Municipio y centralización monárquica a finales de la - RUA ...

Fragmentos de ideología política urbana en la castilla
bajomedieval
e serán ningunos ipso jure por defecto de juridiçión, e los tales
naturales de sus Reynos no son obligados a cumplir sus
mandamientos» (nota 49). El recurso a argumentos de orden
teológico en sus expresiones más terminantes, se unen a la
justifi cación política de las iniciativas de la ciudad al afi rmar
que «la ciudad no erró ni delinquió en hacer lo que hiço acerca
de lo suso dicho, antes hiço gran seruiçio a Dios y al dicho
señor Rey si lo quisiere conocer, e gran prouecho a la república
de los dichos Reynos, especialmente de la dicha ciudad
(...) mas fue fecho por mandado del Espíritu Santo que no
por misterio ni fuerças comparables y el Santo Espíritu no
es sujeto a las leyes ni a redempción ni raçon humana, ca
ninguna saue de dónde viene ni dónde va» (nota 50). A partir
de varios juristas, entre los que cita a Baldo, reivindica la resistencia
frente al rey, considerando que «los súbditos de los
dichos Reyes no cumplan los mandamientos injustos, porque
aunque ellos quieran errar, manda la dicha ley que no se lo
consientan sus súbditos» (nota 51), lo que le lleva a sostener
que la rebelión de la ciudad de Toledo no fue tal, no siendo
rebelión, sino defensión. Además toma postura claramente
opuesta, como no podía ser de otro modo, en coherencia con
lo ya señalado, con respecto al poder real absoluto: «mienten
como proditores linsonjeros, destruidores y como aquéllos
que con linsojas, falsedades y mentiras hazen errar a su Rey
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