- Page 1 and 2:
John Kennedy Toole Laconjura delos
- Page 3 and 4:
serie de trabajos, cada uno de los
- Page 5 and 6:
UNO Una gorra de cazador verde apre
- Page 7 and 8:
—¿Qué es eso? —el policía re
- Page 9 and 10:
esas manos de encima a mi hijo. —
- Page 11 and 12:
La señora Reilly arrastró tras s
- Page 13 and 14:
—Tengo que darme masajes. —Supo
- Page 15 and 16:
pídeme a mí un coñac, ¿de acuer
- Page 17 and 18:
El sargento miró las tarjetas y di
- Page 19 and 20:
verde botella. —Eh, camarero —l
- Page 21 and 22:
cinco dólares. Luego, terminó el
- Page 23 and 24:
—La verdad es que tiene usted muc
- Page 25 and 26:
—No —dijo la señora Reilly con
- Page 27 and 28:
cigarrillo, y el hombre le había a
- Page 29 and 30:
Cuando terminó de decorar la pági
- Page 31 and 32:
humo hacia la barra vacía. —Lo s
- Page 33 and 34:
una de las horribles bebidas que si
- Page 35 and 36:
como si se dispusiese a desmoronars
- Page 37 and 38:
¿verdad? —Sí, ya se lo dije —
- Page 39 and 40:
—Bueno. Entonces tendremos que pa
- Page 41 and 42:
me hace caso. Este chico es así. T
- Page 43 and 44:
La señora Reilly estaba de pie en
- Page 45 and 46:
plazos. —Tu amigo el patrullero d
- Page 47 and 48:
satisfecho, al mismo tiempo, con la
- Page 49 and 50:
gordo de la gorra verde, al que se
- Page 51 and 52:
—Es que ha venido también esta n
- Page 53 and 54:
TRES Ignatius recorrió tambaleante
- Page 55 and 56:
—¡Ignatius! Sólo contratan a ci
- Page 57 and 58:
a un sospechoso. Todavía estoy esp
- Page 59 and 60:
en algún rincón de su escritorio.
- Page 61 and 62:
coger el abrigo—. Menuda corbata
- Page 63 and 64:
—Me parece raro que no me haya pr
- Page 65 and 66:
Lañe una serie de billetes. —¿T
- Page 67 and 68:
pedidos venían de Kansas City y si
- Page 69 and 70:
madre—. Bueno, gracias a Dios la
- Page 71 and 72:
—¡Marrana! —gritó Ignatius. S
- Page 73 and 74:
CUATRO Componían Levy Pants dos ed
- Page 75 and 76:
—¡Oh, Dios mío! —aulló éste
- Page 77 and 78:
El señor Levy dirigió a Ignatius
- Page 79 and 80:
equisitos básicos del distribuidor
- Page 81 and 82:
agotador, te lo aseguro. Dándole a
- Page 83 and 84:
de eliminar por completo lo rústic
- Page 85 and 86:
hijo. Si yo decía «pliegues», é
- Page 87 and 88:
Sin embargo, tenía entre manos un
- Page 89 and 90:
que estremecían mi mente virginal
- Page 91 and 92:
—¿Quién es? —preguntó Santa
- Page 93 and 94:
sentada en mis taburetes perdiendo
- Page 95 and 96:
fraudulentos. —¡Juá! —Vamos,
- Page 97 and 98:
Ignatius frunció el ceño y dijo:
- Page 99 and 100:
—Oh, estoy llena. Gloria. Estaba
- Page 101 and 102:
IV Ignatius abrió El diario de un
- Page 103 and 104:
—Santo cielo —dijo, escupiendo
- Page 105 and 106:
muchas vidas. No he conocido a nadi
- Page 107 and 108:
ya etiquetándome como un «Míster
- Page 109 and 110:
sus gentes, que fueron quienes prov
- Page 111 and 112:
confundíamos a la mayoría de los
- Page 113 and 114:
que triunfe nuestra causa en la fá
- Page 115 and 116:
SEIS Mattie's Ramble Inn estaba en
- Page 117 and 118:
de escuela. Yo me pasaba el día en
- Page 119 and 120:
II El señor González llegó a Lev
- Page 121 and 122:
—¡Amigos! —dijo grandilocuente
- Page 123 and 124:
En la oficina, el señor González
- Page 125 and 126:
Tú nunca, nunca, nunca me abandona
- Page 127 and 128:
encima como si fuera un mosquito y
- Page 129 and 130:
de la cara. —Apaga ese chisme —
- Page 131 and 132:
hecho parecer a Patrick Henry 3 * c
- Page 133 and 134:
exclusiva con unas monjas que le ve
- Page 135 and 136:
—Me imaginaré que estoy en un re
- Page 137 and 138:
—¡Oh, Dios mío! —¡Pagúeme!
- Page 139 and 140:
último usuario.» —Tome, póngas
- Page 141 and 142:
de la abstinencia, al menos de mome
- Page 143 and 144:
siquiera. Sepa que han atacado de n
- Page 145 and 146:
II Jones pasaba despreocupadamente
- Page 147 and 148:
para ella y para el pájaro. —Tel
- Page 149 and 150:
un poco algunas cosas. Mierda. La c
- Page 151 and 152:
añadió: —Pero, dime, querida,
- Page 153 and 154:
atractivo para el Diario. Ignatius
- Page 155 and 156:
—Entonces, déjame tranquilo, por
- Page 157 and 158:
joven liberal militante. Alguien qu
- Page 159 and 160:
al frío y a los horrores de su inf
- Page 161 and 162:
señor Levy, alzando la vista de un
- Page 163 and 164:
—Ni siquiera me he levantado de m
- Page 165 and 166:
¿eh? Y se dispuso a coger a George
- Page 167 and 168:
—Gracias, cielo —dijo la señor
- Page 169 and 170:
saliera de la habitación—. Es bu
- Page 171 and 172:
ganó el motor fuera-borda que rifa
- Page 173 and 174:
—¿Llamarte? —preguntó Santa
- Page 175 and 176:
—¿Un sacerdote? —gimió la se
- Page 177 and 178:
—Ahora tiene que estar metido en
- Page 179 and 180:
estoy a punto de desmayarme de angu
- Page 181 and 182:
empiezan a alzar, la bandera blanca
- Page 183 and 184:
peor. ¿Qué te pasa? —Saca la bo
- Page 185 and 186:
comercialización de alimentos»?
- Page 187 and 188:
II Lana Lee estaba en un taburete d
- Page 189 and 190:
cúspide de su pelo cardado una gra
- Page 191 and 192:
—¿Pero es que no puedes recordar
- Page 193 and 194:
—Cállese ya y siga barriendo —
- Page 195 and 196:
los «turistas» parecen ser los mi
- Page 197 and 198:
Aunque me di un golpe en la cabeza,
- Page 199 and 200:
un mensaje obsceno? Mientras cavila
- Page 201 and 202:
axioma de la naturaleza humana el q
- Page 203 and 204:
DIEZ Gus Levy era un buen muchacho.
- Page 205 and 206:
injusticia y tragedia—. Gloria er
- Page 207 and 208:
—¡Eh! Yo no voy a entra en la co
- Page 209 and 210:
fin, con dólares o no», profetiz
- Page 211 and 212:
—Lo haré, sí —Ignatius cogió
- Page 213 and 214: déjame en paz. —Ya sé que una c
- Page 215 and 216: —¿Qué? —atronó Ignatius—.
- Page 217 and 218: iremos, oh-jo-jo. Allá nos iremos
- Page 219 and 220: Le respeto muchísimo. —Uy, mira,
- Page 221 and 222: películas de colonias nudistas, se
- Page 223 and 224: ONCE —Oh, mira —dijo Santa, sos
- Page 225 and 226: una gran ayuda en casa, créeme —
- Page 227 and 228: no hiciera caso a los médicos. —
- Page 229 and 230: aquel cartel que Ignatius se negaba
- Page 231 and 232: soluciones nuevas a nuevos problema
- Page 233 and 234: —¿A que no puede creer lo que ve
- Page 235 and 236: I. Abelman, Presidente El señor Le
- Page 237 and 238: —¿Cómo se llamaba aquel chiflad
- Page 239 and 240: —Por supuesto —dijo el jefe adm
- Page 241 and 242: queda una cierta sensibilidad. No p
- Page 243 and 244: El vendedor dijo algo fría y queda
- Page 245 and 246: el contenido del panecillo de lata
- Page 247 and 248: controlar. Tenía que conocerla. Qu
- Page 249 and 250: Cuando terminó la película, grit
- Page 251 and 252: —Vaya, mira quién está aquí.
- Page 253 and 254: cultívame. Es muy buena. —Oh, sa
- Page 255 and 256: hombres y logró vender todas las s
- Page 257 and 258: —Bueno, pero no me apetece nada h
- Page 259 and 260: —¿Cómo se atreve? —aulló Ign
- Page 261 and 262: lanolina, el celofán» el plástic
- Page 263: y recitados cíclicos de rosario. P
- Page 267 and 268: maravilloso. ¿Te lo ha hecho a ti
- Page 269 and 270: —Esto es un aborto floral —come
- Page 271 and 272: cabeza. —Me gustaría arrearle un
- Page 273 and 274: «¡Oh, qué espanto!» «No es nad
- Page 275 and 276: Yo dirijo. —Venga, culo gordo —
- Page 277 and 278: Luego, aquel individuo volvió a pe
- Page 279 and 280: escenario. Su gorra parecía una lu
- Page 281 and 282: tiempo—. ¿Harlett O'Hara es esta
- Page 283 and 284: —Cierre el pico, Jones. Creo que
- Page 285 and 286: TRECE Ignatius abrió los ojos y vi
- Page 287 and 288: que pueda descender ya más —eruc
- Page 289 and 290: —Esto es un ultraje. No pagarás
- Page 291 and 292: El doctor Tale dio un sorbo al vodk
- Page 293 and 294: Santa Battaglia mostró el periódi
- Page 295 and 296: —Sí —dijo Liz. —Saca las fot
- Page 297 and 298: Jones soltó una nube oscura, aviso
- Page 299 and 300: las prácticas de primavera. Había
- Page 301 and 302: planes para mí y para mis hijas. E
- Page 303 and 304: qué no tienes ninguna ambición, p
- Page 305 and 306: —Pero voy a decirle una cosa —p
- Page 307 and 308: pública con aquella gente incontro
- Page 309 and 310: agotada para quitarle el aparato de
- Page 311 and 312: —Déjele en paz, señora Reilly.
- Page 313 and 314: en un buen lío, hijo. ¿Sabes lo q
- Page 315 and 316:
La señorita Trixie sonreía. Aquel
- Page 317 and 318:
Eres incapaz de dirigir un negocio.
- Page 319 and 320:
elaciones públicas. Un premio y un
- Page 321 and 322:
Mancuso, Dorian Greene, periodistas
- Page 323 and 324:
muévase un poco. Verá cómo tambi
- Page 325 and 326:
En Estados Unidos, uno es inocente
- Page 327 and 328:
—Ya sabía yo que algo pasaba. Pe
- Page 329 and 330:
once años. Recorrió una pila de c
- Page 331 and 332:
volviéndose para mirar la casa. Ig
- Page 333:
Librodot.com es una biblioteca en e