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Juicio oral<br />
En ese sentido, el fiscal podría presentar un caso muy débil, que por sí<br />
mismo no podría conducir a una sentencia condenatoria, al concentrar<br />
toda su argumentación en el hecho de que el imputado ha guardado silencio<br />
como elemento central de la convicción de culpabilidad.<br />
Al respecto, los jueces deben preservar la presunción de inocencia exigiendo<br />
que el fiscal pruebe su caso y centrando su análisis en las pruebas.<br />
El silencio del imputado, entonces, puede ser un elemento de reafirmación<br />
de la versión acusadora y, en el contexto de un caso sólido, un<br />
factor especialmente elocuente, pero su utilización no debe transformarse<br />
en una especie de inversión de la carga de prueba por medio de la<br />
cual el caso del fiscal siempre aparezca validado por medio del silencio<br />
del imputado.<br />
El silencio de cualquier persona frente a una imputación, en cualquier<br />
contexto de la vida social, es en principio ambiguo, es decir, son diversas<br />
las explicaciones de semejante conducta. Por cierto una de ellas será la<br />
de que la persona no tiene defensa que exponer porque, en efecto, es<br />
culpable de lo que se le imputa.<br />
Pero hay otras también válidas como, por ejemplo, que la persona prefiere<br />
no entrar a discutir el asunto en el escenario en que se plantea porque<br />
no lo considera apropiado, o prefiere preparar antes su defensa de la<br />
mejor manera o considera que la imputación en sí misma no la daña y<br />
prefiere no validarla haciéndose cargo de ella. Así, podría haber muchas<br />
explicaciones de esa conducta y es por eso que nada se puede deducir<br />
de ella en principio.<br />
En el juicio oral, el contexto de la situación elimina muchas de las ambigüedades<br />
a que hacíamos alusión. La imputación es muy concreta, es<br />
grave y acarrea la consecuencia de una pena. Además, se trata de un<br />
escenario institucional previsto precisamente para que el imputado se<br />
defienda. Por lo tanto, si este permanece callado hay menos explicaciones<br />
posibles de su conducta. No obstante, todavía existen explicaciones<br />
distintas al hecho de su culpabilidad.<br />
Estas explicaciones tienen que ver precisamente con la eventual debilidad<br />
del caso del fiscal, esto es, que el imputado no habla porque de hacerlo<br />
podría entregar elementos informativos que eventualmente refuercen<br />
el caso del fiscal, por lo que el imputado prefiere que el tribunal falle<br />
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