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Esterilidad masculina - Conselleria de Sanitat - Generalitat Valenciana

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años), sino en relación con el rechazo a lo femenino. “Todo me hace pensar<br />

que ni su primera juventud, atravesada por ensoñaciones e impulsos sentimentales<br />

<strong>de</strong> moda en aquella época, ni la boda y la existencia colmada que<br />

intentó darle el señor <strong>de</strong> C. no la habían satisfecho completamente. Visto<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus sufrimientos <strong>de</strong> parto, que <strong>de</strong>bieron ser atroces, su corto pasado<br />

le pareció sin duda irrisorio; su angustia tachó, como <strong>de</strong> un plumazo, lo que<br />

había podido contener esporádicamente <strong>de</strong> felicidad, y <strong>de</strong>seó evitar a su hija<br />

la repetición <strong>de</strong> una experiencia que para ella salía mal. En un sentido, esas<br />

palabras constituían un discreto reproche a ese marido que había realizado<br />

con ella todo lo que se le <strong>de</strong>be a una mujer... Fernanda intentaba abrir para<br />

la niña, la única puerta que ella conocía que condujera fuera <strong>de</strong> lo que antes<br />

se llamaba el siglo, y hacia la única trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la que sabía el nombre.<br />

A veces pienso que tar<strong>de</strong>, y a mi manera, he entrado en religión, y que<br />

el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Madame <strong>de</strong> C se ha realizado <strong>de</strong> una manera que sin duda ella<br />

no hubiera aprobado ni comprendido.”<br />

La creación literaria se convierte, en efecto, en la vocación religiosa <strong>de</strong><br />

esta escritora que rechaza todo lo que conlleva la feminidad, que recrea sus<br />

orígenes, que se construye un nombre únicamente asociado a su actividad<br />

como escritora y que crea en su obra un universo religioso, en el sentido etimológico<br />

<strong>de</strong> la palabra, en la que los seres, las cosas, lo animado y lo inanimado,<br />

el presente y el pasado, aparecen ligados por lazos inextricables. Del<br />

mismo modo que una religiosa cambia el nombre que tuvo en el siglo para<br />

adoptar otro en el que establece explícitamente su relación con Dios, Marguerite<br />

<strong>de</strong> Crayencour cambia su nombre por el <strong>de</strong> Yourcenar, estableciendo<br />

explícitamente su exclusiva relación con el dios que para ella es la escritura<br />

única creadora <strong>de</strong> sí misma, Marguerite Yourcenar se libera <strong>de</strong> sus orígenes.<br />

Pero al mismo tiempo, gracias a la escritura, los va a recrear. Se suelen comparar<br />

los hijos a las obras que componen los autores. En la entrevista Apostrophes<br />

Marguerite Yourcenar afirma que nunca ha sentido la necesidad <strong>de</strong><br />

tener hijos porque sus obras para ella han cumplido esta función. Pero aún<br />

hay más: en la trilogía <strong>de</strong> El Laberinto <strong>de</strong>l Mundo Marguerite Yourcenar se<br />

convierte en genitora <strong>de</strong> sus padres. Gracias a la escritura, las relaciones se<br />

invierten y es ella, la hija, la que alumbra a todos esos seres que existieron,<br />

la que saca <strong>de</strong> las sombras <strong>de</strong>l olvido a todas las generaciones <strong>de</strong> su familia<br />

que han vivido antes <strong>de</strong> ella, y <strong>de</strong> quien nadie se acuerda ya, y muy especialmente<br />

al padre y a esa madre muerta que no conoció, pero que gracias<br />

a la hija encuentra en el libro una vida mucho más perenne y dura<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> lo<br />

que sin duda fué la suya en realidad. A través <strong>de</strong> la escritura, una hija <strong>de</strong> más<br />

<strong>de</strong> setenta años engendra a la madre: “Tengo más <strong>de</strong> dos veces la edad que<br />

ella tenía ese 18 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1903, y me inclino hacia ella como hacia una<br />

hija a la que intentara compren<strong>de</strong>r lo mejor posible, sin lograrlo completamente.”<br />

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