Los Afroandinos de los siglos XVI al XX; 2004 - unesdoc - Unesco
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ECUADOR: LOS AFROANDINOS DE LA CUENCA DEL RÍO CHOTA-MIRA<br />
115<br />
Estas prácticas resultaron en modos inéditos <strong>de</strong> relación soci<strong>al</strong>, <strong>de</strong>bido <strong>al</strong> fruto<br />
<strong>de</strong> interacciones en un medio distinto, con influencias cultur<strong>al</strong>es adquiridas,<br />
más la presión que significaba h<strong>al</strong>larse en permanente estado <strong>de</strong> conflicto.<br />
Si bien <strong>los</strong> p<strong>al</strong>enques se iniciaron en el virreinato <strong>de</strong> Nueva Granada (actu<strong>al</strong><br />
Colombia), posteriormente se produjo una constante migración <strong>de</strong>l poblador<br />
p<strong>al</strong>enque hacia lo que hoy constituye el Ecuador. En <strong>los</strong> p<strong>al</strong>enques se afincaban<br />
también <strong>los</strong> cimarrones (ex-esclavos), por lo que <strong>los</strong> amos redoblaron<br />
sus ataques a todo negro, sea esclavo o liberto. Como la situación era intolerable,<br />
puesto que por cu<strong>al</strong>quier motivo <strong>los</strong> negros eran objeto <strong>de</strong> encarcelamientos,<br />
torturas y privaciones, la lucha cimarrona continuó y se acentuó. Fin<strong>al</strong>mente<br />
se trató <strong>de</strong> llegar por todos <strong>los</strong> medios a un acuerdo que permitiera la pacificación.<br />
El surgimiento y posterior <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> haciendas está íntimamente<br />
relacionado con la presencia <strong>de</strong>l trabajador negro primero como esclavo<br />
y luego como peón as<strong>al</strong>ariado. La simpleza y el vertic<strong>al</strong>ismo <strong>de</strong> su estructura<br />
son rasgos característicos que le imprimieron un carácter anodino y rutinario,<br />
con muy pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y mo<strong>de</strong>rnización en las técnicas <strong>de</strong><br />
trabajo, y en la organización y planificación <strong>de</strong> un trabajo productivo para sí<br />
mismo. La jornada labor<strong>al</strong> era concebida <strong>de</strong> acuerdo con la vieja tradición coloni<strong>al</strong>,<br />
con mucho rigor y permanentemente luchando por la supervivencia.<br />
En la actu<strong>al</strong>idad el panorama no es muy <strong>al</strong>entador, la mayor parte <strong>de</strong> la<br />
población afro<strong>de</strong>scendiente, viejos, mujeres y niños subsisten pobremente, <strong>los</strong><br />
jóvenes, sin oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y con un limitado mercado ocupacion<strong>al</strong><br />
en la zona, que ha influido negativamente en el mantenimiento <strong>de</strong> la fuerza<br />
labor<strong>al</strong>, emigran hacia ciuda<strong>de</strong>s más pobladas.<br />
De la cultura heredada <strong>de</strong> sus mayores, <strong>los</strong> niños reciben las primeras experiencias<br />
<strong>de</strong> apego a la tierra y <strong>al</strong> trabajo, lo que exige mucho sacrificio y<br />
esfuerzo con el fin <strong>de</strong> asegurar la unidad familiar y recibir <strong>los</strong> afectos necesarios<br />
para afrontar la vida cotidiana.<br />
Consi<strong>de</strong>ro que la cultura es energía y a la energía cultur<strong>al</strong> no se la pue<strong>de</strong><br />
«cosificar» <strong>de</strong>s<strong>de</strong> categorías como el folclor, que a mi modo <strong>de</strong> ver nos remiten<br />
a lo exótico, a lo minimizado, a lo <strong>de</strong> menor v<strong>al</strong>or y en <strong>de</strong>finitiva, en la única<br />
acepción aceptable, a lo diferente. En ese contexto es que la bomba, como<br />
tradición or<strong>al</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> afrochoteños, no <strong>de</strong>be ser concebida como asunto <strong>de</strong>l<br />
folclor, sino como parte <strong>de</strong> la cultura tradicion<strong>al</strong>, pero fundament<strong>al</strong>mente, <strong>de</strong><br />
lo que <strong>de</strong>nominamos la cultura popular. Porque todo hecho cultur<strong>al</strong> y toda<br />
elaboración simbólica se re<strong>al</strong>izan en contextos históricos, físicos y económicos,