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Esterilidad masculina - Conselleria de Sanitat - Generalitat Valenciana

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transformaciones: el cambio <strong>de</strong>l predominio absoluto <strong>de</strong> la Triple Diosa, o la<br />

Gran Diosa Madre, por uno <strong>de</strong> sus hijos, Zeus, que llegó a adquirir el po<strong>de</strong>r<br />

absoluto y ser reconocido como «padre <strong>de</strong> los dioses». Reflejan también esa<br />

situación toda otra serie <strong>de</strong> mitos, <strong>de</strong> entre los cuales probablemente fuese<br />

el más representativo el <strong>de</strong> Teseo y su combate con las Amazonas, que terminó<br />

con la victoria <strong>de</strong> Teseo y el encierro <strong>de</strong> la reina <strong>de</strong> las amazonas en<br />

su gineceo: es <strong>de</strong>cir, la reina <strong>de</strong> las mujeres acabó sus días enclaustrada al<br />

servicio sexual exclusivo <strong>de</strong> un solo hombre.<br />

Era necesario que así fuese: si el varón <strong>de</strong>bía garantizar la pertenencia<br />

genética <strong>de</strong> los hijos, resultaba imprescindible que la mujer no pudiera<br />

siquiera tener contacto con otros hombres. Es muy conocida la leyenda <strong>de</strong><br />

Ulises y cómo en ella Penélope teje y <strong>de</strong>steje sin salir <strong>de</strong>l gineceo <strong>de</strong>l héroe<br />

y sin permitir que se acerquen a él otros hombres, todo ello como símbolo<br />

<strong>de</strong> su principal virtud: la fi<strong>de</strong>lidad a su marido.<br />

Es <strong>de</strong>cir, el dominio masculino supuso una nueva era <strong>de</strong> notables restricciones<br />

en la libertad sexual <strong>de</strong> las mujeres. Sin duda alguna, y por<br />

muchos otros aspectos, también <strong>de</strong> los hombres, y no es posible <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />

consi<strong>de</strong>rar que las restrictivas morales sexuales que aparecerían en Europa<br />

<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l cristianismo no fueron sino una variante más o menos necesaria<br />

<strong>de</strong> ese dominio masculino.<br />

Pero, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> ello, lo que no varió sustancialmente fue<br />

la consi<strong>de</strong>ración prioritaria <strong>de</strong> la función reproductiva: en las distintas estructuras<br />

sociales vinculadas a la producción agraria que fueron sucediéndose o<br />

coexistiendo a lo largo <strong>de</strong> la historia, las mujeres continuaron realizando<br />

tareas semejantes a las que las ocupaban en el matriarcado: en primer lugar<br />

la reproducción y, alternándose, coexistiendo junto a ella, toda una serie <strong>de</strong><br />

tareas productivas vinculadas al cuidado <strong>de</strong> los niños y <strong>de</strong> los hombres, así<br />

como colaborando con éstos en las labores agrícolas.<br />

Remontándonos mucho más a<strong>de</strong>lante en el tiempo, es fácil observar<br />

cómo el tipo <strong>de</strong> belleza femenina suele presentar abundantemente un<br />

mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> mujer gruesa; limitémonos a poner el muy conocido ejemplo <strong>de</strong><br />

Peter Paul Rubens.<br />

Tampoco es difícil enten<strong>de</strong>r aquí que el tipo <strong>de</strong> belleza, en ese siglo<br />

<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s hambrunas a lo largo <strong>de</strong> Europa que fue el XVII, correspondiese<br />

con un aspecto que era inequívoco <strong>de</strong> quien comía bien: si la riqueza es<br />

po<strong>de</strong>r y el po<strong>de</strong>r inspira el <strong>de</strong>seo sexual, estaba claro cuál era el aspecto inequívoco<br />

<strong>de</strong> quien gozaba <strong>de</strong> po<strong>de</strong>río. Sin duda aquí había habido ya traslaciones<br />

respecto al discurso inicial y las preocupaciones por la procreación no<br />

eran tan inmediatas y evi<strong>de</strong>ntes. Pero no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> llamar la atención que el<br />

tipo <strong>de</strong> mujer bella posea siempre correspon<strong>de</strong>ncia con el po<strong>de</strong>r.<br />

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