Municipio y centralización monárquica a finales de la - RUA ...

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José Manuel Nieto Soria
los concejos más infl uyentes, como era el caso del burgalés
(nota 80), podía constituir una alianza nada despreciable
para los nuevos proyectos regios en materia de política concejil,
tan dependientes, en el futuro, del éxito de la uniformación
jurídica que se pretendía.
Sin embargo, lo que comenzó siendo una forma de distinción
por iniciativa regia de una ciudad en un contexto de desarrollo
de una política municipal abocada a ser contestada desde las
ciudades, más tarde, ya en el transcurso de los siglos XIV y
XV, fue originando un mecanismo ideológico impulsado desde
los propios concejos como era el de dar fundamento a un
proceso de mitifi cación que pasaba por estrategias tan características
como el ennoblecimiento de la ciudad, la apelación a
un pasado más o menos fantástico, cuando menos exagerado,
de privilegios y derechos locales omnímodos o, más adelante,
la vinculación a la trayectoria de determinados héroes mitológicos
o de hechos pseudohistóricos extraordinarios, junto con
el impulso de toda una simbología individualizadora de cada
ciudad, habiéndose puesto de relieve cómo las ciudades castellanas
fueron adquiriendo a lo largo de la época bajomedieval
plena conciencia de su carácter como «persona colectiva
con identidad no sólo jurídica, sino también histórica y simbólica
siempre en el marco común del reino» (nota 81).
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