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Alberto Fuguet - Mala Onda.pdf - Colegio

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lo ocurrió nada mejor que decirme:<br />

—Chao, Gatsby.<br />

Supe que eso tenía algo que ver con la película de Robert Redford. Se lo comenté a la Luisa<br />

que, por cierto, armó un barullo más o menos y me dijo que la Flora deseaba seducirme.<br />

Pero quería saber más porque, desde el día en que la conoció, la Luisa se obsesionó con<br />

ella. Admira su integridad y eso de que se juegue el todo por el todo y que le dé lo mismo<br />

vivir a su manera. Después de prometerme que no le contaría a nadie de mi ida a la<br />

pizzería, le juré que iba a hacer todo lo posible para sumarla a nuestras futuras tertulias.<br />

También le pedí información sobre Gatsby. Me dijo que era un libro y que ella iba a tratar<br />

de conseguirlo. Lo hizo, claro. Era de su hermana.<br />

Leí el libro con la dedicación con que, a veces, se prepara uno para ir a una fiesta donde<br />

sabe que va a estar la mina de sus sueños. Y aunque a Holden Caulfield no le gusta<br />

demasiado, a mí me mató. Daisy era como la Antonia y me encantó eso de que las<br />

mansiones se enfrentaran a uno y otro lado de la pequeña bahía. Pero me pareció más que<br />

injusto que la Flora me tildara de Gatsby.<br />

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271<br />

Una semana después, la vi en el pasillo y le dije que había algunas cosas que me habían<br />

quedado dando | vueltas y que si podíamos vernos más tarde. La esperé a ' la salida de<br />

clases, junto a su Fito naranja y terminamos en este restorán naturista con aires de Hare-<br />

Krishna, donde le dije que, a pesar de que solo tenía dieciséis años y que según algunos me<br />

sobraba la plata, no por eso era huevón. Después le cité casi de memoria el comienzo de El<br />

gran Gatsby, eso de que «mi padre una vez me dijo: cuando sientas la necesidad de criticar<br />

a alguien, recuerda que no todas las personas en este mundo han tenido las mismas ventajas<br />

que tú». Ella me miró fijo y sonrió satisfecha: —Tienes razón. Solo te estaba probando. Me<br />

alegro de que hayas pasado la prueba.<br />

Eso fue hace dos años, creo. Desde entonces, siempre nos vemos o comunicamos fuera de<br />

clases. En ellas soy un alumno más, aunque obviamente uno de sus favoritos, junto con la

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