Alberto Fuguet - Mala Onda.pdf - Colegio
Alberto Fuguet - Mala Onda.pdf - Colegio
Alberto Fuguet - Mala Onda.pdf - Colegio
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
la Flora Montenegro. Ni siquiera sé si somos amigos o confidentes. Siento que he hablado<br />
de todo con ella excepto de mí. Y viceversa.<br />
Me incomoda además la atracción que siento por ella. De que hay algo, lo hay. Pero nunca<br />
ha pasado nada y ya ni siquiera trato de imaginarme lo que podría ocurrir: cacho que es<br />
inútil y que a ella no le interesa o simplemente no desea asumirlo. Pero sé que hay atracción<br />
entre ambos. Y eso que todos mis compañeros la encuentran más bien fea. Yo no lo creo.<br />
Quizás no sea mi tipo, pero que atrae, atrae. Cuando habla, en especial cuando habla de sí<br />
misma, uno queda rendido. A veces esto me da rabia, porque suelo comparar a todas las<br />
minas con ella, lo que es absurdo y no tiene sentido. Pero, desde que conozco a la Flora, no<br />
concibo una mina que, aun siendo bonita, no piense o se entusiasme con cosas tan<br />
intrascendentes como esa película alemana en blanco y negro donde no sucedía nada de<br />
nada pero que a ella le dio pie para hablar dos horas sobre cómo el nazismo no hizo otra<br />
cosa que canalizar los deseos sexuales reprimidos del pueblo alemán.<br />
Yo lo dudo pero ella insiste en que es así. Y éste es otro punto que me molesta y me hace<br />
cuestionarlo todo, porque muchas veces, cuando estoy con ella, simplemente «pinto el<br />
mono», como se dice. O sea, me<br />
274<br />
275<br />
muestro interesado en temas que no siempre me interesan. O mejor dicho: me interesan<br />
pero no necesariamente los entiendo. O comparto. Como eso de que mi madre vota SÍ<br />
porque ello no es más que «una señal infalible de su envidia fálica».<br />
—Así que hablaste con la Antonia —le digo, mientras sorbo una limonada con miel en vez de<br />
azúcar.<br />
—Sí, cada día más aburguesada esa niñita. Dudo que sea capaz de romper con sus conceptos y sus<br />
ritos. Está cagada. ¿No estarás todavía interesado en ella?<br />
Es una pregunta complicada por donde se la mire. Podría conducirme a deslizar «un acto<br />
fallido», como dice la Flora. Así que lo pienso antes de responder porque, ahora me queda<br />
claro, el que la Antonia esté o no en mi vida es también una prueba, es la vara con la que