10.05.2013 Views

Esterilidad masculina - Conselleria de Sanitat - Generalitat Valenciana

Esterilidad masculina - Conselleria de Sanitat - Generalitat Valenciana

Esterilidad masculina - Conselleria de Sanitat - Generalitat Valenciana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l matrimonio, a la que fué siempre fiel, la reiteró en varias<br />

ocasiones. Concretamente, en la segunda parte <strong>de</strong> su autobiografía, La<br />

fuerza <strong>de</strong> la edad (1960). Sintió entonces la necesidad <strong>de</strong> explicar su postura<br />

ante la avalancha perpetua <strong>de</strong> preguntas sobre el tema. Cuando en<br />

1929, <strong>de</strong>be marchar a Marsella:<br />

«Un sólo motivo hubiera tenido mucho peso para convencernos en<br />

pa<strong>de</strong>cer esos lazos que llaman legítimos: el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> tener hijos; no lo experimentábamos<br />

(sentíamos). […] yo no tenía, no tengo, ninguna prevención<br />

contra la maternidad; nunca me han interesado los muñecos, pero, ya más<br />

mayorcitos, los niños, a menudo, me encantaban; me había propuesto tener<br />

en la época en que pensaba casarme con mi primo Jacques. Si ahora me<br />

<strong>de</strong>sviaba <strong>de</strong> ese proyecto, es, en primer lugar, porque mi felicidad era <strong>de</strong>masiado<br />

compacta para que me pudiese sentir atraída por ninguna novedad.<br />

Un hijo no hubiera estrechado los lazos que nos unían a Sartre y a mí, no<br />

<strong>de</strong>seaba que la existencia <strong>de</strong> Sartre se reflejase y se prolongase en la <strong>de</strong><br />

otro: el se bastaba a sí mismo, él me bastaba a mi. Yo me bastaba a mí<br />

misma: no soñaba para nada encontrarme en una carne salida <strong>de</strong> mí. A<strong>de</strong>más,<br />

me sentía con tan pocas afinida<strong>de</strong>s con mis padres que, <strong>de</strong> antemano,<br />

los hijos, las hijas que pudiese tener se me aparecían como extraños; suponía<br />

por su parte o indiferencia, o tanta hostilidad como la aversión que yo<br />

había tenido por la vida <strong>de</strong> familia. Ningún fantasma afectivo me incitaba a<br />

la maternidad. Por otra parte, no me parecía compatible con la vía en la que<br />

me estaba iniciando: sabía que para convertirme en una escritora necesitaba<br />

mucho tiempo y una gran libertad» 4 .<br />

Esta <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios, hecha en 1960, representa un aspecto<br />

importante <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> Beauvoir. Para ella, no se trataba <strong>de</strong> eludir responsabilida<strong>de</strong>s,<br />

o las responsabilida<strong>de</strong>s que acarrea la maternidad, sino<br />

hacer una elección, libre <strong>de</strong> todas las ataduras y condicionamientos, entre<br />

ser madre o escribir. Es más, no pensaba que un hijo representase para ella<br />

un fin en sí, ni fuese «tan esencial como una obra».<br />

Vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva actual, su obra es el resultado <strong>de</strong> un largo<br />

parto hacia el compromiso con las mujeres <strong>de</strong> su tiempo: una obra concebida<br />

como una hija o un hijo que ella misma mol<strong>de</strong>ara. Por ello, cuando<br />

publicó el polémico tomo II <strong>de</strong>l Segundo sexo, subtitulado «La experiencia<br />

4. La force <strong>de</strong> l’âge, Gallimard, Folio, 1998, p. 91-92.<br />

— 202 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!