Los Afroandinos de los siglos XVI al XX; 2004 - unesdoc - Unesco
Los Afroandinos de los siglos XVI al XX; 2004 - unesdoc - Unesco
Los Afroandinos de los siglos XVI al XX; 2004 - unesdoc - Unesco
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
80 JOSÉ JORGE DE CARVALHO<br />
saber si un <strong>de</strong>terminado rasgo cultur<strong>al</strong> era más africano o menos africano. Si la<br />
persona que lo mantenía era discriminada, objeto <strong>de</strong> racismo, <strong>de</strong> exclusión soci<strong>al</strong>,<br />
vivía pobremente, eso no entraba en el discurso. Eso fue una clave que<br />
duró mucho y que todavía está muy viva. Hasta la «fetichización» ayuda a su<br />
reproducción, porque separa nuevamente, la persona <strong>de</strong> la cultura que exhibe,<br />
que se transforma en mo<strong>de</strong>lo. Eso, en gener<strong>al</strong>, me parece el primer punto, esa<br />
separación entre comunidad y cultura.<br />
En ese recorrido histórico que quiero hacer, el papel <strong>de</strong> <strong>los</strong> intelectu<strong>al</strong>es ha<br />
sido muy gran<strong>de</strong>, específicamente su rol <strong>al</strong> formular mo<strong>de</strong><strong>los</strong>; porque <strong>los</strong> gestores<br />
<strong>de</strong> política, en <strong>los</strong> estados, en las asambleas, en <strong>los</strong> gobiernos, siempre se<br />
han apoyado en la comprensión <strong>de</strong> <strong>los</strong> mo<strong>de</strong><strong>los</strong> traídos por <strong>los</strong> antropólogos,<br />
historiadores, lingüistas —todos el<strong>los</strong> han tenido una importancia bastante gran<strong>de</strong>.<br />
Constituye un fenómeno, resultado <strong>de</strong> la situación particular <strong>de</strong> Brasil y <strong>de</strong><br />
Cuba, sobre todo. Pero si se quiere, Brasil, Cuba y Haití conforman un primer<br />
grupo, con una diferencia radic<strong>al</strong> con Estados Unidos. A raíz <strong>de</strong> esa diferencia<br />
entre Brasil, Cuba, Haití y Estados Unidos, se llegó a una manifestación sobre<br />
la lectura <strong>de</strong> la cultura africana en el Nuevo Mundo, que pue<strong>de</strong> llamarse «yorubacentrismo»,<br />
todavía muy intenso. Un <strong>al</strong>to prestigio se asoció con la cultura<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> países <strong>de</strong> Benin, Daomé, Togo, Nigeria; cultura «yoruba», «fon», «ewé»,<br />
porque, como estaban preservadas en la santería, en el «candomblé», en el «vodu»<br />
haitiano, entonces se transformaron nuevamente, como si fuesen el mo<strong>de</strong>lo<br />
único <strong>de</strong> lectura <strong>de</strong> toda la religiosidad <strong>de</strong> origen afro; pero más gener<strong>al</strong> también<br />
en la lengua y la música. Ése es otro fenómeno muy particular, si <strong>de</strong>jamos<br />
fuera a Estados Unidos; porque la situación en ese país es poco diferente <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong> Afro-América hispánica, o mejor, Afro-Ibero-América.<br />
A lo largo <strong>de</strong> dos sig<strong>los</strong> hubo un gran prestigio <strong>de</strong> esa cultura africana que<br />
venía <strong>de</strong> la Costa Occi<strong>de</strong>nt<strong>al</strong>, pero un prestigio menor asociado <strong>al</strong> universo<br />
cultur<strong>al</strong> <strong>de</strong> las naciones <strong>de</strong> lengua bantú. Es impresionante, porque ahora, en el<br />
mundo afro-andino po<strong>de</strong>mos ver la danza <strong>de</strong> Bolivia, y también las <strong>de</strong> Colombia,<br />
Ecuador, Perú. En Brasil, Cuba y Haití, hay <strong>al</strong>go sistemático, absolutamente<br />
consistente —lo bantú ha impregnado, en gener<strong>al</strong>, a las comunida<strong>de</strong>s criollas<br />
<strong>de</strong>l Nuevo Mundo.<br />
Las culturas «chokwe», «benguela», «kikongo», «kimbundu» siempre tuvieron<br />
menos prestigio. Se las <strong>de</strong>scribe estereotipadamente, como el mundo <strong>de</strong> la<br />
brujería in<strong>de</strong>terminada, <strong>de</strong> <strong>los</strong> espíritus menores, sin un panteón trascen<strong>de</strong>nte,<br />
siempre más sincrético, mezclado, confuso, etc. Ese universo nunca tuvo el<br />
prestigio asociado a <strong>los</strong> orichas <strong>de</strong> <strong>los</strong> Yoruba, o a <strong>los</strong> «vodus» <strong>de</strong> <strong>los</strong> Fon.