14.05.2013 Views

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

horrores. Estoy sin trabajo en este momento e intentando encontrarlo. Y es<br />

<strong>com</strong>o si me hubiese lanzado a buscar el Santo Grial. Llevo ya una semana<br />

deambulando por el barrio <strong>com</strong>ercial. Carezco, al parecer, de alguna<br />

perversión especial que buscan los patronos de hoy.<br />

—No tiene suerte, ¿eh?<br />

—Bueno, he contestado sólo a dos anuncios esta semana. Hay días que<br />

estoy absolutamente desquiciado ya cuando llego a la Calle Canal. Esos días<br />

puedo darme por satisfecho si tengo ánimos bastante para entrar en un cine.<br />

En realidad, he visto ya todas las películas que ponen en el centro y, dado que<br />

todas son lo suficientemente ofensivas <strong>com</strong>o para que se mantengan en<br />

cartelera indefinidamente, la semana que viene se presenta particularmente<br />

lúgubre.<br />

El viejo miró a Ignatius y luego miró aquella enorme olla, el hornillo de<br />

gas, los carros abollados. Al fin, dijo:<br />

—Yo puedo darle trabajo aquí.<br />

—Muchísimas gracias —-dijo Ignatius en tono condescendiente—.<br />

Pero aquí no podría trabajar. Este garaje es muy húmedo y yo soy propenso a<br />

las afecciones respiratorias, entre varias otras.<br />

—Pero no trabajaría usted aquí, hijo. Yo digo <strong>com</strong>o vendedor.<br />

—¿Qué? —aulló Ignatius—. ¿Todo el día en la calle, expuesto a la<br />

lluvia y a la nieve?<br />

—Aquí no nieva, hijo.<br />

—Sí que nieva, pocas veces, pero nieva. Lo más probable es que se<br />

pusiera a nevar en cuanto saliera yo a la calle arrastrando uno de esos carros.<br />

Seguro que me encontrarían tirado en el arroyo, con todos mis orificios llenos<br />

de carámbanos, y los gatos callejeros echados sobre mí para aprovechar el<br />

calor de mi último aliento. No, gracias, caballero. He de irme. Ahora recuerdo<br />

que tengo una cita.<br />

Ignatius miró con aire ausente su relojito y vio que había' vuelto a<br />

pararse.<br />

—Sólo un poquito, hijo —suplicó el viejo—. Pruebe un día. ¿Qué le<br />

parece? Necesito vendedores.<br />

—¿Un día? —repitió incrédulo Ignatius—. ¿Un día, dice? Yo no puedo<br />

desperdiciar uno de mis valiosos días. Tengo que ir a sitios y ver gente.<br />

—De acuerdo —dijo con firmeza el viejo—. Entonces, págueme el<br />

dólar que me debe por las salchichas.<br />

—Me temo que tendrán que correr a cuenta de la casa, o del garaje, o lo<br />

que sea. Mi madre descubrió anoche en mis bolsillos varias entradas" de cine<br />

y hoy sólo me ha dado para el transporte.<br />

—Llamaré a la policía.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!