11.05.2013 Views

DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE, RELACIONES ...

DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE, RELACIONES ...

DESARROLLO ECONÓMICO SOSTENIBLE, RELACIONES ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

debemos recordar lo que decía K. E. Boulding sobre que todos somos pasajeros de la misma<br />

nave espacial tierra y a lo que estamos abocados es a viajar como pasajeros de clase única.<br />

Además, no es posible asumir una posición romántica que lleve a pensar que una relación<br />

social de producción armónica con la naturaleza se puede instaurar súbitamente.<br />

En consecuencia si se acepta que la racionalidad económica prevaleciente no es la única<br />

posible, se da un gran paso en la comprensión de los caminos hacia el desarrollo sostenible y si<br />

además se constata que ella ha sido la verdadera causa de que no exista una relación<br />

armónica perdurable entre el hombre y la naturaleza, se llega al perfecto entendimiento sobre<br />

la necesidad de un cambio. El papel de la economía deberá ser el de promotor de este<br />

cambio, aportando sus principios, metodologías y, en particular, su gran influencia para que en<br />

un proceso pluridisciplinario se conforme una nueva y necesaria racionalidad en la que prime el<br />

nuevo patrón de escasez, los recursos naturales, y la complementariedad de factores en el<br />

proceso de producción, con lo cual y tal como se señaló en la discusión sobre los elementos del<br />

nuevo modelo, no sólo se conserva el capital natural sino que se incrementa también la<br />

productividad del capital hecho por el hombre y la conservación de su valor a más largo plazo,<br />

con lo que finalmente se estaría respondiendo también a una de las grandes preocupaciones de<br />

la economía actual. Esto complementado con la abolición de ciertos subsidios privados como<br />

la apropiación del espacio público, por ejemplo, con el menor consumo de los ricos, quienes<br />

están respondiendo favorablemente a movimientos y programas ecologistas como etiquetas<br />

verdes y ecoeficiencia y que pueden darse el lujo de cooperar con el resto de la humanidad<br />

partiendo de una toma de conciencia sobre su responsabilidad en las causas de los problemas<br />

y en la reorientación de la economía hacia el logro de un futuro viable para ellos mismos y sus<br />

descendientes; con una política internacional de los países esencialmente multilateral, con la<br />

mira de conservar el capital natural que sea de interés para el mundo; con una propuesta<br />

tecnológica tendiente a resolver muchos de los problemas de los países del Sur, como el<br />

hambre, la escasez de agua y la desertización. Tales problemas podrían resolverse con la<br />

necesaria condición de que los países del Norte ayuden tanto en el financiamiento de proyectos<br />

específicos como en el incremento del nivel cultural de las masas, y los del Sur acepten,<br />

adopten y aprendan a utilizar las nuevas tecnologías, todo ello coordinado por una organización<br />

especial, dotada de plenos poderes (como la UNESCO, la UNIDO o la FAO, reorganizadas<br />

para el efecto) que supervise desde la planificación de los proyectos hasta la asignación de los<br />

fondos. Es posible pues un ordenamiento concertado para salvar el planeta.<br />

La realidad es que concepciones como esta se están difundiendo rápidamente ante el<br />

reconocimiento de lo que ocurrirá si no hay un cambio. Sin embargo, como lo afirman Daly y<br />

Cobb 311 (1989) "Los obstáculos son enormes. Los hábitos de pensamiento centenarios no<br />

ceden fácilmente, sobre todo cuando se encuentran establecidos en todos los lugares de<br />

prestigio y de gran influencia."<br />

Muchos pensadores señalan de manera tajante que la sostenibilidad no podrá imponerse<br />

mientras no se produzca una transformación de las actitudes y motivaciones de las personas,<br />

puesto que la mayoría de sus metas se basan en la obtención de la equidad intra e<br />

intergeneracional, tal como se señaló al principio de este capítulo. Lauchlin Currie 312 afirmaba:<br />

"Es imposible llegar a niveles de equidad sin transformar las raíces mismas de la racionalidad<br />

económica". Tales transformaciones deberán llevar a una relación armónica de la especie<br />

humana con el mundo natural que implique valores y estilos de vida particularmente austeros<br />

frente al consumo material y que garantice la conservación de la capacidad funcional del<br />

ambiente. Nosotros pensamos que no es posible esperar a que se produzcan tan radicales<br />

cambios sino que es necesario actuar para inducirlos, reorientando los procesos y objetivos del<br />

311 DALY y COBB. Cap XIX: Los pasos posibles, de Para el bien común. pp 327-344. 1989,<br />

312 CURRIE, L., Desigualdad social y crecimiento. Cuadernos de Economía No. 18-19 U.N.<br />

380

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!