países existe normativa nacional específica sobre<br />
el primer ámbito y solo en 14 países normativa específica sobre el segundo (véase el gráfico III.2).<br />
Gráfico III. 2<br />
América Latina y el Caribe (33 países): existencia de normativa constitucional<br />
y normativa específica en temas <strong>social</strong>es, a septiembre de 2015<br />
(En números de países)<br />
Segmentos de la población Temas sectoriales<br />
<strong>Desarrollo</strong> <strong>social</strong><br />
Protección al trabajo y seguridad <strong>social</strong><br />
Educación<br />
Salud<br />
Vivienda<br />
Mujeres<br />
Niños y adolescentes<br />
Jóvenes<br />
Personas de edad<br />
Personas con discapacidad<br />
0 5 10 15 20 25<br />
Mención en la constitución Normativa específica<br />
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información oficial de los países.<br />
Capítulo III<br />
En cuanto a los derechos acordados para segmentos específicos de la población, las personas con discapacidad<br />
son las que tienen una mención explícita más recurrente en las constituciones de los países de la región (11 países),<br />
seguidas por las personas de edad (8 países) y los niños, niñas y adolescentes (6 países), al mismo tiempo que los<br />
derechos de las mujeres (4 países) y de los jóvenes (1 país) y la definición del racismo como crimen (1 país) tienen las<br />
menores frecuencias de mención a nivel constitucional. En lo que se refiere a las legislaciones nacionales, 14 países<br />
cuentan con marcos normativos específicos sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y 10 con marcos<br />
normativos sobre los derechos de las mujeres.<br />
Cabe destacar que la noción de desarrollo <strong>social</strong> no aparece mencionada en ninguna de las constituciones de<br />
los 33 países latinoamericanos y caribeños, en tanto que solo 9 países cuentan con una legislación específica sobre<br />
el tema. No obstante, muchas constituciones latinoamericanas contienen varias referencias a derechos <strong>social</strong>es,<br />
políticos, culturales y económicos cuya observancia no siempre es efectiva. La real activación de esas disposiciones<br />
constitucionales puede ser un punto de referencia crucial para el cometido de las políticas <strong>social</strong>es y acarrear<br />
exigencias en términos de su diseño e implementación y, con ello, de su institucionalidad.<br />
Persisten, por lo tanto, numerosos desafíos en materia de legislaciones nacionales para dotar a la política <strong>social</strong><br />
de una institucionalidad asentada con mayor solidez. Los acuerdos internacionales ciertamente otorgan una base<br />
legal sobre la que sustentar la política pública pero, como se mencionó antes, menos de la mitad de los países han<br />
ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y, aun cuando la Convención sobre<br />
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño<br />
tienen una adhesión casi unánime, su expresión en legislación específica es insuficiente para dar sostenibilidad a<br />
las políticas con un enfoque de Estado en toda la región.<br />
Más allá de la base legal existente, cabe preguntarse si existen o no planes nacionales que permitan traducir las<br />
leyes en intervenciones específicas o que al menos reflejen la existencia de políticas explícitas. De acuerdo con la<br />
revisión de la información disponible en los 33 países, 22 de ellos cuentan con un plan de desarrollo <strong>social</strong>. Esto no<br />
significa que en los 11 restantes no existan políticas mediante las cuales se traten estos temas; sin embargo, estas no<br />
comprenden una estrategia formalmente integral.<br />
Orientar de manera progresiva la política <strong>social</strong> hacia el cumplimiento efectivo de los derechos económicos,<br />
<strong>social</strong>es y culturales supone estrechar la distancia entre los compromisos y mandatos formales, por una parte, y<br />
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